Inauguran Plaza 4F en conmemoración de los 30 años de la Rebelión Bolivariana

VEA / Yonaski Moreno

«El 4 de febrero, poco a poco, se ha convertido en un gran símbolo. Más allá de los hechos, en un símbolo de patria, de ser el Día de la Dignidad Nacional, como el mismo pueblo lo bautizó en aquellos días del año 92 donde perseguían a nuestros familiares, donde estábamos nosotros encarcelados y nadie pedía por nosotros».

Así lo expresó el integrante de la Rebelión Bolivariana del 4 de febrero de 1992, Diosdado Cabello, durante la inauguración de la Plaza 4F, en la Comandancia General del Ejército Bolivariano. En su discurso, el diputado a la Asamblea Nacional (AN), rememoró que tras aquella incursión contra las políticas neoliberales del gobierno de turno «no había OEA, no había gobierno de Estados Unidos pidiendo por los detenidos, al contrario, había gente que decía ‘mueran los golpistas’ y más triste aún, había gente que los aplaudía».

Rodeado por los héroes de aquella gesta, Cabello aseguró que «podían morir, como ellos decían ‘los golpistas’, pero el espíritu del 4 de febrero no va a morir jamás», pues el movimiento liderado por el comandante Hugo Rafael Chávez Frías, proponía «romper con esa política neoliberal terrible de persecución contra nuestro pueblo, romper con el estado de dependencia absoluta que se tenía en Venezuela del gobierno de los Estados Unidos», pero además, el espíritu del 4F continuaría arraigado en en los venezolanos y venezolanas por «la aparición por primera vez en las pantallas, públicamente, de un ser humano como el comandante Chávez que les llegó directo al corazón y al alma del pueblo en apenas un minuto que le dieron el derecho de palabra  y ese ‘por ahora’ de ese día, es el ‘por siempre’ que ahora estamos viviendo, es la realidad actual», expresó el diputado.

Aseguró que la nueva plaza se convertirá en un lugar de encuentro, reflexión y pensamiento, describiendo el espacio como un lugar hermoso donde están representadas «todas las cosas que han venido rodeando una revolución, el amor hacia el pueblo, la unión cívico-militar, la integración latinoamericana, la llamarada que llevamos por dentro como pueblo, los símbolos nuestros, en verdad es un espacio extraordinario».