VEA/ Yonaski Moreno

Una procesión de las autoridades eclesiásticas en la Iglesia San Juan Bautista del Colegio La Salle, en Caracas, dio inicio a la ceremonia de beatificación del doctor José Gregorio Hernández, acto que coloca al médico de los pobres ante la presencia de la santísima trinidad, junto con la virgen María, los ángeles y los santos, tras 72 años de iniciado el proceso de beatificación del galeno.

La eucaristía, iniciada a las 10:00 de la mañana de este viernes 30 de abril, y presidida por el Nuncio Apostólico en Venezuela, Aldo Giordano, continuó con una bienvenida realizada por el Cardenal Baltazar Porras.

“El hijo de Isnotú es el arquetipo de la bonhomía patria de la ejemplaridad ciudadana, del estudio para servir mejor a la sociedad, de la conciencia de responsabilidad personal y del servicio a todos, en particular del necesitado de la espiritualidad de la vida que nos hace querer ser como él”, expresó el cardenal.

Tras las palabras del cardenal Porras, los obispos y arzobispos presentes se pusieron de pie para dar paso a las palabras del Nuncio Apostólico en Venezuela, Aldo Giordano, quien guió la oración Yo confieso.

La plegaria fue seguida por una interpretación de la Orquesta Sinfónica Gran Mariscal de Ayacucho, dirigida por Elisa Vega  y la coral Schola Cantarum de Venezuela, dirigida por Luimar Arismendi, con el tema Señor ten piedad.

En el acto el Vicepostulador de la Causa, monseñor Tulio Ramírez, hizo una lectura de una breve biografía del Doctor José Gregorio Hernández, dando paso al más esperado y emocionante momento del acto eucarístico, la proclamación del Médico de los Pobres como beato, que llegó en voz del monseñor Aldo Giordano, quien hizo lectura de las letras apostólicas con la fórmula de beatificación.

“Concedemos que el venerable Siervo de Dios José Gregorio Hernández Cisneros, fiel laico, experto en la ciencia y excelente en la Fe, que reconociendo en los enfermos el rostro sufriente del señor como el buen samaritano lo socorrió con caridad evangélica curando sus heridas del cuerpo y del espíritu de ahora en adelante sea llamado beato y que sea celebrado cada año en los lugares y según las reglas establecidas por el derecho el 26 de octubre”, expresó el monseñor. A sus palabras siguieron fuertes aplausos y el grito alegre de «Viva José Gregorio».

En la celebración, un miembro de la familia Hernández Cisneros fue el encargado de develar la imagen del nuevo beato venezolano con su aurola, una réplica del mosaico en honor a José Gregorio Hernández de Trujillo, realizado por el artista Luis Felipe Mogollón. El momento fue acompañado por las letras de la canción José Gregorio, de Renato Aguirre, con la interpretación de la orquesta sinfónica y la coral.

Yaxury Solórzano, la niña que recibió el milagro por intercesión del beato fue quien llevó en procesión junto a su madre, la reliquia del Beato. Luego de colocarla ambas se fundieron en un enternecedor abrazo.

Con nuevos aplausos, cantos y oraciones los presentes mostraron su júbilo ante el histórico momento.

Como parte del rito de beatificación, se procedió a la Liturgia de Palabra, iniciada con la lectura del Libro de Tobit, también llamado Libro de Tobías; luego se dio paso a la proclamación del Santo evangelio según San Mateo, correspondiente a la monición de la segunda lectura.

En el acto, monseñor Aldo Giordano, en su homilía, agradece al Santo Padre y a quienes promovieron la causa de Beatificación del médico de los pobres.

«Ha sido este un día largamente deseado y esperado, nos sentimos profundamente agradecidos con todas aquellas personas que han contribuido a llevar adelante su causa de beatificación en medio de tantas dificultades. Aprobar la beatificación ha sido una nueva y gran manifestación de cariño paternal por parte del papa Francisco, un gran regalo para todos los venezolanos», dijo el monseñor.

Añadió que «El Doctor José Gregorio es sin duda uno de los mejores venezolanos de todos los tiempos, porque él tenía un secreto: Su secreto era su fe, su creencia en Dios, su constante búsqueda por hacer la Voluntad de Dios, su poner en práctica los mandamientos, su ser discípulo de Jesucristo, su vida de oración, su amor por la eucaristía. Vivir en el evangelio lo ha convertido en el santo del pueblo, en el médico de los pobres», expresó en parte de su homilía.

La eucaristía prosiguió con las ofrendas del pueblo, la consagración del pan y el vino en el cuerpo y sangre de Jesucristo, el saludo y deseo de la paz, y el rito de la comunión.

Más tarde, se hizo lectura del quirógrafo del papa Francisco sobre la disposición de que José Gregorio Hernández Cisneros sea copatrono del ciclo de estudios en Ciencia de la Paz en la Pontificia Universidad Lateranense, colocándolo junto al beato Juan de la Paz.

La ceremonia fue finalizada con la entrega de los relicarios con la reliquia del nuevo beato, a todos los obispos, arzobispos y vicarios apostólicos del país.

José Gregorio Hernández se convierte así en el cuarto beato venezolano y el primer laico del país (que no pertenece al clero) que ha sido beatificado.

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