Eugenia Russian

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En este tiempo de crisis global, se realiza del 6 al 18 de noviembre, en Egipto, bajo el lema “Juntos para la implementación”, la 27a Conferencia de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático (COP27), convocada en el marco del Acuerdo de París de 2015. En esta conferencia representantes de varios países advierten sobre la urgencia de enfrentar con conciencia ética política los peligros planetarios.

En su intervención en la COP27 el presidente constitucional de la República Bolivariana de Venezuela, Nicolás Maduro, subrayó: “La necesidad de proteger la Amazonía mediante la acción conjunta de los habitantes de América del Sur para salvar la biodiversidad. El capitalismo ve recursos donde otras culturas ven la vida y lo sagrado, se siente por eso con derecho de poseer y destruir cuanto se encuentre a su paso para la acumulación del capital. Es necesario llegar a acuerdos de acción, reales y efectivos de cara al problema estructural, pero también debemos diseñar ya mismo una agenda concreta”.

Por otra parte, los movimientos sociales ven necesario retomar la Carta de la Tierra, donde se plantea formar una sociedad global para cuidar la Tierra y cuidarnos unos a otros o arriesgarnos a la destrucción de nosotros mismos y de la diversidad de la vida. Se necesitan cambios fundamentales en nuestros valores, instituciones y formas de vida. Debemos darnos cuenta de que una vez satisfechas las necesidades básicas el desarrollo humano se refiere primordialmente a ser más, no a tener más.

Desde la espiritualidad liberadora, en unidad en la diversidad, las comunidades de buena voluntad asumen la misión común constructora de proteger a la Madre Tierra, nuestra Casa Común y avanzar hacia otro mundo solidario posible.

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