Dolor en el ensogado: Murió expeso pesado José Luis García

0

Considerado el mejor peso completo venezolano de todos los tiempos, noqueó a Ken Norton antes de que éste le fracturara la mandíbula al legendario Muhammad Alí.

VEA / Jimmy López Morillo

Tras padecer una prolongada enfermedad, José Luis García, el mejor peso pesado profesional de nuestra historia, falleció este viernes en Naguanagua, estado Carabobo, a poco menos de un mes de cumplir 76 años de edad, de acuerdo con información suministrada por el también ex púgil Nelson Calzadilla.

García, un gigantón de 1,93 metros nacido en Cariaco, estado Sucre, el 20 de mayo de 1947, formó parte de la camada de excelentes boxeadores forjados bajo la sapiencia de Hely Montes y, pese a cultivar una sólida carrera en la máxima división para entonces de la actividad, fue opacado por la idolatría concitada por sus coterráneos y contemporáneos Alfredo Marcano, Antonio y Pedro Gómez, también hechuras del legendario entrenador. Los dos primeros, formaron parte de la efímera explosión de cuatro títulos mundiales conquistados por Venezuela en 1971.

Dueño de una pegada respetable, gracias a lo cual 19 de sus 30 victorias las obtuvo por la vía del sueño, el sucrense debutó el 17 de junio de 1968 en Caracas, derrotando por puntos a José Rondón, en cuatro asaltos y fue cosechando una hilera de 8 triunfos hasta que otro de apellido Rondón, Vicente Paúl –casualmente uno de los integrantes del cuarteto de monarcas del orbe de nuestro país de aquel año 71-, le arrebató el invicto en un combate a 12 asaltos el 30 de mayo de 1969.

Así fue transcurriendo su carrera, atrayendo atenciones, sí, pero no moviendo multitudes como lo hacían sus paisanos hasta que, curiosamente, el 31 de marzo de 1973 un semidesconocido Ken Norton le fracturó la mandíbula en tres partes al ya legendario Muhammad Alí y los recuerdos volaron hacia el 2 de julio del 70, cuando el venezolano liquidó por nockout en ocho asaltos en Los Ángeles, al mismo que en ese momento terminaba de sorprender al mundo irrespetando a quien se autoproclamaba como “El Más Grande” –y efectivamente terminó siéndolo, no solamente por la huella que dejaría dentro de los ensogados, sino también fuera de ellos.

Fue entonces cuando efectivamente las miradas se voltearon hacia él, no solamente de quienes tenían al boxeo como oficio de una u otra forma o lo seguían de manera enfervorizada, sino de aquellos que lo tocaban de forma tangencial. Ahí estaba ese corpulento sucrense, quien para ese momento ostentaba un respetable palmarés de 24 triunfos, 3 reveses, un suspendido y un nulo. La idea de otro choque con Norton y la posibilidad de que reeditara lo hecho tres años atrás en la ciudad californiana, permitiendo catapultarlo hacia los primeros planos del pugilismo mundial, comenzó a rondar.

La revancha para Norton se acordó para el 14 de agosto de 1975 en Saint Paul, Minnesota. El criollo, llegaba con par de satisfacciones consecutivas ante los estadounidenses Eddie Land y Bob Hazelton, las cuales resolvió antes del límite, en uno y tres asaltos. El ex marine, en 34 subidas a los entarimados, solo había conocido la derrota en tres ocasiones, la primera ante el criollo, la segunda frente a Muhammad Alí –quien el 23 de septiembre del 73 se cobró la afrenta de 6 meses antes- y la otra casualmente en la inauguración del Poliedro de Caracas, el 26 de marzo de 1974, cuando fue masacrado en dos asaltos por George Foreman.

De esa manera, llegó aquel careo esperado, ya en el último semestre del 75, con la afición criolla a la espera de un reverdecimiento de laureles en un deporte cuya popularidad solo era superada por la del beisbol. Sin embargo, todo se desvaneció restando 1:50 del quinto asalto, momento en que las acciones se dilucidaron por nockout a favor del estadounidense.

Fue el último combate de José Luis García, quien finalizó con récord de 30 victorias (19 por KO), 8 derrotas (6 por KO), 1 suspendido y 1 empate.

La gran pelea, la que todos libramos, la de la vida, terminó para él este viernes 21 de abril y quienes pudimos verlo combatir, en tiempos en los cuales no existía la cobertura mediática de ahora, no podemos menos que echar a volar unas palabras deseando paz a su alma.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

error: Este contenido está protegido !!