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La Cámara de Diputados de Chile aprobó hoy con 82 votos a favor, 20 en contra y dos abstenciones, el matrimonio igualitario después de un largo y complejo proceso parlamentario que de manera sorpresiva fue impulsado por el presidente conservador Sebastián Piñera en la recta final de su mandato.

De esta forma, Chile se suma a Argentina, Brasil, Colombia, Costa Rica, Ecuador y Uruguay, los países latinoamericanos que ya reconocen este derecho. En México, ya se aprobó en 24 de los 32 estados, pero no se ha podido avanzar en una legislación a nivel nacional.

En una agitada e histórica jornada parlamentaria, el Senado aprobó al mediodía la iniciativa y la remitió de inmediato a Diputados, en donde fue ratificada de inmediato.

El pasado 1° de junio, al presentar su último informe de gobierno, que en Chile es conocido como «cuenta pública», Piñera anunció que era el momento de aprobar el matrimonio igualitario, un tema que hasta ese momento no formaba parte del debate público, ya que una iniciativa presentada por la expresidenta Michelle Bachelet en 2017, se mantenía paralizada en el Congreso.

La noticia desconcertó a la sociedad chilena, ya que nadie esperaba que el político de derecha respaldara y considerara urgente una reforma largamente impulsada por el progresismo, y que contraviene sus posturas ideológicas.

Además de que siempre se manifestó en contra del matrimonio igualitario, Piñera provocó extrañeza, porque introdujo una nueva discusión, en un año particularmente complejo en el que recién acababan de ser electos los 155 convencionales que redactarán la nueva Constitución y estaban por comenzar las campañas presidenciales.

El proceso

Desde junio pasado, la iniciativa se debatió en diversas ocasiones tanto en el Senado como en la Cámara de Diputados, pero como sufría cambios retornaba a una u otra Cámara para una nueva revisión.

El proyecto entró en su recta final la semana pasada, ya que se esperaba que el Senado la aprobara, pero a último momento la Comisión de Constitución consideró que las dudas sobre la redacción de la nueva ley debían ser saldadas por una Comisión Mixta de ambas Cámaras que finalmente sesionó el lunes, lo que permitió que este martes se debatiera y aprobara en ambas Cámaras en forma exprés.

Diputados y senadores reconocieron que la discusión estaba empañada por las campañas presidenciales rumbo a la segunda vuelta electoral que el próximo 19 de diciembre protagonizarán el izquierdista Gabriel Boric, quien apoya el matrimonio igualitario, y el ultraderechista José Antonio Kast, quien lo rechaza.

La ley

Además de legalizar el matrimonio entre personas del mismo sexo y de reconocer su derecho a la adopción, la nueva norma garantiza los derechos de filiación a toda persona que se someta a técnicas de reproducción humana asistida, sea cual sea su sexo, orientación sexual o identidad de género.

También respalda la no discriminación por orientación sexual o identidad de género, entre otras categorías, para efectos del régimen y ejercicio del cuidado personal  de hijos/as; y elimina el divorcio automático para las personas trans que cambian su nombre y sexo legal.

Por otra parte, abre la posibilidad de que los derechos de filiación de los/as hijos/as pueden determinarse respecto de más de dos personas y establece los derechos laborales de pre y post natal sin discriminación por sexo, orientación sexual o identidad de género.

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