¡Abrumador! 97% de denuncias sobre abuso sexual son ciertas

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La avalancha de señalamientos desprendió dudas entre quienes temen que estos canales se usen para mentir. La ONG Utopix afirma que solo “un 3% pueden ser falsas”. Foto Internet.

VEA / Ildegar Gil

Hace un par de semanas las redes digitales estremecieron a Venezuela ante señalamientos que, por su

delicadeza, profundidad y reiteración, generaron un debate que en su momento fue intenso: el de las denuncias por presuntos abusos de tipo sexual.

El suicidio, en Argentina, del venezolano, Willy Mckey, es hasta ahora el capítulo más singular de una situación socialmente lamentable.

Uno tras otro, los nombres de hombres con prominencia pública saltaban a la vista de usuarias y usuarios llegando, incluso, a facilitar la intervención del Ministerio Público que citó a algunos de ellos y exhortó a continuar las denuncias de quienes se consideraran agraviadas.

El torrente de pronunciamientos se topó con algo que también era de prever: la duda por parte de quienes observan, con sorpresa, la seguidilla de testimonios.

Consultada por Diario Vea Aimeé Zambrano, vocera de la ONG Utopix (vinculada a la defensa y divulgación de los derechos de las mujeres), no niega que pueda existir la posibilidad de que alguien se aproveche del momento para “pasar factura”, pero enfatiza que se trata de casos donde las probabilidades son ínfimas: “Del 100% de denuncias, un 3% pueden ser falsas”, pero advierte, a través de correo electrónico, que quien caiga en tal práctica puede terminar encarcelada producto de incurrir en simulación de hecho punible castigado por la ley.

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Dijeron ¡basta!

-¿Cómo evalúa Utopix la seguidilla de señalamientos púbicos sobre presunto abuso sexual en Venezuela?

-Las mujeres que formamos parte de la comunidad y la plataforma Utopix apoyamos a todas las sobrevivientes de acosos y abusos sexuales que están pronunciándose a través de las redes sociales, y nos sumamos al #YoSíTeCreo, ya que sabemos y entendemos que no es fácil denunciar este tipo de crímenes, ya que muchas veces existe una revictimización de las denunciantes, entendiendo además que es muy común en estos casos que la denuncia se realice mucho tiempo después. Para nosotras es una expresión de la normalización del abuso sexual que existe en nuestro país y que muchas decidieron decir ¡basta!.

– ¿Qué motivó ese caudal, tan repentinamente?

-Para mí, inició con el caso de los músicos, y muchas mujeres al ver la cantidad de casos que salieron a la luz pública, y al notar que no eran las únicas que pasaron por estas violencias decidieron hablarlo, muchas por primera vez, ya que nunca lo hicieron por miedo, por sentirse culpables, incluso por normalizar el abuso y no pensar que lo que había pasado era eso. Y ciertamente es un proceso doloroso, pero en muchos casos también es sanador, ya que sirve para que la sobreviviente pueda hablar o escribir sobre lo que pasó.

– ¿Sospechaban en Utopix la existencia de esta situación?

-Más que como Utopix, como mujeres sabemos que esto pasa porque muchas hemos vivido cotidianamente situaciones de violencias, de acosos desde niñas; y sabemos que no son cuentos de caminos o historias inventadas, sabemos que nuestras madres, amigas, familiares han vivido situaciones de este tipo a lo largo de su vida; ya que según estimaciones de la Organización Mundial de la Salud alrededor de una de cada tres (30%) mujeres en el mundo han sufrido violencia física y/o sexual de pareja o violencia sexual por terceros en algún momento de su vida. Así que más que sospecharlo sabíamos que pasaba y esto solo nos confirmó nuestra apreciación.

 

Tumbarlos del pedestal

– Se ventilan muchos nombres de hombres con reputación…

-En redes se ventilan estos nombres precisamente porque lo que más temen estos violadores es perder su credibilidad y status, ya que en muchos casos estos hombres usaban su poder como escritores, músicos, actores, profesores para acosar o abusar de mujeres, niñas y adolescentes. Y en este caso para ellos, más que una sanción penal, les duele la sanción moral que los tumba de su pedestal y los muestra como lo que son.

– ¿Cómo puede una víctima guardar algo así, hasta durante décadas?

-Es totalmente entendible que una sobreviviente (prefiero llamarla así a víctimas, porque son mujeres sumamente valientes) no hable de este tema durante años, ya que el trauma, el miedo a que no le crean, muchas veces el sentirse culpable o incluso creer que no era algo malo por tener normalizado el abuso, hace que calles y no lo hables, no lo digas, porque además si es alguien de poder las amenazas, el miedo, el pensar en que mucha gente va a juzgarte, no va a creerte, hace que el silencio sea la mejor manera de blindarse ante el dolor. Para muestra los casos de Bill Cosby, Harvey Weinstein, el caso Spotlight de miles de sacerdotes pederastas, en el que lxs sobrevivientes hablaron muchos años después.

 

Donde más les duele

-¿Por qué usar las redes digitales, en lugar de formalizar la denuncia ante las instancias correspondientes?

-Las redes se usan como un mecanismo de presión para darle a los abusadores que tienen un status en donde más le duele, que es la opinión pública, pero además se termina recurriendo a estas instancias porque muchas veces si vas a hacer una denuncia ante los cuerpos policiales te ponen mil y un trabas que revictimizan a la denunciante, o simplemente no te la toman, te pelotean, te mandan a Fiscalía como ocurre en la actualidad. Ante esta realidad, muchas mujeres optan por denunciar en redes porque si haces un escándalo público probablemente te hagan más caso que si haces la denuncia por los canales regulares.

-Estos pronunciamientos vía internet, ¿son suficientes para que el Ministerio Público inicie una averiguación?

-Debería ser suficiente para que abran un expediente y que el caso se investigue, ya que pocas mujeres se atreven a someterse a los ojos de todxs para denunciar una violación o un acoso.

– Hay quienes apoyan, desde esas mismas redes, lo que está sucediendo, pero hay quienes temen que pueda convertirse en un arma para pasar factura. ¿Esto pudiera ocurrir?

-Del 100% de denuncias, un 3% pueden ser falsas, y sí, muchos temen a lo que se ha llamado la Cultura de la cancelación, pero esto va más allá de este fenómeno, esto es usar las redes para hacer denuncias concretas de casos de acosos y abusos sexuales, y yo si creo que es totalmente válido utilizarlas si sientes que el sistema de justicia no te ampara o no te apoya frente a estos hechos. Además existe una figura en la ley que se llama Simulación de hecho punible, si alguien miente o denuncia falsamente, esa persona puede terminar encarcelada, así que creo que una persona debe pensárselo dos veces antes de acusar a alguien falsamente.

 

Abuso sexual y femicidio

– ¿Existe alguna relación entre los abusos de tipo sexual y el femicidio?

-Sí existe una relación, ya que ambos son tipos de violencia contra las mujeres y niñas tipificadas en la ley, pero además en la tipificación de los femicidios, aparecen los llamados femicidios sexuales, en los que el principal motor es el abuso sexual seguido del asesinato como ocurre en algunos casos de femicidios infantiles o lo ocurrido en Portuguesa en el mes de febrero cuando dos adolescentes fueron víctimas de un femicida múltiple.

– ¿Cuánto tiempo durará este oleaje de reacciones?

-Es difícil precisar eso. Yo creo que de ahora en adelante hay que acostumbrarse a que mujeres e incluso hombres hablen de esas violencias que sufrieron en las redes sociales, ya que en muchos casos les sirve incluso para saber si otras personas pasaron por eso con el mismo agresor, o incluso como un espacio de sanación, para hablar de algo que estuvo mucho tiempo silenciado.

– Esta actitud, ¿nos coloca en buen camino hacia el respeto a la igualdad de género?

-Yo creo que sí. Creo que da pie a que se entienda que Venezuela es un país sumamente machista, en donde existe un secreto a voces que es el abuso sexual infantil y el acoso en diversos espacios que van desde el ámbito público al privado. Pero además sirve para que dejemos de naturalizar situaciones que en otra época eran vistas como normales, como que una adolescente tenga una pareja adulta, o que un profesor termine acosando a sus alumnas, creo que hablar de estos temas, que las experiencias salgan a flote, sirve para que la sociedad cambie y se respete y protejan a todxs por igual.

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