60 años del primer hit de Pete Rose y 39 del 4.000

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Es el líder de todos los tiempos en imparables conectados, con 4.256; el tercero en esa lista, Hank Aaron, también el 13 de abril, pero de 1954; hizo su debut en las Mayores.

VEA/ Jimmy López Morillo

Como es lógico suponer ni el mismo Pete Rose podía imaginarse la clase de toletero en la que se convertiría y la historia que se encargaría de escribir a fuerza de batazos, cuando aquel 13 de abril de 1963, hace 60 años, le conectó un triple a Bob Friend, de los Piratas de Pittsburgh.

Después de haber fallado en once turnos consecutivos, el nacido en Ohio el 14 de abril de 1941 (es decir, que mañana cumple 82 años) disparó el primer metrallazo a terrenos de nadie de una carrera de 24 torneos en las Grandes Ligas, envuelta en tantas luminosidades como sombras, merecedora sin ningún tipo de dudas de un nicho en el Salón de la Fama de Cooperstown, del cual ha sido injustamente execrado debido a su afición por las apuestas.

Rose, por supuesto, no tenía ninguna posibilidad de adivinar ese sábado hasta dónde llegaría en la Gran Carpa, pero sí contaba con suficientes elementos para saberlo el viernes 13 de abril de 1984, 39 años atrás, cuando ante Jerry Koosman, de los Filis de Filadelfia, disparó un doblete con el cual se unió a Ty Cobb como los hasta ahora únicos en coleccionar 4 mil indiscutibles. Probablemente nunca se vea a otro pelotero alcanzar semejantes guarismos.

En ese momento tenía claro que su objetivo eran los 4.191 imparables del “Melocotón de Georgia”, a quien superó el 11 de septiembre de 1985, empalmando un sencillo ante Eric Show, de los Padres de San Diego, para cerrar su historial en 4.256 con otro inatrapable de una base frente a Greg Minton, de los Gigantes de San Francisco, el 14 de agosto de 1988.

Lamentablemente, al año siguiente, Rose fue señalado de hacer apuestas en el beisbol, siendo excluido de por vida de la actividad, aunque estaba comprobado que jamás apostó en contra de sus equipos, por el entonces comisionado, Bart Giammati, quedando excluida la posibilidad de ingresar al templo de los inmortales de este deporte, para el cual tiene sobrados e indiscutibles méritos.

“No voy a vivir el resto de mi vida preocupándome por ir al Salón de la Fama del beisbol. Si recibo ese honor seré el hombre más feliz del mundo, pero debo mantenerme firme”, declaró Rose hace años, añadiendo “(…) no soy el tipo de hombre que hizo algo mal apostando en el beisbol, ahora apuesto en el beisbol porque estoy retirado, trato de verlo, de aprender viendo juegos, en Las Vegas nadie me ve caminando y dice: ahí va un apostador o un pedazo de mierda”.

Sin ningún tipo de remilgos a la hora de ofrecer sus opiniones, en una oportunidad, cuando se le comentó que él era el mejor pelotero de la historia, su respuesta fue tajante: «Babe Ruth fue el mejor jugador de beisbol de todos los tiempos, así que no me llamen el mejor jugador de beisbol de todos los tiempos. Probablemente sé de beisbol más que nadie, pero Babe Ruth era el hombre, no pude conocerlo, ojalá lo hubiera conocido; él era el beisbol, él hizo el beisbol, él vio el beisbol de tantas maneras que lo vendió”.

Jugó en Venezuela

Rose también dejó su huella en Venezuela, donde actuó para los Leones del Caracas en la temporada 1964-65, compilando promedio de .351, como producto de 65 hits en 185 turnos consumidos en 44 juegos, con 5 jonrones, 11 dobles, 1 triple, 41 anotadas, 19 impulsadas y dos robos. Su primer indiscutible inatrapable fue el 18 de octubre ante los eternos rivales de los melenudos, los Navegantes del Magallanes.

Debut de Hank Aaron

Casualmente, quien es tercero en el listado de toleteros con más cohetes de todos los calibres en las Grandes Ligas, detrás de Rose y Cobb, Hank Aaron, con 3.771, debutó en la Gran Carpa el 13 de abril de 1954, es decir, hace 69 años.

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