Bolívar se propuso “Equilibrar el Universo” con el Congreso de Panamá

Néstor Rivero Pérez

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El 7 de diciembre de 1824 el Libertador Simón Bolívar dirige invitación a los gobiernos republicanos que se han establecido en el continente, con miras a que envíen representantes al Congreso Anfictiónico que habría de reunirse definitivamente un año y medio después en el Istmo de Panamá.

Suramérica y el Universo

La concepción integracionista del Libertador Simón Bolívar evolucionó desde 1813 -cuando aludió por primera en un escrito, en carta a Santiago Mariño- a la idea grannacional de la Gran Colombia- hasta 1826. El ciclo de maduración de las ideas bolivarianas respecto al Congreso de Panamá debe recogerse tanto en ideas sueltas, como en reflexiones articuladas que expuso en mensajes oficiales, manifiestos, discursos y especialmente su epistolario, donde se configura una concepción articulada acerca del papel que tocaba desempeñar a la América, antes española, en el concierto de la interlocución con las grandes potencias y otras regiones del globo.

El tinglado universal

Para Bolívar, la América del Sur constituía un polo distinto y con intereses opuestos a EE. UU. El Libertador distinguía el norte del continente como una comunidad separada de Suramérica, y en tal sentido aconsejó al Gobierno de Bogotá en manos de Francisco de Paula Santander -aunque este desacató la exhortación-. El héroe caraqueño adhería una alianza de los países a congregarse en el Istmo de Panamá, con Gran Bretaña y no con EE. UU. El 2 de enero de 1814 el Libertador Simón Bolívar expone por conducto de su secretario de Estado J. Muñoz Tébar, su noción acerca del “Equilibrio del Universo”. Por tal concebía un orden internacional en el cual los distintos continentes constituyesen centros de gravitación, con fortaleza suficiente como para resguardar en términos de proporción sus particulares intereses. En carta de 1815 al titular de Relaciones Exteriores de Gran Bretaña, Richard Wellesley, insiste en la idea: “El equilibrio del Universo y el interés de la Gran Bretaña se encuentran perfectamente de acuerdo con la salvación de la América”. Y en la Carta de Jamaica reitera estos conceptos, al sugerir al Istmo de Panamá como centro equidistante de las cuatro partes del mundo.

 

Cuatro porciones del globo

Para Bolívar había cuatro grandes porciones del globo y sus periferias, que abarcaban los cinco continentes. Una primera “porción del globo” según la noción bolivariana, sería Europa, como centro de civilización en los cánones de la época y que por entonces atraería al África como región subsidiaria. Una segunda porción, aunque Bolívar no ahonde en ella -salvo comentarios formulados en su Discurso de Angostura de 1819-, se circunscribe al Asia. Una tercera la constituyen los Estados Unidos de Norteamérica, en cuanto a realidad de poder, más que geográfica. La cuarta porción del globo, y la más importante en el mundo del porvenir era, para Simón Bolívar, la América del Sur, donde se levantaba un nuevo género humano y se ensayaba un modelo de República superior a los conocidos hasta entonces, de acuerdo a su concepción de democracia con libertad e igualdad.

Retos del siglo XXI

Aun cuando la sublime concepción del Libertador no logró su coronación por aquellos años, hoy es retomada por pueblos y gobiernos de la América Latina y el Caribe, que comprenden la necesidad de una estrecha integración para constituirse en región-potencia. Así, en el marco de las dinámicas internas en torno a la hegemonía política en los países de habla hispana, lusitana, gala y angloparlantes de este continente y el Caribe, resurge con ímpetu en esta tercera década del siglo XXI, iniciativas como la Celac, la ALBA e instituciones impulsoras de la integración.

Sinóptico

1997

La sonda Galileo

Este día la Agencia Espacial de Estados Unidos (NASA) dio por concluida la misión de la sonda espacial Galileo, lanzada ocho años antes, al espacio. Una sonda es una nave espacial no tripulada que tiene por objeto “el estudio y exploración de planetas y lunas desde una distancia relativamente cerca a estos” (https://www.ecured.cu). La información así obtenida de distintos cuerpos siderales, planetas, satélites, asteroides u otros, cuyo examen fue previamente programado en la misión, es recogida por la base rastreadora de la Tierra, en este caso las instalaciones de la NASA, mediante sistemas que aseguran la conexión electrónica, radio y telemagnéticos, entre la central y los equipos de la nave no tripulada. La sonda había sido lanzada el 28 de octubre de 1987, por lo tanto, su labor rastreadora se prolongó a lo largo de diez años, con logros que superaron el cálculo inicial, por cuanto la sonda Galileo transmitió a la Tierra información más allá de la prevista al momento de ser lanzado el artefacto. En todo caso, el principal cometido de Galileo, era recoger datos acerca de la estructura química y física del planeta Júpiter y su funcionamiento, lo cual se dio con creces.  Datos aportados por Galileo, “permitieron afinar las teorías sobre la formación de los planetas gaseosos” (Ibídem).

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