Tal día como hoy murió Juan Ginés de Sepúlveda: defendió jurídicamente la conquista de América
El autor es historiador, docente y abogado.

Néstor Rivero Pérez
El 17 de noviembre de 1573 murió Juan Ginés de Sepúlveda, quien ha pasado a la historia como teórico del derecho de los conquistadores y encomenderos en el sometimiento de la población aborigen de América durante la conquista liderada por España.
Supremacismo europeo
Contrario al iusnaturalismo de Francisco de Vitoria, defensor de los indios, Sepúlveda abogaba por el conquistador frente a la población nativa americana, sosteniendo que la civilización europea era superior a la del Nuevo Mundo. Se fundamentaba en la idea de Aristóteles, justificadora del “dominio del amo sobre el esclavo (…) Con los animales domésticos, el esclavo comparte la utilidad para el amo, la constitución robusta del cuerpo y la necesidad de ser guiado en sus trabajos por su incapacidad de autoiniciativa racional”. Ginés de Sepúlveda escribió respecto a nuestros indios: “Son tan inferiores a los españoles, como niños a los adultos… habiendo entre ellos tanta diferencia como la que va de gentes fieras y crueles a gentes clementísimas” (De la justa causa de la guerra contra los indios). Sepúlveda exponía la superioridad de una civilización con derecho a imponerse por la fuerza sobre otras a las que titula de inferiores, tesis que durante quinientos años ha legitimado la rapiña colonial y destrucción de culturas y naciones por potencias imperiales.
Leyes de Burgos
El dilatado debate respecto al tratamiento que la Corona española debía dar a la población de América, se inició con los sostenidos reparos que el fraile Antonio de Montesinos, regresado a la Península, formuló en 1511, a propósito de las condiciones en que los conquistadores y encomenderos sometían a los indios, y que él presenció durante su estadía en Santo Domingo, durante los primeros años del siglo XVI. Así, en 1512, Fernando el Católico aprueba las Leyes de Burgos, sustentadas en la tesis de que España poseía derecho para dominar en tierras americanas y evangelizar a su población.
Leyes Nuevas
En 1542 entran en vigor las Leyes Nuevas, rubricadas por Carlos V, que reconocen el carácter de personas para la población nativa de América, instruyendo el “buen tratamiento y conservación de los indios”. En tanto que las Leyes de Burgos de 1512, consagraban la condición de seres humanos a la población originaria, a su vez sostenían el derecho de conquistar sus tierras, reduciéndoles con el Requerimiento y las encomiendas de servicio perpetuo, que les retrotraía a una esclavitud de facto, condición que justamente era la que procuraban erradicar figuras como Montesinos, Bartolomé de las Casas y Francisco de Vitoria. Este último postulaba que los derechos de Europa y sus conquistadores en América “eran ilegítimos”, basándose para ello en el principio de la universalidad de los derechos humanos”.
“Justas Títulos”
De acuerdo a los teólogos y juristas de la Corte, Castilla poseía en exclusividad el derecho a colonizar y explotar las tierras del nuevo continente. Y ello la oponía a las pretensiones de Francia, Holanda e Inglaterra, en cuanto a penetrar en el Nuevo Mundo; respecto a Portugal este punto quedó resuelto mediante el Tratado de Tordesillas de 1494. Ello por una parte; por la otra, la Corona podía «someter y evangelizar a la fuerza a los indígenas» (https://historiasdespain).
Bartolomé de Las Casas
Entre 1550 y 1551 se dio en España un debate sobre la justeza de la conquista y sometimiento de los indios por los conquistadores españoles. Las “Juntas de Valladolid” midieron los alegatos de Ginés de Sepúlveda, defensor intransigente de los conquistadores y el sometimiento de los indios, con los de Fray Bartolomé de las Casas, quien condenaba la destrucción de las Indias y los procedimientos crueles y violentos aplicados por los conquistadores.
Sinóptico
1815
Liberación de Margarita
Este día los patriotas, al mando de Juan Bautista Arismendi, desalojaron de la Villa del Norte, en la isla de Margarita, a varios miles de soldados realistas jefaturados por el gobernador español Joaquín de Irrruztieta. La acción dio su libertad al norte de la isla. En carta del 26 de junio del año siguiente, el Libertador escribirá al respecto a Arismendi: «El valor es preferible al número, y la habilidad superior al valor». El grueso del ejército de Arismendi lo formaban agricultores, peones y pescadores, que manejaron en combate el machete y la azada, cuyo uso dominaban desde la infancia. La disputa por el control del norte de la isla es de muy alta significación en la historia republicana, por cuanto permitió al Libertador recalar en mayo del año 1816, en Juangriego, único puerto patriota de la América Septentrional que escapaba al dominio monárquico. La insurrección de Margarita se inició con apenas tres fusiles arrancados a españoles. En el combate del 17 de noviembre se destacaron al lado de Arismendi, Francisco Esteban Gómez y José Joaquín Maneiro.