Ataque al Kremlin: Aceleración en el conflicto Rusia-Ucrania
La autora es periodista y analista política. Ganadora del Premio Nacional de Periodismo Simón Bolívar 2022.
Yoselina Guevara López
@lopez_yoselina
El servicio de prensa presidencial ruso informó este miércoles 3 de mayo, que “el régimen de Kiev intentó atacar la residencia del Kremlin utilizando dos aviones no tripulados”, acción llevada a cabo en la noche del 2 de mayo. Las autoridades rusas señalaron que “los drones fueron desactivados” por los sistemas de seguridad de las fuerzas especiales; además agregaron que “los fragmentos que cayeron en la zona de la residencia presidencial no causaron víctimas ni daños materiales”. No cabe duda que este ataque, aunque fallido, puede causar un repentino cambio en el conflicto Rusia-Ucrania.
Kiev en el ojo del huracán
De acuerdo a la información oficial rusa, los drones utilizados en el ataque fueron inmediatamente identificados como ucranianos, así como calificaron la operación como “un acto terrorista planificado” y “un atentado contra la vida del presidente Vladimir Putin, poco antes del Día de la Victoria y del desfile del 9 de mayo, al que asistirán importantes invitados extranjeros”. No obstante, desde Kiev han negado oficialmente su participación en el ataque nocturno contra el Kremlin y han reiterado que “las acciones de Ucrania no tienen como objetivo atacar territorios extranjeros”.
Evidentemente estas declaraciones son inútiles ante los antecedentes que Kiev ha venido acumulando, y sus incursiones en territorio ruso han sido documentadas. Por ejemplo, en diciembre de 2022, tres militares rusos murieron al derribar un dron ucraniano que tenía como objetivo atacar un aeródromo militar en el Óblast de Saratov, territorio ruso. Pero esta es una de las tantas incursiones de aviones no tripulados ucranianos dentro del espacio de la Federación Rusa. Asimismo las amenazas constantes desde Ucrania de llevar la guerra a territorio ruso, la explosión del Puente de Crimea, además de los atentados terroristas en los que perdieron la vida los periodistas Darya Dugina y Vlanden Tatarsky; en virtud de lo cual son muchos los indicios que apuntan al régimen de Kiev como autor de este intento de magnicidio.
A pesar de no sentir ninguna simpatía por las autoridades ucranianas, puede ser posible que en efecto no conocieran absolutamente nada acerca del ataque en Moscú. Es público y notorio que en Kiev operan altos mandos profesionales de la OTAN, así como servicios de inteligencia de Estados Unidos y otras naciones, cuyas órdenes son ejecutadas por ucranianos sin que por ello el gobierno de Kiev sea informado. Por lo cual también resulta inverosímil que los norteamericanos y los servicios de inteligencia occidentales in situ, no conocieran la operación de ataque al Kremlin. A esto se deben sumar los llamados mundiales en la opinión pública a la eliminación física del presidente Putin por cualquier medio y a cualquier precio, aunque este intento de magnicidio no deje de ser una operación amateur, por decir lo menos.
Falsa bandera rusa
Tratando de ser objetivos, debemos reseñar que también circula la hipótesis de una operación de falsa bandera ejecutada por el Kremlin, llegando inclusive a la conspiración interna. Un ataque de este tipo pudiera ser utilizado para acelerar el desenlace del conflicto Rusia-Ucrania en el sentido de finalmente golpear directamente al gobierno y a la línea de mando ucraniana. Resulta curioso que el presidente Putin no se encontraba en el Kremlin en el momento del ataque; así lo declaró su secretario de prensa, Dmitry Peskov, que el mandatario no estaba en la residencia.
Escalada o la paz en el conflicto Rusia-Ucrania
Por otra parte, la importancia de esta acción militar contra el Kremlin, es que la misma podría justificar con toda razón una represalia simétrica como la aplicación de medidas bélicas nunca tomadas por las Fuerzas Armadas rusas durante estos primeros catorce meses de la operación especial militar en Ucrania. Es decir, el ataque generalizado a los centros de decisión política en Kiev: La oficina presidencial, los palacios de los ministerios, la Rada Suprema o Verjovna Rada (Parlamento unicameral) y la sede de los servicios de inteligencia ucranianos. Pero desde otro punto de vista, más positivo, pudiera ser una justificación para que Occidente saque de juego a Zelensky, por haber violado el código de caballería, creando de esta manera condiciones más favorables para que se ponga fin a las hostilidades y se inicien negociaciones de paz de las cuales inclusive ya China ha dado pasos firmes en esta dirección. El tablero sigue abierto, veremos como en los próximos días se mueven las piezas.
