Néstor Rivero Pérez

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El 8 de diciembre de 1780 nació en la isla caribeña de Santa Lucía, Jean Baptiste Bideau, marino y prócer notable de la guerra de independencia hasta que muere en 1817, en la defensa de la Casa Fuerte de Barcelona. Su acto más recordado lo constituye su rescate en bote del Libertador, el 16 de julio de 1816, cuando este fue abandonado en Ocumare de la Costa por los suyos y estuvo a punto de caer en manos realistas.

 

Taller de botes

Las autoridades de Santa Lucía le tributan como héroe de la emancipación suramericana. Santa Lucía, posesión gala al momento en que nace Bideau, pasará en 1814 bajo control británico, hasta que en 1979 obtenga su independencia. Bideau se radicó en Trinidad desde antes de 1800, uniéndose al proceso emancipador de Costa Firme a partir de 1810. En Trinidad ejercía como “marino de profesión y poseía un taller de fabricación de botes”, según recuerda el historiador haitiano Paul Verna. En 1811 se pondrá al servicio de las fuerzas patriotas con el bergantín “Botón de Rosa”, de su propiedad. Sus labores habituales le hicieron imprescindible para las tentativas emancipadoras que tomaban posesiones insulares del Caribe como base de conexión con Tierra Firme. Se uniría a marineros como Louis Aury (Ory) y Jean Lafitte, corsarios y dueños de naves, al armador curazoleño Luis Brion, y a Gregorio McGrégor, para impulsar desde el mar iniciativas contra los españoles.

Con Mariño en Oriente

Bideau, junto a otros 45 patriotas encabezados por Santiago Mariño, José Francisco Bermúdez, Manuel Valdez, Carlos Manuel Piar y el joven Antonio José de Sucre, suscriben el 11 de enero de 1813 el Acta de Chacachacare, juramento de libertad del territorio patrio. El grupo desembarcará en Güiria el 13 de enero de 1813 para liberar el oriente venezolano. En distintas oportunidades Mariño le deja encargado del gobierno en la región de Güiria, para comandar personalmente operaciones en distintos puntos del Oriente. J. B. Bideau firmaba conjuntamente con el general Mariño -tal como recuerda Verna- “todos los comunicados y cartas oficiales del gobierno independiente de Güiria”. Seguramente, además de su resolución y coraje, Mariño reconocía la contribución del marino santaluciteño, con sus botes, para el traslado de hombres, armamento y vituallas, en la expedición que zarpó de Chacachacare.

Salvador y abolicionista

Tras la caída de la Primera República en 1812, Bideau contribuirá con sus embarcaciones y contactos, al traslado de numerosos patriotas que buscaban emigrar a Trinidad. En 1828 estando en Bucaramanga, el propio Libertador, recordando el desastroso desembarco de Ocumare de la Costa de 1816, se expresará de Bideau en términos por demás honrosos: “Iba a darme un pistoletazo cuando… Mr. Bideau volvió del mar en un bote y me tomó para salvarme”. Hecho significativo para la historia social suramericana fue el decreto de Bideau del 16 de febrero de 1815, de “liberación de los esclavos, exhortándoles a retirarse a las montañas para resistir” (Paul Verna). Bideau ofrendará su vida el 17 de abril de 1817, defendiendo la Casa Fuerte de Barcelona, la que en aquella fecha cae en manos realistas.

 

¿Al Panteón?

Una plaza edificada con su busto, en Castries -capital de Santa Lucía-, honra la memoria del prócer mulato Jean Baptiste Bideau. En tiempos recientes Julián Rivas, analista y diplomático venezolano, ha dicho: “Bideau posee méritos de sobra no solo para ser conocido en nuestro país, sino para estar en el Panteón Nacional, poseer un monolito en Los Próceres y para que su imagen esté en alguno de los billetes de nuestro país” (https://saberesafricanos).

 

Sinóptico

1887

Vicente Emilio Sojo

Este día nació en Guatire, Vicente Emilio Sojo, el gran rescatista de la música típica de fin de año de la región central de Venezuela, el aguinaldo, acervo rítmico de las tradiciones navideñas. El niño Vicente Emilio Sojo recibió a partir de sus 9 años instrucción musical de Régulo Rico en su pueblo natal, sumándose luego a la Sociedad Filarmónica local. En 1906 viaja a Caracas, e ingresa al Conservatorio de Música. Desde temprano Sojo se abocó con singular disciplina a la recopilación de viejas composiciones típicas y navideñas que se entonaban en parroquias caraqueñas y zonas cercanas a la ciudad. La divulgación de piezas como Cantemos, El ángel Gabriel, Si de noche ves que brilla, Din, din, din, y Niño lindo, entre otros, mucho debe a este músico mirandino.  “El trabajo de recopilación de músicos como Juan Bautista Plaza y Vicente Emilio Sojo, nos ha permitido disfrutar de este tesoro cultural y ha unido a Venezuela en una gran tradición decembrina (…) el maestro lo explicaba así: ‘Primero se debe discernir entre cuál canción folclórica es más o menos genuina; también es preciso diferenciar entre varias versiones de la misma canción, y cuál de ellas debe ser considerada como más tradicional. También una canción puede cambiar según “viaja”, e ir sufriendo transformaciones según la zona… mutando a través de mares, valles y montañas’.” (http://www.areparadio.com).

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