Néstor Rivero Pérez

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El 30 de septiembre de 1765, hace doscientos cincuenta años, nació en Valladolid (actual ciudad de Morelia), en México, José María Morelos y Pavón, prócer fundamental de la segunda etapa de proceso emancipador azteca, entre 1811 y 1815, y cuyo programa social dio a la gesta de dicha nación un carácter popular como no se alcanzará en otra región de la América que batallaba contra la monarquía ibérica.

Carrera militar

Morelos se inicia en la carrera de las armas cuando, en 1811, se pone a la orden de Miguel Hidalgo -su antiguo preceptor- quien iba a Valladolid, recibiendo, con el grado de coronel, la orden de organizar a los patriotas en el sur de México. Con apoyo de jefes regionales, Morelos logra liberar el sur y gran parte del centro de la nación azteca. “Morelos llegó a sumar 20 mil bajo su mando y 47 cañones y avanzó con esta fuerza a Valladolid” [Diccionario Espasa-Calpe, Tomo 36, Pág. 988]. Sin embargo, carente de oficiales expertos y contando tropas que adolecía de la disciplina necesaria para enfrentar fuerzas curtidas, Morelos, luego de una serie de éxitos ininterrumpidos entre 1811 y 1813 en el Veladero, Tixtla, y otros puntos, así como tras la toma de ciudades como Oaxaca y Acapulco, no logra sortear la estrategia y equipamiento superiores del ejército realista de Agustín de Iturbide, al que esperó en Valladolid. Aunque Iturbide contaba con pocos miles de hombres, pudo en la oscuridad de la noche desordenar los contingentes morelistas, que en muchos casos se disparaban entre sí. Aquí comienza el declive militar del caudillo popular.

Ejército social

El ciclo emancipador en Nueva España (México), especialmente en sus cinco primeros años estuvo teñido de una profundo contenido social iniciado por el primer propulsor de dicha causa, Miguel Hidalgo, José María Morelos no se queda atrás de las proclamas hidalguistas cuando ya en 1813 enuncia consignas como «moderar la opulencia y la indigencia», o «aumentar el jornal del pobre» y «quitar la infinidad de tributos». Este ideario se plasmará en una medida política que ha pasado a la historia como el primer decreto de abolición de la esclavitud dado en tierra firme americana desde una posición de poder, como fue el expedido por el gran caudillo el 5 de octubre de 1815, a dos meses de caer prisionero y entregar su vida ante un pelotón de enemigos, en Chilpancingo. En tal sentido podría afirmarse que Morelos equivaldría a una especie José Tomás Boves que en la Venezuela de 1814 hubiese reconducido el volcán social que puso en movimiento, a favor de la causa independentista. Sus perseguidores, y quienes ordenaron su fusilamiento, respondían al interés de las altas clases poseyentes de Nueva España, enemigas de toda reforma social.

En la Carta de Jamaica

Atento el Libertador desde su exilio en Kingston, Jamaica, de la situación de los patriotas en cada una de las regiones de la América dedicó, en su célebre “Carta de Jamaica” del 6 de septiembre de 1815, un párrafo a la contienda en Nueva España. Dice el héroe caraqueño “Allí la lucha se mantiene a fuerza de sacrificios humanos y de todas especies (…). A pesar de todo, los mejicanos serán libres, porque han abrazado el partido de la patria, con la resolución de vengar a sus pasados, o seguirlos al sepulcro”.

Balance

Morelos fue capturado en Tezmala el 5 de noviembre de 1815. Conducido prisionero a la ciudad de México, fue pasado por las armas en San Cristóbal de Ecapetec el 22 de diciembre del mismo año. José Luis Scelcio recoge el significado histórico del caudillo popular azteca, “Morelos…incluye en su programa la independencia bajo la forma republicana de gobierno, la supresión de las diferencias de castas en nombre de la igualdad y la división de las grandes propiedades rurales que se habían ido apoderando de las tierras comunales” (http://www.margen.org).

Sinóptico

1936

Instituto Pedagógico de Caracas

Este día el presidente Eleazar López Contreras dictó una de sus decisiones más afortunadas al crear, mediante Decreto Ejecutivo, “una Escuela Normal Superior que se denominará Instituto Pedagógico Nacional (IPC)”.

Su primer director fue el educador, abogado y escritor zuliano Alejandro Fuenmayor. Las ciencias de la Educación han evolucionado desde los días en que Juan Amós Comenio elaboró sus proyectos reformadores de la educación, y Jean Baptiste Lassalle establecía la primera Escuela Normal que se conozca para formar a los educadores. Y al unísono de los métodos y enfoques para la socialización de valores y transmisión de conocimientos, varía también el vocabulario.

El concepto de Normal Superior atendía a la doctrina del Estado Docente; y como asunto de Estado en una sociedad democrática se debe asegurar que no se produzca distorsiones en los valores que se imparten al ciudadano y a la ciudadana en formación. Así, el decreto del 30/09/1936 resolvió crear el IPC como Escuela Normal Superior y no como universidad autónoma. Hoy forma parte de la UPEL.

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