Néstor Rivero Pérez

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El 7 de octubre de 1885 nació en Copenhague (Dinamarca) Niels Bohr, padre de la física cuántica, área del conocimiento que ha conducido en el presente al desarrollo de campos como la nanotecnología, la inteligencia artificial, e innovaciones en electromagnetismo, telecomunicaciones, entre otros, con aplicación en áreas de la  salud y en las ingenierías.

 

Genio entre genios

Sus aportaciones configuraron un nuevo capítulo en el conocimiento acerca del modo en que funcionan los átomos en su escala ultramicroscópica, y esto lo logró a partir del descubrimiento del electrón hecho por Joseph John Thompson, e igualmente por los aportes de Albert Einstein, Ernest Rutherford, así como de Louis De Broglie y Werner Heissenberg.

Cabe destacar que Max Planck descubrió en 1900 “que la radiación no es emitida ni absorbida en forma continua, sino en pequeñas cantidades a las que denominó cuantos” [https://www.bbc.com]. Años después Einstein, así como un nutrido grupo de otros científicos “adoptaron las ideas de Planck para explicar que las ondas de luz se comportan también como una corriente de partículas, y que los electrones son simultáneamente partículas y ondas” [Íbidem].

 

“Desconcertante”

Los adelantos de esta élite de genios, que laboraron en sus laboratorios y gabinetes entre las postrimerías del siglo XIX y la primera parte del siglo XX, iniciaron el camino hacia la comprensión de lo incalculablemente pequeño.

Y lo sorprendente del tipo de hallazgos a que conduce el examen de esta magnitud de la materia centrada en el átomo, indujo a Niels Bohr a emitir una expresión de suma originalidad y carga de humor, según la cual “si nada de esto te parece desconcertante es porque no lo has entendido» [Íbidem].

Bohr descubrió que alrededor del núcleo del átomo “el número de electrones en cada órbita aumenta desde el interior hacia el exterior” [Wikipedia]. También se le deben innovaciones en el campo de la radiación y el haber constatado “la gran capacidad de fisión del isótopo de uranio 235” [Íbidem].

 

Bohr y la bomba

Vista la probabilidad de que la Alemania nazi -dado el alto nivel de sus físicos e ingenieros, así como su opción para acceder a los componentes del material radiactivo- y Adolfo Hitler completaran el Proyecto Uranio, Borhr, de ascendencia judía, como muchos otros talentosos investigadores radicados en países sobre los que el III Reich ejercía control, resolvió escapar de Dinamarca poco antes de que, según pudo conocer, lo detuviese la Gestapo, y logró llegar a Suecia, para luego dirigirse a Londres (Reino Unido).

Tras su llegada a EEUU, ponderando la inminencia de que Alemania se hiciese de la bomba atómica, se involucró en el Proyecto Manhattan, que ya estaba en marcha, y fue trasladado a Los Álamos por el presidente Franklin Delano Roosevelt.

Premiaciones

Obtuvo varios reconocimientos por su actividad profesional y obra. La Academia Sueca lo reconoció en 1922, hace cien años, con el Premio Nobel de Física, «por su investigación acerca de la estructura de los átomos y la radiación que emana de ellos» [https://www.gob.mx]. Igualmente en 1926 se le concedió la Medalla Franklin de Física y en los años de la segunda postguerra el Premio Átomos para la Paz. Este último galardón se le entregó luego de que entre los años cuarenta y cincuenta insistiese en el uso pacífico de la energía nuclear.

Bohr mantuvo una fructífera actividad académica hasta su muerte en 1962. Entre los grandes amigos de Bohr destaca Albert Einstein, con quien sostuvo una célebre polémica acerca del modo en que opera la realidad, respecto a la cual el padre de la relatividad defendía una postura proclive a la causalidad en términos de la mecánica clásica y sostenía que “Dios no juega a los dados”. Por su parte Bohr derivaba la realidad de la estructura cuántica, campo que por entonces era poco conocido por muchos especialistas.

  

Sinóptico

1842

María Antonia Bolívar

Este día murió en Caracas María Antonia Bolívar, hermana del Libertador Simón Bolívar, que lo representó mientras él estaba en el Sur, entre 1821 y 1827, en el arreglo de numerosos reclamos de índole personal en Caracas.

 Así, respecto a quienes reclamaban por linderos de San Mateo, la titularidad de una casa en La Guaira o la cancelación de una deuda familiar, Bolívar le pedía a “Antonia”, como la llamaba, que le enviase una relación de las deudas para no pagar dos veces un reclamo.

El Libertador dio poder a su hermana para que lo representara en la disputa por las minas de cobre de Aroa, y cuyos derechos correspondían al héroe por títulos del mayorazgo familiar. “No tengo otros bienes”, le escribió en una ocasión Bolívar, instándola a un arreglo que le permitiese una vejez sin inquietudes económicas.

En 1841 María Antonia inició gestiones ante el gobierno de José Antonio Páez para que las cenizas de Simón Bolívar fueran traídas a Caracas.

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