Néstor Rivero Pérez

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El 25 de marzo de 1977 fue desaparecido y asesinado, en Entre Ríos (Argentina), el escritor, periodista y militante montonero Rodolfo Walsh, cuyo último texto Carta Abierta a la Junta Militar -cuyas copias distribuía personalmente al momento de ser capturado por funcionarios de Seguridad- constituyó un categórico y sustentado alegato en contra del terrorismo de Estado y prácticas de tortura, desaparición y homicidio impuestas por la Junta de Reorganización Nacional que presidía el general Jorge Rafael Videla.

Datos previos

Oriundo de la provincia rioplatense de Río Negro, Walsh provenía de un hogar de formación conservadora y católica; comenzó a involucrarse en las causas sociales y de DDHH tras investigar casos de fusilamientos ocurridos con motivo del golpe de Estado de 1955 contra el presidente electo Juan Domingo Perón, a cuya deposición Walsh dio apoyo, al tachar al peronismo de entonces como antidemocrático y desbordado. Sin embargo, los subsiguientes fusilamientos ejecutados por el gobierno de Pedro Eugenio Aramburu, Eduardo Lonardi, a propósito del levantamiento pro-peronista del general Juan José Valle -y que terminaron en la ejecución de este último y otros seis complotados-, comenzaron a modificar la percepción de Walsh acerca de la política, dando como resultado su libro Operación Masacre.

Walsh montonero

Y el cambio de postura de Rodolfo Walsh atendía a su inclinación natural a la verdad y principios de justicia, lo cual determinará su acercamiento a la Revolución Cubana de 1959, ya como periodista consagrado del cono sur. Y tras viajar a La Habana formará junto con Jorge Masetti, Rogelio García Lupo y Gabriel García Márquez, la Agencia Prensa Latina. Tras retornar a su patria en 1961, se mantendrá como fablistán y escritor, en publicaciones como Panorama y el semanario de la CGT argentina, esta última de circulación clandestina, relacionándose a partir de 1969 con grupos peronistas de base y miembros de las Fuerzas Artmadas Peronistas (FAP).

El 29 de mayo de 1970, el grupo Montoneros ejecutó la primera de sus incursiones públicas armadas al secuestrar y ajusticiar al exdictador PE Aramburu, uno de los perpetradores del golpe de Estado de 1955 contra JD Perón. Los Montoneros proclamaron como programa la sustitución del régimen militar de Juan Carlos Onganía, así como el regreso de Perón a la Argentina y la instauración de un Socialismo Nacional, en los términos del ideario más progresivo del propio Perón. Y en el marco de la fuerte pugna de tendencias dentro del peronismo, especialmente tras el regreso de Perón y su ascenso a la Presidencia en 1973, Walsh se vinculó a las corrientes internas que enfrentaron a la Triple A y su terrorismo de Estado, radicalizando junto con Montoneros su postura de izquierda a raíz del golpe de Estado de 1976, que llevó a la Presidencia de Argentina al general JR Videla, sosteniendo Walsh valientes opiniones internas, reclamando que Montoneros, en su resistencia a la Junta de Reorganización Nacional, debía “basarse más en la inserción popular que en operativos del tipo foquista” (Wikipedia).

Walsh moribundo

Entre 1976 y 1977 Walsh pudo haberse protegido, viajando al exterior y ejercer su periodismo de denuncia. Sin embargo “no aceptó…eligiendo en cambio vivir oculto mientras comenzaba a escribir y difundir una serie de «Cartas Polémicas». El 25 de marzo de 1977, al día siguiente del primer aniversario del golpe de Estado que alumbró la dictadura, mientras distribuía las primeras copias de su famosa Carta Abierta de un Escritor a la Junta Militar (presidida por JR Videla) en buzones de Buenos Aires se enfrentó a tiros con un grupo de tareas de la Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA], que lo emboscó e hirió fatalmente, llevándose su cuerpo moribundo en el acto. La dictadura nunca reveló dónde se encuentran los restos de Walsh, por lo que desde entonces forma parte de la lista de detenidos y desaparecidos por el terrorismo de Estado en Argentina (Ibídem).

Sinóptico

1814

Final de la Batalla de San Mateo

Este día concluyó la larga la Batalla de San Mateo en el Ingenio homónimo (Aragua), y que había comenzado diez días antes. En dicha jornada se inmoló el capitán neogranadino Antonio Ricaurte Lozano, cuyo sacrificio comenzó a cimentar el ideal de patria grande. El realista José Tomás Boves, al frente de 4 mil hombres, llegó la mañana de ese 25 para dirigir el sitio de San Mateo. Allí le aguardaba Bolívar con mil 500 efectivos, al tiempo que Santiago Mariño venía desde Cumaná al Centro, con 3 mil cuatrocientos hombres para reforzar a Bolívar. Entre la medianoche del 24 y la madrugada del 25 de marzo, el asturiano había hecho tomar el cerro El Guey a 1/2 legua del Ingenio para que sus hombres asaltasen la Casa Alta donde Ricaurte custodiaba el parque, impidiendo este con su inmolación el objetivo de Boves.

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