VEA / Carlos Batatin

Aunque la ola de calor ha traído desespero y angustia en la población, para otros -en Caracas, por ejemplo- ha representado el momento oportuno para incrementar sus ventas, tanto en bebidas como en diversos artefactos para combatirla.

De acuerdo con el Instituto Nacional de Meteorología e Hidrología (Inameh), las altas temperaturas estarán presentes otras semanas. En días recientes, los termómetros no han bajado de  los 32 grados en la ciudad capital y la sensación térmica es mucho mayor.

Ante ese panorama la población caraqueña ha buscado alternativas para agarrar un segundo aire y soportar la situación. Ha recurrido con frecuencia a degustar de la bebida espumosa bien fría, jugos de frutas con bastante hielo y adquirir ventiladores.

Durante un recorrido por la avenida San Martín, en la parroquia San Juan, Diario VEA comprobó  que entre las plazas Capuchinos y O’leary, se ha generado entre los comerciantes de mueblería y otros artículos del hogar, una guerra de ofertas de ventiladores. Los precios van desde los 15 dólares hasta los 50, de la divisa estadounidense.

Muy cerca de plaza Capuchinos, conversamos con uno de los encargados de un establecimiento. Nos relató que  “las ventas han estado muy buenas, porque la gente viene con mucha frecuencia a comprar en efectivo su ventilador”.

La demanda crece hacia los ventiladores.

Nos narra que «esta semana vino una señora dos veces. El primer día se llevó uno para su casa y posteriormente vino en compañía de una vecina, quien también estaba interesada. Tenemos buenos precios y aunque ganamos menos, vendemos más y eso también es ganancia”.

Dos locales más allá notamos que había una exhibición de ventiladores. Eran de todos los colores y tamaños, mientras que el costo era inferior a los consultados anteriormente.

Allí conversamos con uno de los vigilantes del local, mientras estaba sentado sobre el último tramo de una escalera. Al parecer desde esa altura las cosas se perciben mejor que por las cámaras de grabación.

Nos comentó que ciertamente, “la gente ha mostrado mucho interés por llevarse su ventilador. Unos nos dicen que es para combatir el calor y otros para espantar los zancudos. Siempre terminan comprando el que gire a mayor velocidad”.

Un poco más adelante, al lado de una venta de hortalizas traídas desde los Andes venezolanos, dialogamos por unos minutos con el dueño del lugar. Nos dijo que no hay que conversar mucho ni convencer al cliente cuando vienen a comprar ventiladores».

Relató que gracias al incesante calor, las ventas han subido considerablemente. “La competencia baja los precios y hacemos igual. A veces  le bajamos un poco más para amarrar a la gente y nos ha resultado. Vendemos productos de calidad y damos un mes de garantía; claro, siempre y cuando el desperfecto no sea por el mal manejo del aparato”.

Un poquito antes de llegar a la plaza O’leary, nos llamó la atención que vendían aires acondicionados. Su etiqueta marcaba 125 dólares. Consultamos al dueño del establecimiento y afirmó que «han salido muy pocos. No hemos podido vender más se cinco, pero ventiladores sí hemos vendido bastante».

Según con su inventario, «nos ha ido muy bien este mes de mayo. Las ventas de ventiladores se ha incrementado a causa del calor. Meses atrás la gente no estaba interesada en estos aparatos, pero usted sabe que las cosas cambian».

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