Oscar Sotillo

Oscar Sotillo Meneses
@sotilloarte

Un mapa del arte, siempre incompleto, sería una guía tentativa sobre territorios que siempre estarán en disputa. El afán de este mapa es un ejercicio libre para atar el sentido de las percepciones con las naturalezas huidizas de los objetos y las relaciones que hemos llamado arte. Más allá de todo miedo a los linderos, a las imprecisiones o a la violación flagrante de las etiquetas y categorías.

Vamos a proponer tres espacios, tres ámbitos, que si bien son cuestionables, pretender ser una simple propuesta de análisis para entender las experiencias estéticas. Los linderos de estos ámbitos son ciénagas a veces infinitas, pantanos semióticos o epistemológicos que nunca tendrán respuestas definitivas. Sin embargo este ejercicio del criterio es una herramienta útil en los ricos campos de la creación artística. Aquí está esta tríada de elementos que dan una pista sobre la naturaleza de las experiencias que todavía llamamos arte. Esperamos que sirvan para algo:

La arquitectónica material. En este ámbito habitan las relaciones materiales del objeto. Su reino de la materialidad construye formas y condiciona el espacio. De aquí se deriva lo escénico, la distribución espacial que a escala humana es experimentada por el sujeto. De lo escénico se derivan las superficies, las materias que dan el sentido textural, visual a las superficies. Da este ámbito una identidad material necesaria pero no suficiente para que exista la experiencia estética.

La construcción conceptual. Dentro de este nodo habitan las relaciones entre las ideas, los parámetros teóricos, conceptuales que no habitan el universo físico. Este ámbito está armado de preceptos, convencionalismos, relaciones simbólicas que van entre el lenguaje, la idea, lo inmaterial. En la operación artística estos contenidos no materiales determinan de manera significativa al objeto físico.


La virtualidad tecnológica. Tecnología y virtualidad copan este ámbito. Desarrollos avanzados de aparatos, materiales y mecanismos que suman posibilidades que lindan con lo inmaterial, con la magia, y fabrican para los sentidos “realidades” alternas que suplantan las relaciones y las experiencias físicas. La virtualidad forma otro mundo “ideal” donde los sentidos quedan atrapados y seducidos. El arte vive y se desarrolla en este campo virtual a sus anchas.
Materia, concepto y virtualidad son tres ángulos para que la mirada fecunde el universo.

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