Néstor Rivero Pérez

[email protected]

El 1° de octubre de 1864 falleció en la isla Puná, frente a Guayaquil (Ecuador), el militar y político Juan José Flores, venezolano quien desde su adolescencia y tras breve pasantía por el Ejército Realista, se sumó a las campañas bélicas por la emancipación de Venezuela.

Su arrojo en combate, disciplina y dotes de administrador, captaron la atención del Libertador Simón Bolívar, quien a partir de 1822 le envía al Sur, para seguidamente asignarle responsabilidades como oficial y luego Intendente de Departamento. Entre 1830 y 1845, en tres oportunidades, ejerció la presidencia de dicho país.

 

Combates en Venezuela

En un tiempo en que el valor personal era moneda común, Juan José Flores demostró mucho coraje a la hora de dar cumplimiento a sus tareas militares, así como buena disposición para dirigir tropas. De allí que desde el inicial grado de alférez, logre obtener sus ascensos hasta alcanzar el de general de División otorgado por el Libertador en 1826.

Para entonces había formado su hogar en Quito y ejercía funciones administrativas al frente del departamento del mismo nombre. De joven se enroló en el ejército independiente, encontrándose entre los defensores de Valencia durante el sitio de 1814 por Ceballos y Boves. Flores asimismo estuvo en 1815 en las acciones de Arauca y Palmarito; en 1816 en la Mata de la Miel y el Yagual; en 1817 en Mucuritas; en 1818 en los combates de Mijagual, Araure y Nutrias.

En 1819 participó en las acciones del Paso Marrereño, la Gamarra y Trapiche de Ajejo. Estuvo en Carabobo el 24 de junio de 1821; y a fines de ese año es seleccionado dentro del cuerpo de oficiales que acompañará a Bolívar y Sucre en la Campaña del Sur.

 

Toca a Ud lavar esta mancha”

Tras el asesinato de Sucre -instigado por José María Obando-, el Libertador escribe a Flores: “Yo temo de todos los beneméritos capaces de redimir la patria”, insinuando con la idea de “redimir”, la posibilidad de que Flores, animado por el ideal de gloria, se dispusiese sostener los proyectos que tanto Bolívar como Sucre habían propugnado en lo social y en cuanto al modelo de Estado Nacional. De allí que el Padre de la Patria le exhorte a no permitir la impunidad en cuanto al magnicidio del héroe cumanés “(…) Toca a Ud pues lavar esta mancha execrable”.

En todo caso, distintas versiones de la misma época expusieron la hipótesis según la cual Flores no mostró mayor interés en brindar apoyo al Gran Mariscal de Ayacucho en su retorno a Quito, siendo que distintos sectores veían en el héroe cumanés al sucesor de Bolívar y nuevo Presidente del Ecuador, no a Flores. Así, el 9 de noviembre de 1830, a pocas semanas de entregar su vida en la Quinta de San Pedro Alejandrino, en Santa Marta, Bolívar escribe a Flores: “Añadiré como Catón el anciano: ‘este es mi parecer y que se destruya Cartago’. Entienda Ud por Cartago la guarida de monstruos del Cauca. Venguemos a Sucre… vénguese a Colombia que poseía a Sucre, al mundo que lo admiraba, a la gloria del Ejército y a la santa humanidad impunemente ultrajada en el más inocente de los hombres”.

Albacea de la Independencia

Después de 1830, muerto Sucre y ya desaparecido el Libertador en Santa Marta, Juan José Flores deviene en un político que da uso a las glorias alcanzadas en los años de la gesta emancipadora, para operar como gendarme en el orden interior del seno de una sociedad que aún mantenía taras como la esclavitud, alto analfabetismo y ausencia de políticas de Estado para la regeneración de las sociedades surgidas del régimen colonial, aspectos que concitaron escasa atención de Flores, muy distinto a las iniciativas de Sucre en estos puntos.

Sinóptico

1928

Primer Plan Quinquenal de la URSS

Este día, durante el mandato de Iosif Stalin, entra en vigencia en la URSS el Primer Plan Quinquenal de la Economía. Tras el inicio de la Revolución Rusa, Vladimir Ilich Lenin resumió con una frase el propósito de la URSS, en medio de una economía de guerra, al estimar que el socialismo era “Electricidad más los soviets”.

Sin embargo, el terrible cuadro de aislamiento y agresiones impuesto por las potencias mundiales de la época, indujo a Lenin a convocar en 1921 a sectores privados industriales, campesinos ricos y facilitar una parcial liberalización del comercio.

Empero ya en 1928,  Stalin acelera, con el I Plan Quinquenal de la URSS, el tránsito al socialismo. Tres años después Stalin, apoyándose en el planificador Eugenio Preobrazhenski -quien posteriormente sería acusado de “trotskista” y eliminado-  ratifica sus criterios, al esbozar sus propósitos: “Estamos 50 o 100 años detrás de los países avanzados. Debemos acortar esta distancia a 10 años. O lo hacemos, o ellos nos aplastarán” (Wikipedia).

Ciertamente con la herramienta de la planificación, la URSS alcanzó un desarrollo sorprendente que la llevaría en 1945, a derrotar la invasión alemana y emerger como gran potencia mundial hasta su disolución en 1990.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

error: Este contenido está protegido !!