Néstor Rivero Pérez

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El 20 de julio de 1822, hace doscientos años nació en la localidad de Hynčice (República Checa) Gregorio Mendel, cuyas investigaciones y descubrimientos en el campo de la reproducción de especies vegetales le han consagrado como Padre de la Genética.

Los numerosos cruces que durante años hizo Mendel con variedades de guisantes y arvejas le llevaron a conclusiones precisas acerca del modo en que opera la herencia y que se conocen como “Leyes de la herencia” o Leyes de Mendel.

Herencia genética

El vocablo “Herencia” proviene del Derecho, y mucho antes de que la Genética se estableciese como ciencia específica -durante el tránsito del siglo XIX al XX-, ya en la Antigüedad los egipcios y los mesopotámicos del tiempo de Hammurabí regulaban con rigor el modo en que se delimitaba el patrimonio o conjunto de los “bienes, derechos y obligaciones” que tras su muerte, los progenitores transferían a sus hijos.

Y visto las similitudes que en este punto ofrece el Derecho con la Naturaleza, el término comenzó a ser aplicado por los investigadores del nuevo campo del conocimiento, la Genética, definida como la ”rama de la biología que estudia la forma en que se transmite la herencia biológica entre generaciones. Su principal objeto de estudio son los genes, los cuales son unidades moleculares de información de esta herencia genética. Dentro de los genes se encuentra el genotipo. Una vez manifestado el genotipo, se habla entonces del fenotipo” (https://dravetfoundation.eu/cual-es).

Genotipo y fenotipo

Los estudiosos de la genética consagran al genotipo, componente de los cromosomas, como el conjunto de los genes que conforman la información que ha heredado el individuo en su constitución física y que legará a la generación subsiguiente. Y su interacción con el medio se denomina fenotipo, delimitado como “la expresión en forma física de las características de un individuo de cualquier especie” (Ibídem).

Del guisante a la genética

En su actividad de hibridación de plantas, Mendel comenzó a darse cuenta de la particularización que se producía en los especímenes: algunos surgían diferentes a los de la progenie, y otros conservaban su misma forma, determinando, Mendel, la presencia de elementos “como los dominantes que se caracterizan por determinar el efecto de un gen y los recesivos por no tener efecto genético sobre una persona heterocigótica” (http://www3.gobiernodecanarias.org).

Las tres leyes

Mendel formuló los tres principios que sustentan la Genética como ciencia: *) Ley de la uniformidad de los híbridos de la primera generación filial: “Al cruzar una raza pura de una especie (AA) con otro individuo de raza pura de la misma especie (aa), la descendencia de la primera generación filial será fenotípicamente (físicamente) y genotípicamente igual entre sí (Aa); *) Ley de la segregación.

Esta ley dicta que en la segunda generación filial, obtenida a partir del cruce de dos individuos de la primera generación filial, se recupera el fenotipo (y el genotipo) del individuo recesivo de la primera generación parental (aa) en uno de cada 4 descendientes, y *) Ley de la transmisión independiente de los caracteres. Durante la formación de los gametos, la segregación de los diferentes rasgos hereditarios se da de forma independiente unos de otros” (https://genotipia.com).

Honras tardías

Y no obstante que los trabajos de Mendel fueron presentados ante la Sociedad de Historia Natural de Brunn en 1865 se mantendrían con escasa incidencia dentro de la comunidad científica hasta que en 1900, cuando “Carl Correns y Erich von Tschermak redescubrieron por separado las leyes de Mendel” (Ibídem).

William Bateson, al publicar en 1902 su obra Los principios mendelianos de la herencia dio fuerte impulso al conocimiento de los trabajos de Mendel “sobre hibridación” (Wikipedia), Bateson fue el primero en acuñar vocablos como “Genética”, “gen” y “alelo”. En los últimos años ha habido avances sorprendentes en áreas como “la secuenciación y análisis de genomas humanos…herramienta fundamental para el diagnóstico, monitorización o tratamiento de muchas enfermedades” (https://genotipia.com).

Sinóptico

1969

Primer hombre en la Luna

Este día el astronauta Neil Armstrong, comandante de la nave Apolo 11, puso su pie en la Luna, siendo el primer humano en lograrlo. El suceso fue contemplado por televisión en distintos países del mundo. A poco del alunizaje del Apolo 11, Armstrong pronunció su célebre frase “Es un pequeño paso para el hombre, pero un gran salto para la Humanidad”.

Hoy día, con la tecnología satelital de numerosos países, las fronteras de la Tierra traspasan en su uso pacífico los linderos del planeta. La Luna sigue siendo objetivo de control por parte de superpotencias, que aspiran aprovechar el potencial de minerales eventualmente allí contenidos y que ven en la Luna la estación para un viaje a Marte y otros linderos del Sistema Solar.

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