Chávez: Son ustedes, mujeres, parte vital del alma de la Revolución

0

A continuación, parte de los discursos pronunciados por Chávez desde que llegó a la Presidencia de la República, durante varios 8 de marzo, fecha en que se celebra el día Internacional de la Mujer.

VEA / Yuleidys Hernández Toledo

Desde la llegada del Comandante Eterno Hugo Chávez a la Presidencia de la República, las mujeres venezolanas comenzaron a jugar un papel importante y de protagonismo en la política nacional, llegando a ocupar por primera vez cargos que hasta el momento solo habían ejercido los hombres; es el caso de Cilia Flores, quien en 2006 se convirtió en la primera fémina en ocupar el cargo de presidenta de la Asamblea Nacional (AN).

Con la aprobación de la actual Constitución de la República, el 15 de diciembre de 1999, se creó la figura de Vicepresidente de la República. Un año después, era designada por el Comandante Eterno, Adina Bastidas Castillo vicepresidenta Ejecutiva de la República, convirtiéndose así en la primera mujer en ocupar ese cargo.

El 8 de marzo de 2009 el líder de la Revolución Bolivariana anunció la creación del Ministerio del Poder Popular para la Mujer. “Será un ministerio con cartera: El Ministerio para la Mujer, y además a mí se me ocurre que además de Ministerio para la Mujer, (…) estuve pensando (en llamarlo) Ministerio del Poder Popular para la Mujer y la Igualdad de Géneros; porque son dos cosas distintas y complementarias”, señaló en esa oportunidad durante la edición 326 del programa dominical «Aló Presidente», donde abordó el tema del Día de la Mujer, resaltando la importancia de las féminas en la construcción de la Patria nueva.

A continuación, parte de los discursos pronunciados por Chávez desde que llegó a la Presidencia de la República, durante varios 8 de marzo, fecha en que se celebra el día Internacional de la Mujer.

Comprometido con las mujeres

El 8 de marzo de 2001, durante una sesión especial realizada en la Asamblea Nacional, manifestó: “Me siento comprometido de verdad con la mujer venezolana. Uno desde que abrió los ojos vio mujeres luchando contra la adversidad, contra las dificultades. Desde que dábamos los primeros pasos veíamos a la Rosa Inés luchando contra la adversidad y a la Elena luchando contra la pobreza para levantar los hijos, para abrir los caminos; las vimos llorando, riendo, amando, creando un mundo”.

Aquel 8 de marzo de 2001, llamó a los hombres a asumir responsabilidades. “Hablarle a los hombres de mi país y llamarlos a todos los que tenemos responsabilidades de Estado, de gobierno, de instituciones, a todos en general. No se justifica, por ejemplo, el alto nivel de mujeres con hijos y al preguntársele sobre el esposo y el padre del niño, no tiene padre, no existe el padre. Hago un llamado a la responsabilidad de los hombres de Venezuela, que asumamos verdaderamente la responsabilidad que debemos asumir para que seamos hombres en toda la extensión de la palabra”.

Ese mismo día anunció la creación del Banco de la Mujer. “Hemos decidido crear, ya lo saben, el Banco de la Mujer, y aquí tengo el decreto que hoy, en la cadena de esta noche voy a anunciar y a firmar, esta misma noche como homenaje a las mujeres de Venezuela y especialmente a las que más dificultades han enfrentado, a las que cayeron combatiendo, luchando; a las que lloran, a las que paren, a las que sufren, especialmente en honor a ellas que son la inmensa mayoría, pero, por supuesto, para todas. Pero siempre hay consideraciones especiales cuando se trata de una revolución. Esto va dirigido, especialmente, a las mujeres del pueblo pobre, a las mujeres de las clases populares, a las mujeres de las clase media, a las más necesitadas, a las que fueron marginadas, excluidas”.

Respeto

Un año después, desde la Plaza Bicentenaria, el Comandante Eterno, manifestó: “Yo creo que el día de las mujeres es todos los días. Pero este 8 de marzo, por las razones que ya todos conocemos, estamos celebrando el Día Internacional de la Mujer. Y desde Venezuela le decimos al mundo, desde Venezuela con la fuerza moral que tenemos, le decimos al mundo y le pedimos al mundo que se respete a la mujer en el mundo, que se respete la fuerza, la capacidad, la creatividad y el amor que siempre despliega la mujer en cualquier parte del mundo, en América, en África, en Asia, en Europa o en Oceanía”.

Aquel 8 de marzo de 2002, desde la Plaza Bicentenaria, también manifestó: “Son ustedes, mujeres, parte vital del alma de la revolución; sépanlo y cuenten con la admiración, el cariño, el respeto infinito de este, su servidor, para hacer juntos, hombres y mujeres, la patria que le dejaremos a los frutos de nuestro amor, y a los frutos de los frutos, de los frutos, de nuestra vida, de nuestro paso vibrante y fugaz por este cielo y por esta tierra llena de tantas esperanzas».

Primera promoción de alferezas

El mismo 8 de febrero de 2002, desde el Patio de Honor de la Academia Militar, el Presidente Chávez entregó el sable de mando por primera vez a un grupo de alferezas.

“Es un acto histórico el de hoy en verdad, qué gusto he sentido al entregarle a ustedes el sable y la daga. Pero especialmente fue un mayor gusto y un orgullo que comparto con ustedes al entregarle el sable de mando a un grupo de muchachas venezolanas, hoy en el Día Internacional de la Mujer, además por una hermosa casualidad. Merecen ustedes, muchachas, el aplauso y el reconocimiento de todo el pueblo venezolano y de todos nosotros, de todos los oficiales, los cadetes de nuestra Fuerza Armada, de todo el país, porque cuánto esfuerzo, estoy seguro, que han hecho”, expresó.

Cada día las quiero más

Aquel 8 de marzo de 2003 comenzó la actividad por el Día Internacional de la Mujer, realizado en el Poliedro de Caracas, enviando “un beso muy especial a mi madre Elena, un abrazo y un beso especial a mis hijas, Rosa Virginia, María Gabriela, Rosinés y a mi nieta Gabriela, y un beso para todas ustedes mujeres venezolanas, mujeres bolivarianas y mujeres revolucionarias”.

Más adelante agregó: “Les juro que toda mi vida, lo que me quede de vida, lo que Dios quiera, lo entregaré de lleno a esa tarea de que hagamos la patria que ustedes han soñado durante tanto tiempo para sus hijos, para sus nietos y para los hijos de los nietos vienen y que vendrán. Tendremos patria cueste lo que cueste; habrá patria libre y verdadera en la Venezuela del siglo XXI”.

Organización

El 8 de marzo de 2004, en un acto conmemorativo del Día Internacional de la Mujer, desde la Sala Río Reyna, en el Teatro Teresa Carreño, declaró: “Es muy importante, es fundamental, que las mujeres venezolanas tomen cada día más conciencia de la necesidad de fortalecer la organización de las mujeres revolucionarias, la organización, de fortalecer la ideología, de fortalecer la acción transformadora, la incorporación de la mujer, no digamos en el ámbito individual, porque no podemos caer en la trampa del individualismo, no se trata de una participación individual, se trata de la participación de la mujer como fuerza colectiva, como motor hermoso y gigantesco, en la construcción de la Venezuela que soñamos”.

Agregó: “Cada una de ustedes, mujeres, donde quiera que estén, cada movimiento organizado de mujeres debe crecer y debe crecer no solo en cantidad, en número de militantes; debe crecer en cohesión interna, debe crecer en conciencia debe crecer en capacidad de acción práctica para impulsar los proyectos y los programas de la inclusión social y la revolución económica, de la revolución política, en todas partes”.

Cómo la derecha ve a la mujer

“La oligarquía venezolana, desde hace varios años ha tomado el concepto aquel prehistórico… no tengo otra palabra para llamarlo, sino prehistórico; es un concepto prehistórico aquel de Trucutrú, es el concepto de Trucutrú y de Guzigú, aquel concepto del Trucutrú arrastrando a Trucutrúa. Sí, por el moño la arrastra Trucutrú y ella encantada que Trucutrú la arrastre; sí, la Trucutrúa, no ustedes. Ustedes son mujeres libres, ustedes son mujeres libres. Ahora, la oligarquía venezolana ha tomado de unos años para acá, al menos tres años, el concepto prehistórico, antidiluviano, trucutruista de la mujer, vaya usted a ver o vayamos nosotros a recordar, como por ejemplo antes del golpe de estado fascista y terrorista, antes del 11 de abril, la oligarquía venezolana tomó esa prenda, la más intima y simbólica y hermosa de lo que es una mujer, para lanzarla en el rostro a los soldados venezolanos, queriendo decirles con eso «cobardes», como símbolo de cobardía; vean ustedes el concepto anacrónico y prehistórico que maneja la oligarquía sobre el papel de la mujer. Es decir, según la oligarquía venezolana, la pantaleta es símbolo de cobardía y de traición. Aquí nosotros reivindicamos el símbolo de la pantaleta, como símbolo hermoso, casi sagrado de lo que es la dignidad de la mujer, y la defendemos, la dignidad de la mujer”, manifestó desde el Teresa Carreño, aquel 8 de marzo de 2004.

Agregó: “Luego, la oligarquía venezolana, con la utilización prehistórica del concepto mujer, aquello manejado mediáticamente, aquello del sexo débil, han utilizado mujeres reaccionarias para abofetearle el rostro a soldados venezolanos, por ejemplo, para producir en ellos reacciones; sí, reacciones, y para montar el show mediático que luego le da la vuelta al mundo.

Siguió diciendo: “La oligarquía ha recurrido una vez más a lo que es su idea de la mujer, porque la oligarquía venezolana tienen una ideología; es la ideología de la dominación, es la ideología de la desigualdad, es la ideología capitalista neoliberal, de la imposición; es la ideología de la destrucción, es la ideología de la desunión, y precisamente uno de los signos históricos durante siglos, que ha permanecido durante siglos; de esa ideología de la burguesía capitalista y oligárquica. Ha sido la utilización de la mujer como un simple objeto al estilo de Trucutrú. Nosotros aquí rechazamos de plano la utilización de la mujer como un objeto, como un instrumento y reivindicamos lo más puro, lo más bello y lo más noble de las heroicas mujeres venezolanas”.

A seguir dando la batalla

El 8 de marzo de 2008, durante un acto celebrado en el Salón Venezuela del Circulo Militar, en Caracas, por el Día Internacional de la Mujer, agradeció una vez más a las féminas por las batallas que estaban dando a favor de la Revolución Bolivariana.

“Yo quiero agradecerle a todas las mujeres bolivarianas, a todas las mujeres revolucionarias, a todas las mujeres del pueblo, por la gran batalla que están dando en todas partes, apoyando los planes del gobierno, las políticas del gobierno revolucionario, y quiero invitarlas, ya lo dije, a seguir dando esa batalla; la batalla para asegurar la alimentación de nuestro pueblo, la batalla para impedir el acaparamiento, el desabastecimiento; en esa batalla que estamos dando y en la cual estamos derrotando los planes del imperialismo y sus lacayos internos, las mujeres deben seguir jugando una batalla fundamental para garantizarle el alimento a nuestros hijos, el alimento a nuestras familias, la batalla por la educación, la batalla por la salud, por la seguridad ciudadana, la seguridad a la familia en los barrios, en las calles. Es imprescindible, María, que siga incrementándose la participación; es imprescindible, señores ministros, señor canciller, ministras, ministros, que sigan las mujeres participando y que no le cerremos el paso a las mujeres, sino que abramos los espacios para que ellas vengan a construir, que vengan a ayudarnos, que vengan a solucionar, que vengan a impulsar las fórmulas de solución a los problemas más importantes que aquejan a nuestros pueblos”, manifestó.

Las tres mamás

El 8 de marzo de 2009, el Comandante Eterno también le dedicó las “Líneas de Chávez” a las mujeres en su día, y en una parte de su artículo habló sobre sus “Tres mamás”.

“Era yo muy niño aún, en la Sabaneta de finales de los años ’50, y ni siquiera monaguillo había llegado a ser todavía; simplemente era “el bachaquito” (así me llamaban mi padre y casi todos sus amigos), cuando afirmaba tener “tres mamás”. La una era Mamá Elena, mi madre adorada; la otra era Mamá Sara, la bella muchacha que un día llegó de la montaña lejana, de más allá de “La Marqueseña”, para instalarse como enfermera del pueblo; y la otra era mi Mamá Vieja, la abuela Rosa Inés Chávez, la Mamá Rosa, en cuya casa humilde de bahareque y techo de palma, nacimos y vivimos aquella inolvidable niñez”, escribió en aquella oportunidad.

Agregó: “Desde entonces, hace ya medio siglo, hasta hoy, declaro que mi vida toda ha estado signada, marcada profundamente por la presencia, por el estímulo, por el impulso, por la fuerza mágica de la mujer, como ente humano superior.

Y lo he dicho. Y lo digo. Sin la verdadera liberación de la mujer, sería imposible la liberación plena de los pueblos y soy un convencido de que un auténtico socialista debe ser también un auténtico feminista”.

Un día marginado

“Tenemos suficientes motivos para celebrar el Día Internacional de la Mujer, el cual fue durante la IV República marginado y limitado solo a las celebraciones burguesas, las celebraciones del estado burgués, algunas condecoraciones, algún reconocimiento a algunas mujeres, que por alguna razón se destacaron, en sus tareas, pero fundamentalmente al servicio del estado burgués. La Revolución Bolivariana coloca, ha colocado en primer lugar, el papel protagónico de la mujer en la liberación del pueblo venezolano, de las clases trabajadoras”, declaró desde las afueras del Panteón Nacional, el 8 de marzo de 2010.

Un amor infinito

Un año después felicitó a las mujeres en su día, a través de la red social tuiter @Chavezcandanga, donde escribió: “Rindo tributo a las mujeres del mundo y a las mujeres de mi Patria. ¡¡Adelante!! ¡¡Vivan las Mujeres!!”. En otro mensaje agregó: “El amor que alberga el corazón de una mujer es fuerza sublime para salvar la causa humana. ¡¡Son ustedes la vanguardia de esta batalla!!”.

El 8 de marzo de 2012, el Comandante Eterno envió los dos últimos mensajes de felicitaciones a las féminas en su día. En aquella oportunidad, como hizo el año anterior, utilizó nuevamente la red social tuiter para este fin. “Esas mujeres! Vaya mi corazón a las valerosas mujeres de Venezuela y del mundo en este día tan especial”, escribió en esa oportunidad.

Aquel día, una vez más le expresó a la fémina su amor con el siguiente mensaje: “¡Mujeres, mujeres, mujeres! ¡Ay, mujeres de la vida mía, mujeres de la patria mía! Las amo infinito y les pertenezco todo. ¡Viviremos y venceremos!”.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

error: Este contenido está protegido !!