¿Quién es el inventor?

Néstor Rivero Pérez

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El 7 de marzo de 1876 fue patentada la invención del teléfono a nombre del inventor anglo-estadounidense Alejandro Graham Bell, no obstante que investigaciones posteriores, reconocidas en 2002 por el Congreso de EEUU mediante su Resolución 269, cuerpo este que en 2020 aprobó la resolución 269, mediante la cual dejó constancia de que “el verdadero inventor del teléfono fue Antonio Meucci”. Este dio el nombre de teletrófono al aparato surgido de su ingenio.

Invenciones paralelas

A lo largo de la historia ha sucedido que en una ciencia en particular o un campo del conocimiento aplicado (tecnología), varios estudiosos o expertos adelanten su investigación o experimenten al mismo tiempo, en distintos lugares y sin conexión entre sí, para encontrar la respuesta o solución a un mismo asunto de alto significado.

Caso paradigmático al respecto es el del bronce y el acero, aleaciones metalíferas que “fueron descubiertos independientemente en cuatro continentes” (http://www.perecondom.com). En la ciencia social se comenta el caso de Charles Darwin y Alfred Russel Wallace, quienes “llegaron a la teoría de la evolución al mismo tiempo (aunque solo el primero se ha llevado el mérito)”.

Con el avión sucedió algo muy parecido, y algunos historiadores reconocen, no a los hermanos Wright, estadounidenses, como sus inventores, sino al brasileño Santos Dumont, y así un largo catálogo de creaciones técnicas en el curso de los siglos.

Meucci, pionero

Ha sido establecido, por los registros iniciales de diseño y solicitudes de la época, que en 1860, Antonio Meucci presentó el diseño de su artefacto, aunque sin recursos propios para cubrir los trámites del registro de la patente. Ya desde 1849 este inventor italiano venía experimentando con lo que entonces denominó ‘telégrafo parlante’”, una técnica para lograr que “las voces se articularan utilizando electrodos y cables” (https://www.buscabiografias.com). Para identificar el aparato que concebía, Meucci utilizó el prefijo “tele”, que significa “a distancia”. Así, un interlocutor buscaba comunicarse con el otro tomando la punta de un cable de cobre, como se sabe, con capacidad como conductor.

En uno de sus experimentos pidió a un paciente a quien asistía, que colocase en su boca un extremo del cable, al tanto que al otro extremo del mismo, desde la habitación contigua Meucci se colocó “bajo la lengua una tercera terminal de cobre.

La cuarta terminal se unió a un magneto”. Y, cuando puso este dispositivo en funcionamiento, la descarga hizo saltar de su silla al paciente” (https://sites.google.com).

Pasos de Bell

A sus doce años Alexander Graham Bell creó una pequeña máquina casera para el descortezamiento, combinando “las paletas que rotaban con los sistemas de cepillos de clavos” (Wikipedia). Con su madre sorda, Bell, quien gustaba de la ventriloquia, se empeñó en dominar la acústica, de donde pasó a las investigaciones sobre la transmisión del sonido, llegando a sus 19 años a la conclusión según la cual “si una vocal de sonido puede ser producida por medios eléctricos, así mismo podrían también serlo las consonantes, permitiendo articular el habla” (Wikipedia), permitiéndose experimentar con un pequeño equipo de laboratorio.

Por medio de impulsos eléctricos Bell logró transmitir música a distancia”, hasta concebir el ‘telégrafo armónico”, dispositivo que permitía el envío de “los mensajes… a través de un mismo alambre, mientras cada mensaje fuera transmitido en un distinto pulso”.

La patente

Al tanto que Meucci y un tercer inventor, Elisha Gray, adelantaban en el mismo campo de la comunicación de interlocutores distantes uno del otro, Bell perfeccionó sus innovaciones, compró la patente del micrófono de carbón” que pertenecía a Tomás Alba Edison, y prohijando la conversión del nuevo aparato en un medio de masas. Todavía hoy se dividen las opiniones, la de quienes tienen a Meucci como su inventor, y quienes defienden a Bell, quien tal día como hoy registró la patente del teléfono.

Sinóptico

Nació en Estagira.

332 aC

Aristóteles

Este día, a sus 62 años de edad, murió en Calcis (Grecia) el filósofo Aristóteles, cuyo legado intelectual contribuyó como ningún otro filósofo de la antigüedad, a sistematizar el conocimiento adquirido por la humanidad. Integra junto a Sócrates y Platón la tríada universal de pensadores griegos.

Aristóteles dio lectura propia a los grandes sistemas de ideas provenientes de los presocráticos; empero su empeño por dar organicidad a distintos ámbitos del discurrir reflexivo, resultó superior al de sus antecesores, constituyéndose en base de la filosofía occidental.

Antes que él, Heráclito había sostenido que el ente “deviene y todo se transforma en un proceso de continuo nacimiento y destrucción al que nada escapa”; ya Demócrito descubría el principio del átomo y Tales de Mileto introdujo la razón en la explicación del mundo y sus fenómenos. Sin embargo, sería la sistematización aristotélica del saber, aun en medio de algunas inconsistencias, la que dio curso al posterior desarrollo del conocimiento.



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