Sí fue suicidio: Cura en Monagas
El padre católico llegó a Venezuela en 1997. Pertenecía a la congregación de los Misioneros de la Consolata. Foto Internet
VEA / William Characo
El Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc) determinó que el sacerdote de origen africano, Josiah K’Okal, se quitó la vida. La información la dio a conocer el comisario Douglas Rico, a través de su cuenta en la plataforma Instagram.
«Luego del hallazgo del cuerpo sin vida del sacerdote en la carretera nacional Tucupita-Barrancas, municipio Sotillo, estado Monagas, se inició el trabajo de investigación técnico-científico que permite manejar como móvil del hecho un posible suicidio, ya que al momento de ser localizado en su residencia fue hallado un vínculo de un mecate que utilizó para quitarse la vida», refiere la publicación de Rico.
«Al realizar la inspección técnica al sitio del hecho se colectó otra parte del segmento de cuerda, por lo que se realizan las experticias y se determina que había continuidad del mismo». «Como parte de las investigaciones se realizaron entrevistas a conocidos de la víctima, quienes dieron referencias de un estado depresivo reciente, y en el vaciado del teléfono se evidenció conversaciones donde manifestaba estos síntomas».
El día 2 de enero la Arquidiócesis de Caracas comunicaba que se unía en oración junto con el cardenal Baltazar Porras y la Congregación Instituto Misioneros de la Consolata «por la muerte del sacerdote Josiah K’Okal (…). Fue un buen sacerdote y un generoso misionero. Paz a su alma».
