VEA/ Yonaski Moreno

Con flores, pancartas, muñecas de la artista y un murmullo inacabable de aplausos, fue despedida la actriz y cantante italiana Raffaella Carrá, fallecida el pasado lunes, a los 78 años, tras una enfermedad que prefirió llevar en secreto como «un gesto de amor hacia su público y hacia los que han compartido el afecto, para que su calvario personal no turbase su recuerdo luminoso”, según palabras de su compañero de vida, Sergio Japino.

El funeral de la artista se celebró este viernes 9 de julio, en la iglesia Santa María in Aracoeli, ubicada en la Piazza del Campidoglio, de Roma. Dentro del templo estuvieron presentes unas doscientas personas entre amigos, familiares y autoridades. Fuera de este, cientos de admiradores acompañaron las exequias, a pesar del fuerte calor en la ciudad.

Durante la homilía, el sacerdote  expresó que era un día triste, pero ha recordado la alegría que caracterizaba a la cantante. Antes de finalizar la misa, la alcaldesa de Roma, Virginia Raggi, tomó la palabra para rendir tributo a Raffaella, definiéndola como “una gran mujer y un ícono”. También recordó su profesionalidad, su carisma, empatía y buen humor, reseñó el portal www.hola.com.

Al momento de sacar el féretro de la iglesia un gran aplauso llenó las instalaciones. Todos los presentes se pudieron de pie para despedirla en medio de lágrimas y abrazos. A las puertas del templo, luego que el ataúd fuera llevado al coche fúnebre la emoción desbordó las calles adyacentes a la iglesia, donde  más aplausos, gritos con el nombre de Raffaella y el canto espontáneo de los fans de algunos temas de la intérprete acompañaron la despedida.

Pesa a lo limitado del aforo de la capilla todos quienes la querían pudieron acompañar los honores a la artista, pues, el funeral fue transmitido en directo en la televisión italiana. También pudieron darle el último adiós durante la capilla ardiente que se abrió a todo el público en la sede del Ayuntamiento de Roma el pasado miércoles y jueves.

Antes de la capilla ardiente, los restos mortales de Raffaella fueron paseados en un cortejo fúnebre que recorrió varios puntos emblemáticos para su carrera artística, entre estos, varias sedes de la televisión pública italiana, donde los aplausos para ella no pararon de sonar, añadió por su parte La Vanguardia.

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