Jesús Moreno

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El voto es un arma política de gran poder y parece una paradoja, porque se puede usar contra él mismo, pero sirve mucho cuando se usa para defender su causa y se expresa cabalmente con voluntad y conciencia.

Decimos que es un arma porque es el instrumento pacífico que se puede usar para demostrar la voluntad mayoritaria. Es la libertad del pueblo en sus luchas por el poder y por la solución de sus problemas, sin tener que llegar a la violencia, siempre respetando su ley básica, que es el respeto a la voz; la decisión de la mayoría hecha de manera libre, soberana.

El voto es heredero de las asambleas en que el pueblo debe tomar decisiones y no solo políticas, sino de cualquier índole, en que necesitamos saber la opinión de la mayoría.

Por eso el voto se impone como sistema, donde la suma de las voluntades individuales nos da la mayoría cuyas decisiones deben ser respetadas y con las oportunidades que merecen todos los ciudadanos que deben decidir.

En Venezuela escogemos el voto como sistema para dirimir los conflictos políticos y excluir la violencia, aunque el punto a decidir tenga las máximas responsabilidades y a cualquier nivel.

El 21 de noviembre, 22 millones de ciudadanos estamos aptos para votar; ¡ojalá y todos participaran!, porque los resultados serían más calificados en las alcaldías, los concejos municipales, en las gobernaciones y en los consejos legislativos, sin importar mucho los diversos sectores representados que resulten ganadores; y con ello fortaleceremos las instituciones del país en plena libertad, independencia y soberanía, haciendo uso los venezolanos de un sistema que no es exclusivo de la burguesía, de los ricos para asegurarse del poder para  su beneficio, siempre y cuando el pueblo entienda que el votar es un arma y que hoy en Venezuela está en sus manos y conciencia, y por lo tanto está en su voluntad el rumbo que han de seguir 23 estados de la república, 335 municipios y sus alcaldías, y más de 20 concejos legislativos, lo que no es cualquier cosa lo que vamos a elegir y a decidir.

Muchos tenemos qué decir del sistema de votación, porque en la historia del país lo hemos visto vituperado con las palabras: fraude, compra, promesas, ofertas engañosas, burlas. Las autoridades se han empeñado en rescatar y fortalecer la institución del voto, porque él nos garantizará la paz, la posibilidad de sacar a nuestro país adelante, sin el dolor de tener que derramar una gota de sangre para darle una presunta solución a los problemas políticos que se nos presentan, y sin la injerencia de extranjeros en los asuntos en disputa, cuando yendo el domingo 21 a votar por quien nos parezca y darle dos apretoncitos a una máquina honestamente manejada, estamos tomando grandes decisiones para el futuro de todos los venezolanos.

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