VEA / Yuleidys Hernández Toledo

De los 10.305 palestinos asesinados en 32 días por el régimen de Israel con sus bombardeos y ataques, 4.237 son niños y niñas. Así lo informó este martes 7 de noviembre el Ministerio de Sanidad Palestina, citada por la agencia Wafa, que también indica que de los más de 10 mil martirizados, 2 mil 719 son mujeres y 631 ancianos.

El Ministerio afirmó en su informe diario sobre la agresión a la Franja de Gaza, destacó que el número de heridos suman más de 25 mil heridos, desde el 7 de octubre cuando inició el más reciente capítulo violento entre Israel y Palestina, producto de la situación generada cuando una operación defensiva de Hamás fue enfrentada desde Tel Aviv.

Dijo que en Cisjordania, las fuerzas de ocupación israelíes mataron a 163 palestinos e hirieron a unos 2.300 desde el 7 de octubre.

Mitad de los hospitales sin funcionar

El Ministerio de Sanidad también informó que 18 de los 35 hospitales han dejado de funcionar y que el 71 % de todos los centros de atención primaria en toda la Franja de Gaza, han sido cerrados debido a daños o falta de combustible, y explicó que los médicos todavía se ven obligados a realizar cirugías sin anestesia, incluidos los que resultaron heridos como consecuencia de los bombardeos y mujeres que dan a luz por cesárea, reseñó Wafa.

El Ministerio añadió que hay 1,5 millones de personas desplazadas internamente en Gaza, lo que equivale a más del 70 % de la población de la Franja, con aproximadamente 690.400 que se alojan en 149 refugios de emergencia designados por la Agencia de Obras Públicas y Socorro de las Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina (UNRWA).

También hay 121.750 personas alojadas en hospitales, iglesias y otros edificios públicos, y unas 99.150 en 82 escuelas que no pertenecen al OOPS. Las 600.000 personas desplazadas restantes se alojan con familias de acogida, y 150.000 ciudadanos se trasladaron a centros de acogida en los últimos días en busca de alimentos y servicios básicos, agrega el medio.

El Ministerio dijo que el 15 % de los desplazados forzosos padecen diversas discapacidades y que la mayoría de los centros de refugio no están equipados adecuadamente para satisfacer sus necesidades, advirtiendo que se vislumbra en el horizonte una catástrofe de salud pública a la luz del desplazamiento masivo y el hacinamiento de los refugios.

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