Tal día como fue asesinado por turbas conservadoras expresidente de Ecuador Eloy Alfaro Delgado
El autor es historiador, docente y abogado.

Néstor Rivero Pérez
El 28 de enero de 1912 murió en Quito, víctima de un linchamiento promovido por grupos conservadores y ultraclericales, el expresidente y general Eloy Alfaro Delgado. Durante sus dos administraciones (1895-1901 y 1906-1911) Alfaro Delgado dio concreción a iniciativas destinadas a consolidar la Revolución Liberal y separación entre religión y Estado, además de impulsar la educación pública y laica, así como un programa de obras públicas de vasta proyección.
Proyectos antagónicos
Desde su separación de la Gran Colombia, en 1830, Ecuador se vio envuelta en profundas controversias entre las dos grandes corrientes políticas que medían sus simpatías en América Latina y el Caribe.
Desde mediados del siglo XIX, el abogado y General Gabriel García Moreno, dotado de gran capacidad administrativa y poder de movilización de la opinión pública aglutinó a su alrededor los grupos conservadores, terratenientes tradicionales y del clero que adversaban la laicización educativa. Y no obstante, ser García Moreno impulsor de un amplio programa de construcción de escuelas públicas, puso en manos de la orden de los Jesuitas, la gestión escolar de su país.
Liberalismo progresista
Entre las reformas impulsadas por la Revolución Liberal que lideraba Eloy Alfaro, destacan el establecimiento del divorcio, educación gratuita y laica, defensa de la territorialidad de Ecuador, así como su auspicio a la integración suramericana a partir del legado del Libertador Simón Bolívar.
Patria Grande
Entre 1895 y 1911, con el intervalo entre sus dos mandatos, Eloy Alfaro fomentó iniciativas para la integración regional de Nuestra América. Así, el catedrático ecuatoriano Víctor Hugo Rodríguez Roditi, ha hablado de la Doctrina Alfaro, de acuerdo a la cual guarda vigencia “la tesis de las Uniones Regionales representadas fielmente en el Congreso Diplomático Centroamericano de Acajutla, El Salvador, celebrado el 25 de agosto de 1890, y en el Congreso Boliviano de Caracas del 1º de julio de 1911…con Perú y Bolivia (…) a decir de Eloy Alfaro “La Unión Centroamericana será igual a la que deberá alzarse más al Sur, sobre el solar de la Gran Colombia” [https://www.afese.com].
Junto a los gobernantes José Santos Zelaya de Nicaragua y Cipriano Castro de Venezuela, Alfaro patrocinó actuaciones integracionistas.
Obra y lapidación
Habiéndose empeñado en la construcción del ferrocarril transandino del Ecuador, que une al puerto de Guayaquil con la capital Quito, Alfaro dio culminación en 1908 a esta obra de 452 kilómetros, durante su segundo mandato, para regocijo de todos los ecuatorianos.
En su momento, dicha obra que fue “considerada como la más difícil del mundo, contribuyó, sin duda, a la integración nacional, al menos entre costa y sierra” [http://www.historiaypresente.com].
La hazaña atiende al hecho de que desde Guayaquil, la línea férrea debe ascender con sus vagones, carga y pasajeros, a los 2.850 metros sobre el nivel del mar, altura donde se localiza Quito.
Sin embargo, tras el golpe de Estado que le depuso en agosto de 1911 y salir al exilio, Eloy Alfaro regresa meses después, y luego de firmarse un acuerdo con el nuevo gobierno, el documento es desconocido por el presidente Carlos Freire Zalbumbide.
Uno de los acusadores de este último, Pío Jaramillo Alvarado escribirá en 1919 “»(…) Acuso ante la historia la responsabilidad del Gobierno del señor Carlos Freile Zaldumbide…para que la Corte Suprema diga con su sentencia que la justicia es inexorable para los grandes, como lo ha sido para los pequeños». [Wikipedia]
Nieto-Presidente
Entre los descendientes de Eloy Alfaro Delgado destaca Rafael Correa Delgado, nieto en quinto grado del caudillo liberal por rama materna. En distintas oportunidades el expresidente Correa ha reivindicado la memoria de su antepasado.
Sinóptico
1821
Maracaibo: Independiente de España
Este día la Provincia de Maracaibo se declaró “libre e independiente del gobierno español” incorporándose a la Gran Colombia. En el hecho intervino de modo principalísimo el General Rafael Urdaneta. Según indica DF O´Leary, tras la firma del Armisticio a finales del año anterior, “Urdaneta…comenzó a influir en las personas notables del lugar para un cambio que en verdad deseaban con ansia muchos de ellos” (Narración, Tomo II).
En connivencia con el coronel Fco Delgado, comandante militar de Maracaibo por los realistas, Urdaneta inició el desplazamiento de un fuerte contingente hacia la isla de Gibraltar, en apoyo a la decisión que debían tomar los marabinos.
Días después, el Libertador, consciente de que era inevitable la reanudación de hostilidades con los realistas, instruyó a sus oficiales, Páez en Apure, Cedeño en Guayana, Bermúdez en Oriente y Urdaneta en Occidente, que dispusiesen la movilización de sus fuerzas hacia el Centro, en la campaña final que debía cerrar en el campo de Carabobo en junio de 1821.