Escultura de María Lionza está a buen resguardo en Yaracuy
La decisión se toma a solicitud de pobladores de ese estado, informó la presidenta del Instituto de Patrimonio Cultural.
VEA / Yuleidys Hernández Toledo
No era una opción colocar la escultura de María Lionza, de Alejandro Colina, de vuelta en la autopista Gran Cacique Indio Guaicaipuro porque sería exponerla a sufrir los mismos daños que ocasionaron su desplome en 2004. Así lo manifestó la presidenta del Instituto de Patrimonio Cultural (IPC), Dinorah Cruz, quien explicó que la vibración que generan los carros en la importante arteria vial fue uno de los elementos que hace 18 años le causó graves daños a la obra.
Debido a esta situación se sometió a consideración una propuesta de habitantes del estado Yaracuy que practican el culto a María Lionza de que la escultura fuese trasladada a esa entidad. «Lo importante es que se garantice el uso debido y la preservación», expresó el viernes 7 de octubre al ser entrevistada en el programa Al Aire, que transmite Venezolana de Televisión (VTV).
Cruz, antropóloga de profesión y con décadas de experiencia en el IPC, señaló: «La escultura fue trasladada desde Caracas a Yaracuy. Hemos exhortado a las autoridades nacionales para que su destino final cumpla con todas las condiciones de preservación, de conservación, de función mítica, que la gente puede acercarse, observarla».
Este viernes, Cruz explicó que el 12 de octubre, cuando se conmemore el Día de la Resistencia Indígena, se celebrarán los rituales principales a la diosa y estará en Yaracuy. «Es la fecha de ella, reivindica el mestizaje, la indianidad del pueblo y de la rebeldía», dijo.
Agregó que además es una escultura muy hermosa, que representa a una mujer humana, «una india, mestiza. Es como una mujer como empoderada, sobre la danta, que cuida las aguas, la selva, los bosques, los hombres, a las mujeres. Es un objeto cargado de un valor simbólico especial».
El jueves 6 de octubre, el IPC exhortó al Ejecutivo nacional a «desplegar las acciones y recursos necesarios para la reubicación de la estatua de María Lionza, de Alejandro Colina, al pie del Monumento Natural María Lionza, en el estado Yaracuy, en condiciones adecuadas para su preservación, conservación y exhibición». Así lo dio a conocer el ente del Ministerio del Poder Popular para la Cultura en un comunicado.
Remarcó además que “la estatua de María Lionz, está declarada Bien de Interés cultural», por lo que está sujeta a un régimen especial de protección, y en este sentido le corresponde al IPC, como ente rector patrimonial de la nación, velar por su preservación.
Historia
Cruz explicó que la escultura de María Lionza fue encargada al maestro Colina como pebetero de los Juegos Sudamericanos de 1951. “Estuvo en los estadios de la Universidad Central. Cuando finalizan los juegos Sudamericanos se le cambia el pebetero, donde salía el fuego y se le pone la pelvis, y de ahí pasa como un periplo de la universidad y de allí llega a la autopista. En la autopista estaba sometida a la vibración». Añadió que si bien es cierto que la escultura está bien hecha, pasó desde 1954 hasta el 2004, cuando fue el accidente, sometida a una vibración bastante importante, «que fue una de las causas que generó ese deterioro».
Añadió que luego de 2004, cuando la escultura sufrió la afectación, el desplome, se lleva a la Universidad y el Gobierno revolucionario la sometió a un proceso de restauración, que culminó en 2006. «Fue una restauración bastante difícil, porque el nivel de afectación era bastante grande. Desde el 2006 hasta esta semana estuvo esa escultura en los talleres de la Casona Ibarra, lugar donde estuvo prácticamente secuestrada, nadie tenía acceso a ella. Incluso la gente perdió un poco la memoria, y pensaron que la que estaba en la autopista era la original. Nadie tenía acceso a ella, aseveró».
Expresó que al momento de iniciarse el proyecto de rescate de la Universidad Central de Venezuela (UCV) por la comisión presidencial, de la cual el IPC forma parte pues la Ciudad Universitaria es Patrimonio de la Humanidad, “se instruye toda una metodología y protocolo de trabajo», que incluye entrar a los sitios, hacer el diagnóstico, y una vez hecho esto inspeccionar las edificaciones del complejo universitario, y es ahí cuando se determinan las condiciones de la Casona Ibarra y el riesgo que corría la pieza escultórica.
Ante esto se decide la protección y el rescate del Bien de Interés Cultural y se da inicio al proceso de reubicación. Recordó que desde hace 18 años la escultura estuvo confinada. Agregó que “no era una opción volver a colocar a María Lionza en la autopista porque la expondría a sufrir los mismos daños”.
Se preguntó por qué en 18 años la estatua no se colocó en la UCV, y señaló que no se hizo nunca porque en algunos sectores hay un poco de temor al culto que la rodea, «por el culto, donde la pongas habrá ofrenda».
Parte del imaginario
Indicó que además de ser considerada como objeto, como escultura, forma parte del imaginario popular venezolano y forma parte de la creencia y culto a María Lionza: «Se transformó en un objeto sagrado. Los creyentes de María Lionza la llenaron de valor, de significado y se convirtió entonces en uno de sus iconos principales».
Y agregó: «No solamente es patrimonio porque es una obra escultórica, sino porque representa la creencia en María Lionza. Está protegida doblemente por lo que significa como objeto y lo que significa para el pueblo que cree en él».
No la robamos
Dijo que algunos sectores han tratado de politizar la escultura de María Lionza y decir que el Gobierno nacional la robó. «Nosotros no nos la robamos. Hicimos un procedimiento donde el Instituto de Patrimonio Cultural garantizó toda la cadena de custodia, elevamos una medida de protección e iniciamos unos procedimientos administrativos para determinar las responsabilidades del caso”, explicó.
«No fue que la robamos, no fue que la secuestramos. Eso fue un procedimiento administrativo que el Instituto de Patrimonio Cultural, como garante del patrimonio cultural venezolano, está en la responsabilidad de hacer y así lo hicimos», señaló.
Garante del patrimonio
En su intervención remarcó que el Instituto del Patrimonio Cultural de Venezuela es garante de todo el patrimonio cultural venezolano, en este caso es responsable de las cadenas de custodia para la protección de la escultura de María Lionza.
Recordó que todas las obras que se declaran como Bien de Interés Cultural de la Nación están bajo la responsabilidad y custodia del IPC. “El ente rector patrimonial determina en su marco jurídico que existen tres categorías patrimoniales: Bien de Patrimonio Cultural, el cual es declarado por el instituto; Monumento Histórico Nacional, y las competencias de su declaratoria las tiene el Presidente de la República, y por último, pero no menos importante, las Zonas de Valor Histórico, de Valor Arqueológico, decretadas también por el Primer Mandatario».