¡En carne viva! Sobre la ola xenofóbica contra venezolanos y venezolanas, esta peruana rompió el silencio
Es Graciela Torres, ciudadana peruana con 40 años de residencia en Venezuela.
VEA / Prensa Cancillería de Venezuela
Graciela Torres, ciudadana peruana oriunda de la ciudad de Chincha Alta con 40 años de residencia en Venezuela, conversa sobre la ola de xenofobia en Perú contra los nacionales venezolanos y contrasta esta tendencia con su experiencia en el país bolivariano a lo largo de cuatro décadas.
Videos virales en redes sociales de encapuchados que profieren amenazas, marchas contra la atípica migración venezolana, discursos proselitistas sobre deportaciones, agresiones físicas y verbales son solo algunos de los escenarios vividos en las últimas semanas en Perú, en el marco de una nueva ola de xenofobia que se ha gestado en contra de los venezolanos.
Desde un centro educativo ubicado en Caracas, Graciela Torres, profesional y activista social, deplora la exacerbación de la campaña xenófoba en Perú contra la migración venezolana.
“En Venezuela, quizás, hay más peruanos que venezolanos en el Perú”, destaca.
¿Qué opina sobre la nueva ola de xenofobia que se ha despertado en Perú contra los venezolanos?
Realmente me da mucha tristeza, mucho dolor que estén ocurriendo estas situaciones. Porque el hecho de que algún ciudadano venezolano haya cometido algún acto negativo, no se puede catalogar a todos los venezolanos que sean de mal vivir. En los tiempos de los años 70 cuando yo llegué a Venezuela, había peruanos que vinieron, de repente por los caminos verdes, y tal vez eran delincuentes, pero por ese peruano bandido no podían catalogar a todos los peruanos como delincuentes.
¿Cómo llegó a Venezuela y cómo ha sido tratada desde entonces?
Llegué a Venezuela hace 40 años, con mis tres hijos pequeños. Al llegar me puse a tramitar la equivalencia de estudio de Trabajo Social que traía de Perú y, como demoraba un poco, tenía algo que hacer porque estaba acostumbrada a estar trabajando y estudiando; me puse entonces a estudiar Enfermería en una universidad pública llamada Universidad Central de Venezuela, donde no tuve que pagar ni un céntimo para poder sacar esas dos licenciaturas. Mis hijos que llegaron chiquiticos estudiaron su primaria y bachillerato aquí en Venezuela y al igual que yo pudieron ingresar a la Universidad Central de Venezuela y a la Universidad Simón Bolívar. Actualmente tengo a una médico, a un ingeniero químico y a un ingeniero geofísico. Entonces, qué más le puedo pedir a Venezuela, que me ha dado bendiciones a mi familia y que así como yo, también a otras familias peruanas que han puesto su confianza, que han puesto su fe en esta tierra bolivariana, en esta tierra de paz, en esta tierra solidaria y que han salido adelante con todas las oportunidades que tuvieron aquí en Venezuela. Hasta los momentos tengo muchas experiencias positivas aquí en la tierra de Bolívar, en la tierra de Chávez, que nos ha dado mucha receptividad y, sobre todo, beneficio. Inclusive, cuando hubo la Misión Milagro vino mucha gente del Perú a realizarse la intervención quirúrgica de la vista y se fueron saludables a nuestra tierra originaria.
En medio de la intensa campaña xenófoba ¿Cuál es su opinión sobre el rol que ha asumido el Gobierno peruano?
Ahora con este cuarto gobierno transitorio, lamentablemente hay intereses políticos y dañinos para lesionar el buen Gobierno de Venezuela. Porque el gobierno que tenemos actualmente en Venezuela no solamente se preocupa, sino que se ocupa de la situación social de las grandes mayorías, que son las clases desposeídas, que antes no les llegaban los beneficios sociales y actualmente sí les llegan, a pesar de la guerra mediática, a pesar de la guerra económica y a pesar de la guerra política, porque quieren de alguna manera hacer ver negativo todo lo que hace el presidente Nicolás Maduro, en este caso, y anteriormente también lo que hacía el presidente Hugo Chávez. Y, en ese sentido, el presidente actual de Perú se hace el indiferente, se hace de los oídos sordos, pero no porque él quiera, sino porque es su tendencia de derecha, su tendencia política capitalista, su tendencia política de mantener la guerra mediática y no se da por enterado de los hechos negativos que están ocurriendo en contra de Venezuela; que somos países hermanos y que él debe valorar que aquí en Venezuela quizás hay más peruanos que venezolanos en el Perú. Entonces, eso no lo valora precisamente porque no le interesa que las políticas sociales del Gobierno venezolano se conozcan a nivel internacional, porque aquí la mayoría de los peruanos estamos bien, estamos bien atendidos. Tengo conocimiento de algunos peruanos que han sido beneficiados con la Misión Vivienda, por ejemplo, que quizás en el Perú no lo hubiesen tenido.
Sobre los medios de comunicación en Perú ¿Cree usted que los medios de comunicación sobredimensionan algunos hechos para vincular la delincuencia con la nacionalidad venezolana?
Me da tristeza cuando solamente pregonan o sacan a la luz pública, ya sea por radio, prensa escrita o prensa televisada a nivel nacional e internacional -que quieren bombardear mediáticamente- un hecho negativo descuidando las situaciones o las experiencias positivas. Tengo conocimiento de venezolanos que están trabajando honradamente, unos en su área profesional para la que se capacitaron y otros en el empleo que han conseguido, y lo tienen que hacer para poder subsistir. Entonces uno no puede generalizar todo lo negativo descuidando la parte positiva. Hago un llamado, quizás no me hagan caso, o no me paren como decimos acá, pero nunca está de más que hagamos el llamado para que también se dé a conocer las cosas positivas que hacen los venezolanos, porque aquí el venezolano y la venezolana practican mucho la solidaridad.
Sobre las relaciones diplomáticas entre Perú y Venezuela ¿Qué se debe hacer?
No entiendo ahora por qué en el gobierno de Pedro Pablo Kuczynski, Martín Vizcarra y ahora con Francisco Rafael Sagasti no se hace un trabajo diplomático con Venezuela para normalizar al menos las relaciones migratorias, ya que con eso estaríamos previniendo y estaríamos evitando que algunos ciudadanos, sea de la nacionalidad que sea, ingresen de manera irregular al país. Con represión y policías no se va solucionar la situación migratoria en la frontera, hay que fortalecer la relación diplomática con el Gobierno venezolano porque es legalmente constitucional y legítimo, y es con quien se debe realizar todos los tratados y todos los acuerdos de migración.