El pueblo llegó a Miraflores con alegría, amor y paz

VEA / Carlos A. Batatin

Durante la tarde de este martes 30, el cielo comenzó a destilar sus gotas de bendiciones por la ciudad capital. Salía, se ocultaba el sol y comenzaba de nuevo una suave llovizna  para refrescar el ambiente de quienes fueron convocados y autoconvocados para llegar hasta el Palacio de Miraflores y ratificar  que la patria de Simón Bolívar seguirá de pie antes las amenazas de golpe de Estado y de las acciones vandálicos impulsadas por los dirigentes de la ultraderecha.

Fueron dos (2) puntos de concentración utilizados por los amantes de la paz y la democracia participativa y protagónica venezolana. El primero de ellos fue la Plaza Sucre, en la parroquia Sucre, justamente en el Corazón de Catia, al oeste de Caracas.

Allí todas sus inmediaciones se vistieron del tricolor nacional, de alegría, amor, compañerismo y de mucha fuerza espiritual para demostrarle a los violentos y generadores de la campaña mediática contra el legítimo Gobierno de Venezuela que las calles son del pueblo y el pueblo permanecerá en la calle para defender el legado del comandante Hugo Chávez Frías y la reelección del presidente Nicolás Maduro.

El citado lugar quedó pequeño ante la llegada constante de decenas de personas que se iban incorporando con el objetivo de marchar hasta la sede del Poder Ejecutivo para expresarle al presidente Nicolás Maduro, su apoyo y solidaridad.

Un equipo reporteril de Diario VEA se trasladó para conocer las impresiones de los participantes de esa movilización. Juan Oliveros, habitante de la parroquia San Bernardino, argumentó “estamos aquí para apoyar a Maduro y denunciar a la señora Marica Corina Machado, como la instigadores y operadora del Imperialista Yanqui para desestabilizar a la Venezuela de todos nosotros”.

“Nos permitiremos que ningún país se inmiscuya en los asuntos internos de Venezuela, porque el pueblo decidió que Nicolás maduro fuera  el Presidente”, indicó Oliveros.

Luego la señora Margarita Serrano, habitante de esa parroquia ofreció su versión del  por qué ella se encontraba apoyando la movilización argumentando “estoy aquí porque me duele Venezuela y no permitiremos que intereses mezquinos destruyan lo que hasta ahora hemos logrado”.

Según  ella, “aquí estamos para demostrar que el presidente Maduro no está solo. Él tiene un pueblo que votó por él y  de esa misma forma lo acompañará cualesquiera que sean las dificultades”.

Casi a las tres (3) de la tarde la lluvia dejó de ser una amenaza y se hizo presente en la Plaza Sucre. El agua no fue motivo ni impidió que los presentes se mantuvieran en el lugar para esperar la hora del inicio de la marcha hasta Miraflores. Las banderas aun estando húmedas ondeaban en señal de victoria.

Posteriormente el equipo periodístico se trasladó hasta la avenida Libertador frente a la sede de la Cantv, en cuyas inmediaciones también estaba presente la alegría, la música y mucho amor por la patria. En esa parte de la ciudad no había llovido todavía aunque la amenaza estaba latente.  

Miguel Rafael González, explicó que estaba en el lugar  “para defender a mi país de los pitiyanquis y de los traidores de la patria”.

Para él no hay duda que los hechos de violencia iniciados desde el pasado domingo 28 de julio, “sean nada más por un presunto fraude. Esa es la excusa para desestabilizar al Gobierno nacional y entregárselo a los Estados unidos”.

Una opinión muy similar argumentó para este portal la señora Olivia Rangel, quien agregó que “esa gente que pretende derrocar al presidente Maduro no volverán. Luego de la llegada del comandante Hugo Chávez los venezolanos abrimos los ojos y nos enseñó a combatirlos con fuerza e inteligencia. No podrán con nosotros”.

Durante la permanencia del equipo reporteril en la sede de la Cantv nunca llovía, motivo por el cual se trasladó hasta el Puente Llaguno para conocer el ambiente que allí se estaba desarrollando.

Al llegar se pudo comprobar que los presentes aguardaban a quienes iniciarían la marcha  desde Catia y la Avenida Libertador, mientras eso ocurría la gente se saludaba y conversaban sobre la violencia generada durante las últimas horas por los guarimberos y sus autores intelectuales. También parafraseaban las canciones que se escuchaban desde una corneta ubicada en la esquina Bolero.

Narra Rubén Nieto, que él fue a Miraflores por voluntad propia. » No esperé ninguna convocatoria porque siento que es mi compromiso y obligación defender este proceso revolucionario».

Durante la entrevista dejó claro » este gente de la oposición no anda jugando carrito. Vienen con todo y debemos estar alerta».

También hizo un llamado a la población para que no se deje intimidar. » Nosotros amamos la paz y lo hemos demostrado por más de 20 años. Sin embargo, debemos poner en práctica aquello que nos enseñó  Chávez: Candelita que se prenda candelita que se apaga».