Machado entró en cuenta regresiva Imputación llegaría en cualquier momento (Ver video)


Emilio Hernández

El intento de desestabilización de Venezuela, en el marco de las elecciones presidenciales, ha fracasado. Edmundo González tuvo una brevísima incursión en la política venezolana, prestándose para una farsa de participación electoral del yanqui-fascismo, esta vez liderado por María Machado. Pronto, María Machado será un cadáver político, como lo es Juan Guaidó después de la más ridícula acción para tomar el poder en la historia de Venezuela.

Ante la imposibilidad de cambiar los resultados electorales del sistema informático electoral más blindado del mundo, intentaron la estrategia de retrasar al máximo el anuncio del resultado por parte del CNE, para golpear antes publicando presuntas “actas”.

Primero, realizando ataques cibernéticos a la transmisión electrónica, y luego creando caos en las calles. Así piensa el yanqui-fascismo: “¿Que son 25 muertos (pudieron ser muchos más) si podemos retrasar la acción del Plan República, que tenía que trasladar el material electoral a Caracas?”.

Causan un retraso y publican unas imágenes de unas presuntas actas en una página web, la mayoría más falsas que un billete de 15 bolívares.

Se ha dicho que es fácil deducir que son falsas por los metadatos, unos datos anexos que están dentro del archivo de las imágenes. Es así, pero no hay que ponerse muy técnicos.

El número de votantes que declaran esas actas chimbas no corresponden con el registro electoral utilizado en las elecciones, ni siquiera con el anterior. Usaron un registro viejo o intervenido, lo cual explica por qué algunas personas han encontrado a familiares fallecidos como votantes, cuando en el CNE ya no aparecen porque fueron retirados del registro.

Eso también explica la celeridad con que publicaron las presuntas actas: Ya las tenían preparadas, lo que ha sido denunciado incluso por políticos opositores. Por cierto, también explica por qué no quisieron llevar sus presuntas “actas” al TSJ.

Sacan unos resultados, primero con unos valores porcentuales exactamente iguales en cada Estado. Son tan mediocres que no saben que eso es imposible. Alguien les habrá soplado que eso no era posible, y sacan otros resultados, esta vez con un poco menos de estupidez.

Muy rápidamente se descubre que las diferencias por cada estado siguen otro patrón, menos evidente. Son datos generados por un algoritmo, con una distribución probabilística perfecta. Tampoco es posible. No saben ni mentir.

Ya es completamente evidente que el “fraude” lo cometió el yanqui-fascismo, con complicidad extranjera en el ataque cibernético, y en la campaña mundial de desprestigio de las instituciones venezolanas.

Los ataques continuarán, vendrán nuevas mentiras. Mantengámonos firmes y ¡venceremos!

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