El hombre más longevo de la historia vivió 127 años

Néstor Rivero Pérez

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El 24 de enero de 2007 falleció en Isabela (Puerto Rico) Emiliano Mercado, cuya edad de 115, acreditada en documentos y testimonios, le convirtió al momento de su muerte, en el hombre con la existencia más larga entre sus contemporáneos, sin que ello niegue la posibilidad de que otras personas hayan disfrutado de mayor longevidad, empero careciendo de registros que confirmasen dicha cualidad.

Matusalén

Siguiendo a las Sagradas Escrituras se tiene que de los grandes patriarcas bíblicos Enoc vivió más de trescientos años, al tanto que su hijo Matusalem anduvo sobre la Tierra durante 969, Jared lo hizo durante 962 y su nieto Noé, quien condujo la sobrevivencia del diluvio, murió a una edad de 950 años. Aunque no queda claro si por entonces se tomaba como “año” el movimiento de traslación solar, el año lunar o los 28 días que tarda cada ciclo de las cuatro fases de la luna. Esta última hipótesis restringiría la vida de Matusalem a la muy prudente edad de 72 años. Y descendiente directo de Adán y Eva, según el relato bíblico, Matusalem, reconocido por tres de las religiones monoteístas: judaísmo, cristianismo e islamismo, habría aleccionado a su nieto Noé “para que se encargase de construir un arca en la cual ingresarían diversas especies que había que salvar para luego del diluvio repoblar el planeta con hombres menos virulentos” (https://www.quien.net).

Natabay Tinsiew

De otra parte, y de acuerdo con el Libro Guinnes de Récords Mundiales, a Natabay Tinsiew -quien dejó de existir el 29 de septiembre de 2021 y cuyo registro de bautismo, de acuerdo a su nieto Zere Natabay-, se le tiene como la persona con la existencia más larga de la historia registrada. Este nieto presentó un “certificado de nacimiento de la iglesia donde Natabay Sintiew se bautizó cuando era niño en 1894” (https://laverdadnoticias.com). Y según su nieto, Natabay habría alcanzado los 137 años de vida, por cuanto su bautizo tardío ocurrió cuando ya contaba con 10 años de edad.

El secreto de Natabay

Cuando a Natabay Tinsiew se le interrogaba acerca del origen de su vida provecta, confesaba que la clave de una larga vida radica en tener “paciencia, generosidad y una vida feliz«. Físicamente disminuido, recibió en sus últimas décadas la atención de sobrinos y nietos. Y habitando una pequeña localidad de 300 habitantes, el anciano, según su nieto Zere, “sería recordado como un ‘hombre extraordinario, amable, considerado y trabajador” (https://es.wikipedia.org). Al momento de su deceso el eritreo Natabay había visto crecer 5 generaciones de su familia, legando a los suyos gran cantidad de cabezas de ganado.

Mujeres provectas

Entre las mujeres, Jeanne Calment, francesa, ostenta la mayor edad con vida, al cerrar sus ojos en 1997, seis meses después de cumplir 122 años. Le sigue la estadounidense Sarah De remme Krausse, quien falleció a sus 119 años. El tercer lugar lo ocupa la japonesa Kane Tanaka, quien hoy tiene 118 años y podría superar la edad de las dos anteriormente nombradas.

Células y longevidad

Nuevos avances en tecnología médica abren hoy un nuevo horizonte ante las enfermedades y hacia la prolongación de la vida humana. Así, investigaciones en torno a las “células madres”, estructuras que constituyen “la materia prima del cuerpo”, permiten concluir que “a partir de ellas se generan todas las demás células con funciones especializadas. Bajo condiciones adecuadas en el cuerpo o en un laboratorio, las células madre se dividen para formar más células llamadas células hijas” (https://afasw.com).

Sinóptico

1848

Pueblo irrumpió en el Congreso conservador

Este día, masas del pueblo caraqueño, aglomeradas entre las esquinas de San Francisco a La Bolsa (Caracas), al tanto de las intrigas que tejía el Congreso dominado por el Partido Conservador, y ante la información de que el ministro liberal Tomás José Sanabria había sido secuestrado por los conservadores, irrumpieron abruptamente en dicha sede, originándose una trifulca con saldo luctuoso y cuyo comienzo fue signado por el disparo de un miembro de la milicia conservadora del Parlamento. Vista la animadversión en su seno hacia el presidente J. Tadeo Monagas, el primer punto de discusión sería “la traslación del Congreso fuera de Caracas, para dar curso al juicio de responsabilidad contra Monagas” (José Gil Fortoul).  Así, al carácter de los conservadores, infranqueables a toda legislación que atendiese a la masa plebeya, se unió el desconocimiento respecto a la recia personalidad del general Monagas, cuyas medidas iniciales tendían a revertir la pena de muerte y dar moderada apertura a otros sectores políticos, eran inaceptables para los conservadores. La noche anterior, muchos diputados pernoctaron en el recinto y dispusieron crear una guardia de protección armada. Sin embargo, a los ojos del Presidente aquello era innecesario, o una provocación. Grupos liberales y del pueblo caraqueño se apostaron en las adyacencias del Congreso a media mañana del día 24. Y a poco se desataron los sucesos.