Milei, peligro para Venezuela y para la región
La autora es jefa de Redacción de Diario VEA. Foto Internet
VEA / Yuleidys Hernández Toledo
Como ya es costumbre desde hace casi una década, incluso más, cada vez que en América Latina, Estados Unidos, EEUU, o en algunos países de Europa hay elecciones presidenciales el tema «Venezuela» suele ser usado por sectores de la derecha y ultraderecha de esas naciones con manipulación para tratar de conseguir votos. La campaña electoral en Argentina, rumbo al 22 de octubre, no ha sido la excepción.
Uno de los que viene lanzando dardos contra Venezuela y el Gobierno nacional que lidera el jefe de Estado, Nicolás Maduro, es Javier Milei, candidato por La Libertad Avanza, y quien el domingo 13 de agosto fue la sorpresa de las elecciones Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias (PASO) al obtener 30,3% de los votos.
Milei, quien no figuraba como favorito en las encuestas, en octubre de 2021 acusaba a la Revolución Bolivariana de esclavizar al pueblo. «Los que van a evitar que seamos Venezuela… Mientras que se ponen como locos cuando algunos señalamos que no haremos acuerdos con comunistas por esclavizar a sus pueblos… LA LIBERTAD NO SE NEGOCIA», escribía en su cuenta en la red digital Twitter el 24 de octubre de 2021.
Ya en 2020 acusaba de manera ligera a la Revolución Bolivariana de destruir la economía venezolana, plegándose así a la campaña mediática internacional contra el país, sin mencionar en ningún momento que la Patria Bolivariana ha sido brutalmente asediada y bloqueada por el imperialismo estadounidense, gobiernos de Europa en complicidad con algunos regímenes de derecha que tuvo la región.
«Venezuela era un país en el que cada habitante tenía un millón de dólares debajo de los pies en petróleo, y hace seis años que no para de caer y ha perdido 70% del PIB. No sólo eso, sino que tiene 96% de pobres (…). Lograron la igualdad, son todos igualmente pobres, esa es la agenda», dijo en entrevista en un medio argentino tras atacar al Foro de Sao Paulo.
En enero 2023 el economista expresó su repudio a la decisión del gobierno de Argentina, encabezado por Alberto Fernández, de invitar al presidente de Venezuela y a su homólogo de Cuba, Miguel Díaz-Canel a la cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), que se realizó en Buenos Aires, mecanismo intergubernamental de la región que vale recordar fue fundado por Hugo Chávez y Fidel Castro en 2011.
«Nicolás Maduro y Miguel Díaz-Canel son dictadores, narcotraficantes y terroristas. En sus países no existen los derechos humanos; la pobreza llega a 90 por ciento, los opositores son secuestrados, torturados y asesinados. Recibirlos en Argentina es una vergüenza internacional», escribía el catalogado de «neonazi» en su cuenta en la ahora conocida plataforma X.
En mayo de este año acusó a Maduro de dictador y de supuestamente tener las manos manchadas de sangre. Sus acusaciones las hizo luego de insultar al presidente de Brasil, Luiz Inácio «Lula» Da Silva, por su apoyo al Mandatario venezolano.
Sobre «Lula» dijo, en diálogo con radio La Red, «hoy es un zurdo salvaje apoyando dictadores, tipos que violan los derechos humanos, autócratas con sus manos manchadas de sangre», citaba, el 31 de mayo, el portal argentino El Clarín.
En esa oportunidad también condenó el encuentro que sostuvieron un día antes los mandatarios de Argentina, Alberto Fernández y Venezuela, Nicolás Maduro, en el marco de la reunión de presidentes de los países de América del Sur en el Palacio de Itamaraty, en Brasilia.
«Juntarte con un autócrata totalitario con las manos manchadas de sangre y reírse en las caras de las víctimas del socialismo del siglo XXI es lamentable«, afirmó, cita El Clarín. En ese momento también sostuvo que si bien en su carácter de dirigente «no se sienta con asesinos», de ser elegido presidente asumirá su responsabilidad, pero que denunciará las supuestas violaciones a los derechos humanos en Venezuela. «Si me pongo el traje de presidente tengo que representar a los argentinos, y representando a los argentinos de bien te sentás y se las cantás todas», remarcó, añadía el referido portal.
Un peligro para la región
Milei con su extremismo ideológico, con una postura en donde parece despreciar la grisura de los matices que abundan en la política, con un desprecio por completo a gobiernos progresistas como los de Venezuela, Bolivia, Nicaragua, Colombia, Brasil, y con sus propuestas extremistas que van contra la igualdad, la educación gratuita, los menos favorecidos, parece ser un peligro para la unidad y la estabilidad de la región.
En enero de este año, en el marco de sus críticas por la invitación a Venezuela y Cuba a la Cumbre de la Celac que se realizó en Argentina, dijo en un evento denominado «El tour de la libertad», en Mar de Plata, que su lucha contra el socialismo era mundial.
En aquella oportunidad para marcar distancia de la también organización política argentina de derecha, Juntos por el Cambio, dijo: «Los caraduras de ‘Juntos por el Cargo’ salen a operar con sus ensobrados criticando que no dije nada sobre la visita de Maduro. A diferencia del socialismo amarillo yo doy la pelea contra el socialismo por todo el mundo», se puede leer aún en el portal argentino El Economista. Agregaba, siempre reseñado por la referida fuente, «mientras Juntos por el Cambio es parte del socialismo internacional, yo me ocupo de pelear por la libertad. Que sigan apoyando a Lula, socio de Chávez y Castro en el Foro de Sao Paulo».
Ya en julio el ultraderechista argentino Javier Milei dijo, en un evento del think thank libertario chileno Fundación Para el Progreso, que a su juicio el Foro de Sao Paulo (FSP) siempre ha tenido como principal objetivo «ser la Unión Soviética latinoamericana«.
«Ellos se agruparon en el Foro de Sao Paulo y se plantearon como objetivo la Unión Soviética Latinoamericana, y vaya que fueron exitosos. En Argentina cuatro períodos kirchneristas, en Chile Lagos y Bachelet, en Urugüay Tabaré Vásquez y a Pepe Mujica, en Paragüay a Lugo, en Bolivia a Evo Morales, en Venezuela Chávez y Maduro, a Ortega en Nicaragua, en Brasil Dilma y Lula, en Perú a Castillo, Correa en Ecuador, Petro en Colombia (…), es decir, que son una plaga», aseveró, recordaba el 16 de agosto de este año el portal español Gaceta.
En octubre de 2022, durante un encuentro en Madrid, España, con el partido de ultraderecha Vox, lanzó sus dardos contra el socialismo y los gobiernos progresistas. En el evento denominado Viva22 aseguró que el socialismo “es la máquina de empobrecer” y llamó a “dar la batalla cultural” contra “el zurderío” que “nos contamina la vida, busca destruir nuestra sociedad y arruinar nuestras vidas, convirtiéndonos en esclavos”, citaba en esa oportunidad el portal argentino La Nación.
Ese día mostró su conocida y cada vez más marcada animadversión contra los pueblos originarios, el lenguaje inclusivo y la agenda ecologista, y consideró que se trata de discursos que buscan “destruir los valores de la sociedad”, citaba el referido portal.
“Vayan y den la batalla contra el zurderío que se la vamos a ganar. No tengan miedo, somos superiores productivamente y moralmente”, decía en esa oportunidad, y pidió “vayan y den la pelea, esto no es para tibios, esto para ganarle la batalla a los socialistas (…)».
Si el expresidente Mauricio Macri fue capaz de ordenar los ejercicios Militares Operación Puma en 2019 con la intención de agredir a Venezuela, qué se puede esperar desde la patria bolivariana, y en la región, de un personaje como Milei, que incluso genera alarma en sectores de la derecha argentina.
Contra el Mercosur
Tras vencer en las elecciones PASO volvió a cargar contra organizaciones latinoamericanas que promueven la integración como es el caso del Mercado Común del Sur, Mercosur.
En una entrevista con Bloomberg, y que reseña este jueves 17 de agosto Rusia Today, afirmó que no tiene «socios socialistas», en referencia a los presidentes de Brasil, Chile, Colombia y México; Milei criticó la integración del Mercosur, bloque al que definió como «unión aduanera de baja calidad que genera distorsiones comerciales y perjudica a sus miembros».
Un aliado a 1.000% de EEUU e Israel
Con su evidente ataque al socialismo y a los gobiernos progresistas, resulta claro que Milei se arrimaría al imperio estadounidense. De hecho ya lo confesó, y sumó entre sus aliados al régimen sionista de Israel.
«Dije que mis dos grandes aliados son Estados Unidos e Israel… he decidido que mi primer viaje como presidente, en caso de ser electo, va a ser Israel”, señaló en entrevista a Radio Mitre en junio de 2022, y que reflejaba en esa oportunidad el también portal argentino Identidades.
«Yo, una de las cosas que manifesté es que mi alineación internacional es con occidente y los valores de occidente, y se entiende claramente que es occidente cuando decimos occidente, por ejemplo Japón entra en esa lógica de occidental, y dije que mis dos grandes aliados son Estados Unidos e Israel, y es más, hasta definí adónde voy a hacer mi primer viaje en caso de ser presidente porque dado que en Estados Unidos no gobierna el Partido Republicano he decidido que mi primer viaje como presidente, en caso de que sea electo, va a ser Israel, yo creo que más claro imposible», expresaba, citaba la referida fuente.
En la ya citada entrevista que concedió a Bloomberg, en esta semana de agosto, se refirió a una posible congelación de las relaciones con Pekín, pese a que el gigante asiático es el segundo mayor mercado para los productos argentinos y que otorgó a Buenos Aires un ‘swap’ de 18.000 millones de dólares que utiliza para pagar la deuda con el Fondo Monetario Internacional. «La gente no es libre en China, no pueden hacer lo que quieren, y si lo hacen son asesinados», dijo. «¿Comerciarías con un asesino?», agregó, cita RT.
En caso de alejarse de China y del Mercosur, rechazando además el eventual ingreso de Argentina al BRICS, el ultraderechista manifestó que aumentaría el vínculo del país con EE.UU., señalando que trabajaría con cualquier presidente estadounidense electo en los comicios de 2024, agrega el citado portal.
Contra todo lo que represente a los pueblos
Como ya ha sido ampliamente difundido en medios argentinos y agencias de noticias, entre las propuestas de Milei se encuentra reducir los ministerios, actualmente son 18, él acabaría con 11: Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible; Ciencia, Tecnología e Innovación; Cultura; Desarrollo Social; Desarrollo Territorial y Hábitat; Educación; Mujeres, Géneros y Diversidad; Salud; Trabajo, Empleo y Seguridad Social; Transporte y Turismo, y Deportes.
Se quedaría sólo con las carteras de Economía, Justicia, Interior, Seguridad, Defensa, Relaciones Exteriores, Infraestructura y crearía el de Capital Humano.
Previo a los comicios señaló que despediría a todos los empleados que no sean de carrera y que el resto «serán reasignados a áreas en donde sí sean necesarios», refería el 14 de agosto El Cronista.
Cerrar, privatizar y eliminar
Entre sus «iniciativas» también se encuentra dolarizar la economía, privatizar las empresas públicas del Estado y cerrar (“dinamitar”, en sus propias palabras) el Banco Central.
A principios de agosto de este año, dijo que su plan de gobierno contempla la privatización de la salud, la educación y las empresas del Estado, la reforma judicial y la eliminación de la obra pública. «Debemos ir en el largo plazo a los sistemas privados de salud y educación y debemos aspirar a eliminar la asistencia social directa», afirmó, se leía el 3 de agosto en el portal argentino El Economista.
«El mejor sistema de salud es el privado, en el cual cada argentino pague por sus servicios. En el sistema privado los argentinos tienen mejor servicio», añadió.
Agregó «nosotros queremos avanzar hacia un modelo de libre elección y competencia en la educación. Para eso promoveremos, en acuerdo con las provincias, programas pilotos de educación pública a través del sistema de vouchers, donde los argentinos puedan seguir teniendo educación», cita el referido portal.
Milei, quien ha sido comparado con otros políticos de extrema derecha como el expresidente de Estados Unidos, Donald Trump, y el de Brasil, Jair Bolsonaro, reiteró su propuesta de «cerrar» o «privatizar» empresas estatales. «Avanzaremos en el cierre o privatización de todas las empresas públicas», entre las que incluyó a medios de comunicación estatales como Télam, el Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (INCAA), y el Instituto Nacional contra la Discriminación (INADI).
También ha lanzado ideas como la de permitir la compraventa de armas en la Argentina y la venta de órganos. A esto se suma su oposición a la legalización del aborto y la educación en temas de género e identidad en las escuelas públicas, recordaba, por su parte, el portal colombiano Portafolio.
Este pensamiento ultraderechoso de Milei evidencia el peligro no sólo para los argentinos y las argentinas humildes sino para los procesos de integración en la región. Ya en enero de este año, el jefe de Estado, Nicolás Maduro, alertaba (el día 12) durante su mensaje anual que en América Latina y el Caribe todavía están encendidas las alarmas ante las derechas extremistas que actúan en función de romper las reglas de juego de la democracia, indicaba Prensa Presidencial.
“Hoy nosotros vemos golpes de Estado en América Latina, hoy nosotros vemos a una derecha extremista, en Brasil la llaman bolsonarista, aquí la llamaban, hasta hace unos días, guaidocista. Llámenla como quieran llamarla esa derecha extremista, señores embajadores, señoras embajadoras, tuvo una fuente de la cual bebió y la fuente en la que se alimentó toda la derecha extremista que ha roto las reglas de juego de la democracia, es la derecha extremista que surgió en Venezuela”, ejemplificó. El Dignatario dijo que esta realidad se vincula al extremismo ideológico y político, así como al odio y la intolerancia como práctica política que está caracterizada por “la ruptura de las reglas de juego y el golpismo en todas sus expresiones, sus formas, que puede llegar hasta el intervencionismo extranjero como ha llegado en Venezuela en algún momento”.
En la mano de los argentinos y las argentinas está no sólo su futuro sino el de la región.
