Brasil: Gobierno de Lula Da Silva abre nuevos horizontes para movimientos campesinos

VEA / Yonaski Moreno

Los cuatro (4) años de gobierno de Jair Bolsonaro dejaron una huella profunda en Brasil. Uno de los sectores más tocados por la falta de políticas sociales y la persecución a quienes no comulgaban con las ideas de la extrema derecha, fue el agrario. No hubo políticas públicas para el desarrollo de la agricultura y se autorizó la entrada desmedida de insumos químicos.

Así lo expuso Douglas Estevam, integrante del Movimiento Sin Tierra (MST) de Brasil, en conversación con Diario VEA. Destacó que debido a estas medidas, «la contaminación de la naturaleza, los suelos, el agua, es muy fuerte». Además, se ha reportado «la muerte de campesinos contaminados por el consumo de alimentos que contienen esos productos».

Recordó también que bajo la dirección de Bolsonaro, los terratenientes fueron armados, lo que dejó a los campesinos y campesinas en una situación vulnerable y peligrosa. «Fueron muchas políticas implementadas por el gobierno anterior que hizo que la situación fuera muy delicada para nuestro sector».

La persecución y criminalización del movimiento campesino también aumentó, así como las situaciones de violencia aupadas por la extrema derecha. Ese panorama, junto con las condiciones propiciadas por la pandemia de Covid-19 hicieron bajar el ritmo del trabajo realizado por el Movimiento Sin Tierra de Brasil.

«No pudimos continuar con nuestras acciones, que son las grandes ocupaciones de tierra. Cuando pasó la pandemia estábamos en ese momento del fin del gobierno de Bolsonaro y nos involucramos mucho en la organización para la campaña electoral para tener esa victoria», comentó.

La victoria de Luiz Inácio Lula Da Silva los ha llenado de expectativas. Comenzaron a reorganizarse y plantean entablar diálogos con el gobierno. «Mucho del trabajo es dar a conocer las tierras, las áreas donde sea posible hacer la reforma agraria, dentro de un cuadro jurídico, para que todo sea dentro de la legalidad», explicó el vocero del MST.

Resaltó que se encuentran frente a un gobierno progresista, «que es muy sensible a las cuestiones sociales y que tiene el proyecto de desarrollar la agricultura campesina, la producción sin transgénicos, agroecológica, otro modelo de producción, de la vida en el campo. Las perspectivas son muy grandes ahora con este escenario en Brasil».

De acuerdo a Estevam, el gobierno de Lula está tomando medidas para reducir la posesión de armas entre los terratenientes y sectores de la extrema derecha.