David Nieves nunca odió a sus torturadores

VEA / Ildegar Gil

Durante su intervención en la Capilla Ardiente que este martes 26 de octubre se desarrollaba en la Asamblea Nacional en memoria de David Nieves, el diputado Jesús Martínez destacó la faceta humana de quien fuese su compañero de militancia tanto en la Liga Socialista como a lo largo de la vida.

Enfatizó, en diversas ocasiones, los amargos capítulos de tortura a la que fue sometido Nieves durante la Cuarta República, destacando que ello no fue justificación para que el caraqueño traicionara a sus compañeros o compañeras ni guardara rencor hacia sus cancerberos.

“Nunca quedó resentimiento contra los torturadores que eran pieza del imperialismo para que abandonáramos el combate”, expresó con una voz que por momentos mostraba evidentes trazos de tristeza.

Interpretó la partida de Nieves como su acto de promoción revolucionaria, indicando que quien llega al momento de partir sin haber incurrido en actos de traiciones, se gradúa con la condición Summa Cum Laude. “Salió victorioso”, manifestó.

Aludió al amor “que siente por sus camaradas. Por la Revolución. Por el pueblo y por Bolívar, quien no tenía precio porque era América libre o era América libre, donde el pueblo debía ejercer el poder”.

Resaltó el momento en que “no vaciló en tomar las armas con los pequeños grupos frente al monstruo del imperialismo. Monstruo internacional que estructuró todo el sistema productivo para llevarse la materia prima y luego decirnos que ellos son los países superiores”.

En todo momento vinculó a Nieves con Jorge Rodríguez, el socialista asesinado en 1976 por agentes de la represión del primer gobierno de Carlos Andrés Pérez. De hecho, recordó que Rodríguez –progenitor del presidente de la AN, y de la vicepresidenta de la República, Jorge y Delcy Rodríguez, respectivamente-, también fue víctima de torturas, “método” que no generó en su ánimo la intención de la delación.

“Eso le pedían, pero como tenía principios éticos nunca cedió, y por eso entregó su vida con dignidad, heroicamente. No murió, Jorge. Hubiese muerto si hubiese traicionado o delatado”, subrayó.

Afirmó que “hoy no hay razones para la tristeza, porque David no ha muerto como no murió Jorge (…) no lo asociemos a la tristeza. Para David Nieves todo era un chiste”, relatando seguidamente una anécdota surgida al calor de torturas recibidas.

Concluyó elevando un llamado a la juventud en funciones de servidores públicos. Les pidió no aceptar ni convertirse nunca en mercancía. “No tengan precio para nada. Si el pueblo necesita de su conocimiento y acción, entréguenlo e invítenlo a que también ponga su brazo, para que juntos resolvamos los problemas que nos pone el imperialismo”.