Operación Esperanza: Así fue el rescate de los 4 niños perdidos en la selva de Colombia

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«Milagro, milagro, milagro, milagro». Así sonó la transmisión de los militares por radio, al anunciar el rescate. Foto Internet

VEA

En la noche de este viernes 9 de junio, las Fuerzas Militares anunciaron que los cuatro menores que se encontraban desaparecidos tras el accidente de una avioneta en la selva del Guaviare fueron encontrados y rescatados con vida, luego de casi 40 días de intensas búsquedas, reseñó el portal colombiano RCN.

Con cuatro aeronaves y helicópteros de la Fuerza Aérea se iniciaron las labores para dar con el paradero de la avioneta Cessna 206 de matrícula HK 2803, que había desaparecido el pasado 1 primero de mayo cuando sobrevolaba en los límites de los departamentos de Guaviare y Caquetá.

En ese entonces, los organismos de rescate intentaban localizar la aeronave y a las siete personas que viajaban a bordo, luego de dos semanas el 16 de mayo hacía las 6:00 de la mañana las autoridades confirmaron su hallazgo.

Al interior de la avioneta encontraron tres cuerpos sin vida, el del piloto Hernando Murcia; el de Magdalena Mucutuy Valencia (madre de los menores); y el de Hermán Mendoza Hernández (quien era el director de la fundación de profesionales indígenas Yetara), al igual que un bolso en el exterior de la avioneta que contenía cosméticos y un par de chanclas.

Tras el importante hallazgo, los equipos de búsqueda enfocaron sus esfuerzos para hallar a los cuatro menores de edad (en los que se encontraba una bebé) que se encontraban desaparecidos en el área donde se encontró un tetero y un fruta de maracuyá consumida. 

Cuatro milagros

«Milagro, milagro, milagro, milagro». Así sonó la transmisión de los militares por radio. Era la clave que habían acordado: decir «milagro» por cada niño si los encontraban vivos. Se vivieron muchos momentos de alegría con esas cuatro palabras, contó a la prensa colombiana el general Pedro Sánchez Suárez, comandante del Comando Conjunto de Operaciones Especiales de Colombia (CCOES), describe la BBC Mundo.

Las fuerzas militares colombianas hallaron a los cuatro niños -de 9, 4, 13 y 1 año de edad respectivamente- con señales de deshidratación y picaduras de insectos, aunque se encuentran bien y fueron trasladados en un helicóptero para recibir atención médica.

El operativo de búsqueda que finalizó con éxito este viernes comenzó a mediados de mayo cuando efectivos del ejército llegaron al lugar del siniestro, ocurrido el 1º del mismo mes, y encontraron los solo los cuerpos de los 3 adultos que iban con ellos. Los niños habían desaparecido.

Desde entonces, alrededor de 120 uniformados y 70 indígenas, hicieron parte del «Operativo Esperanza».

Recorrieron unos 1.250 kilómetros de la espesa selva que hay entre los departamentos colombianos de Caquetá y Guaviare ayudados por helicópteros y perros rescatistas.

«Hemos puesto todos los recursos posibles para encontrarlos», le dijo en mayo a BBC Mundo el capitán Carlos Vargas, miembro del equipo de comunicaciones del ejército.

Las condiciones climáticas de la búsqueda eran tan adversas que se había reportado que 14 indígenas habían tenido que abandonar la misión por problemas de salud.

La voz de la abuela

Parte de la estrategia consistió en reproducir por parlantes una y otra vez la voz de Fátima, la abuela de los niños, diciéndoles tanto en español como en su lengua indígena nativa que los estaban buscando. «Tienen que estar quietos», decía el mensaje.

El comandante del Comando Conjunto de Operaciones Especiales de Colombia, Pedro Sánchez, había explicado que el operativo avanzaba con tres hipótesis: que los menores habían muerto, que estaban bajo el poder de las disidencias de las FARC, y la que terminó siendo cierta: que estaban vivos, solos y perdidos.

«Estaban solos. Ellos mismos lograron un ejemplo de sobrevivencia total que quedará en la historia», declaró este viernes el presidente colombiano Gustavo Petro.

La búsqueda de los niños incluyó la colaboración entre el gobierno, las comunidades indígenas y el ejército nacional, algo que la vicepresidenta Francia Márquez recalcó tras conocerse que los menores habían sido encontrados.

«Cuando ponemos los saberes y las instituciones a trabajar con persistencia al servicio del pueblo podemos solucionar, salvar vidas y construir colectivamente la esperanza», escribió en Twitter.

Las pistas

La atención mediática se volcó en el operativo a medida que se fue reportando que los rescatistas habían encontrado pruebas de que los niños estaban vivos: un pañal, restos de fruta mordida, un biberón rosado y un «refugio construido de manera improvisada con palos y ramas».

«Presumimos que los niños que se encontraban dentro de la aeronave estén con vida. Hemos encontrado algunos rastros en una posición diferente y distante de donde quedó la aeronave (…) Encontramos también un posible sitio donde los niños se pudieron haber resguardado y seguimos la búsqueda», dijo un vocero del ejército el pasado 18 de mayo.

La pista que terminó siendo clave en la búsqueda fueron las huellas de uno de los niños junto a las de un perro. Según uno de los comandantes de la misión, corresponderían a Wilson, uno de los tres caninos que hacía parte del grupo de búsqueda y se había perdido unos días antes.

«Donde encontramos las últimas huellas, encontramos huellas de un canino. Nosotros pensamos que el perrito los encontró y los acompañó», dijo Lucho Acosta, coordinador nacional de la guardia indígena.

Tras el rescate de los niños, se confirmó que el perro sigue perdido.

El accidente

El día del accidente la familia viajaba para reencontrarse con el padre, Manuel Ranoque, un líder indígena que había huido de Araraucara a raíz de las amenazas que recibió por parte de grupos armados ilegales.

El avión cubría la ruta Araracuara – San José del Guaviare con siete personas a bordo, incluido el piloto.

Este había informado sobre problemas con el motor de la avioneta Cessna 206 minutos antes de que el avión desapareciera de los radares, dijo el organismo de respuesta a desastres de Colombia.

La región selvática en la que se estrelló la avioneta tiene pocas carreteras y es de difícil acceso por vía fluvial, por lo que es común el transporte aéreo.

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