Néstor Rivero Pérez

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El 23 de julio de 1775 nació en Arras (Francia), Jean Francois Vidocq, quien habiéndose desenvuelto durante su juventud de forma irregular y ser perseguido como delincuente, dará un drástico vuelco en su madurez, hasta convertirse en el mejor policía de la historia europea y ser reconocido como fundador de la Secureté francesa. Vidocq será el creador de los primeros registros de identificación de personas, dando asimismo comienzo a cambios en los modos de perseguir el delito, al desarrollar los primeros procedimientos de investigación e inteligencia que sustituirían al tormento como medio de descubrir a los culpables  de un hecho criminal. Se le tiene como precursor de la criminalística.

Algunos datos

Hijo de un panadero, a sus catorce años comenzó en la carrera del delito, sustrayendo a su padre un alta suma de dinero, huyendo del hogar con la resolución de sufragar un viaje a la América y probar suerte, sin lograr embarcarse, y optando por enrolarse en el ejército. Con rasgos de mitomaníaco, Vidocq asienta en sus memorias que antes de sus veinte años ya había participado en quince duelos, desertando de su unidad en 1792, cuando golpeó a un superior. Por entonces la Revolución Francesa se hallaba en su punto culminante, aprestándose a su fase jacobina, a la cual sucederá la entronización termidoriana y a esta el Directorio. Dichos regímenes llevaron varias veces a la cárcel a Vidocq, por delito común.

Fouché y Vidocq

José Fouché, cuya figuración política durante la Revolución Francesa tiñó de tonos fúnebres su nombre, fue designado en 1795 por el Directorio, como Jefe de la Policía francesa. Sin embargo, la policía gala de este período se abocaba a la persecución de enemigos políticos, sin mostrar interés por el delito ordinario. Y una vez que Napoleón Bonaparte se autojuramente en 1804 como Emperador de los Franceses, ha de confirmar a Fouché como Ministro de Policía. Y este último, a propósito de investigar el magnicidio frustrado de 1804 ejecutado por el realista Caudoval, habrá de implantar técnicas de pesquisa criminal, seguimiento de pistas, análisis y concatenación de testimonios, indicios y circunstancias. En 1809 Fouché recibe de Bonaparte el requerimiento de investigar la desaparición de un costoso collar perteneciente a la emperatriz Josefina. Es allí cuando Fouché hace contactar a Vidocq, entonces de 34 años -cuyos antecedentes delictivos conocía-, ofreciendo amnistiarle, si colaboraba en el caso. Vidocq acepta y en pocos días da con el ladrón del collar, rescatando la pieza y reintegrándola. En recompensa es ascendido a jefe de un departamento policial. Vidocq inicia una habilidosa persecución contra sus otroras colegas de bajos fondos, aplicando sus destrezas para el disfraz, infiltración y análisis de los indicios.

Nuevos procedimientos

Entre las mejoras técnicas que incorpora Vidocq, se destacan el examen de la balística, así como la hechura de “moldes de yeso de las huellas de pie e impresiones de zapatos; desarrolló las técnicas de vigilancia y seguimiento de sospechosos; inventó un tipo de papel y tinta indeleble que hacía muy difícil la falsificación de pagarés y cheques y… un primitivo formulario para tomar las huellas digitales” [https://confilegal.com]. Con Vidocq se consagró el “fichero policial”. Habiendo salido y reingresado a cargos oficiales varias veces, a tono con los cambios de gobierno en Francia, en 1833 Vidocq fundó la primera agencia privada de detectives de la historia, “Le Bureau des Renseignements” (Agencia de Pesquisas o de Información), que fungió de modelo a entidades privadas de otros países, como la agencia Pinkerton, de EEUU.

Amistad con escritores

La celebridad de Jean Francois Vidocq trascendió los círculos de detectivismo y la criminalística. Los grandes escritores de mediados del siglo XIX le honraron con su amistad. En su libro Los Miserables, Víctor Hugo plasma rasgos de Vidocq en figuras como el expresidiario Jean Valjean y el inspector Javert. El personaje Auguste Dupin, de Edgard Allan Poe, también recoge su perfil. Y Honorate de Balzac le recrea con personajes como Vautrin y el padre Antonio Herrera, de la obra Esplendores y Miserias de las Cortesanas.

Sinóptico

1795

La fuga del niño Simón

Este día Simón Bolívar, con 11 años de edad, se escapó de casa de su tío don Carlos Palacios y Blanco, quien lo tenía bajo tutela legal. El niño corrió a refugiarse en casa de su hermana mayor, María Antonia Bolívar, casada con Pablo Clemente y Francia. Ello daría motivo a una agria disputa judicial entre miembros de la familia Bolívar y Palacios, para definir la tutela sobre Simoncito. Don Carlos, atendiendo sus posesiones en el interior del país, descuidaba la crianza directa del sobrino. Así, a mediados de 1795, se resolvió colocarlo al cuidado del Maestro Simón Rodríguez, con quien el pequeño Simón entablará una amistad legendaria.

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