Exigen traslado a Venezuela de Ilich Ramírez tras 28 años de prisión ilegal

VEA / Ildegar Gil

Al cumplirse, este 15 de agosto, 28 años del secuestro en Sudán y posterior e ilegal traslado y detención en Francia del venezolano, Ilich Ramírez Sánchez, la Brigada Internacionalista de Solidaridad Activa, Brisa, exige su inmediato traslado a la República Bolivariana de Venezuela.

Así lo dio a conocer su hermano, Vladimir Ramírez Sánchez, quien además es coordinador de la organización citada.

Al hacer referencia que «Carlos» (como también es conocido), es combatiente internacionalista por la Causa Palestina, recuerda que la acción «…fue ejecutada por agentes de Francia, E.E.U.U. e Israel con el apoyo del entonces mandatario sudanés Omar Al Bashir».

Acota que el venezolano merece «…nuestro mayor respeto y apoyo», dada «su resiliencia, indoblegable voluntad de lucha e inconmensurable amor por la Causa Palestina y por los pueblos oprimidos por el hegemonía Imperialista-Sionista».

El llamamiento del traslado «…a su patria venezolana…» es efectuado tanto al Gobierno revolucionario como al gobierno de Francia en virtud de convenios internacionales suscritos en el año 2003, comunes a ambos países.

Corría el año 1.994

Luego del secuestro, en 1.994, «militares del gobierno sudanés del entonces presidente Omar Al Bashir, responsables de la custodia y protección de Carlos, lo sometieron esa madrugada, le suministraron un somnífero y luego lo trasladaron a un aeropuerto cercano para entregarlo a agentes de la DST francesa, quienes pocas horas después aterrizaron con él en la base aérea militar de Villacoublay, cerca de París», relató Vladimir -hace dos (2) años- para el portal eldiariovea.home.blog.

Indicó en esa ocasión que Al Bashir (luego depuesto y juzgado en Sudán desde 2019) «recibió $50 millones de la Casa Real de Arabia Saudita por haberlo entregado sin orden de extradición a los franceses».

Precisó, entonces el informante, que el detenido ha sufrido las más flagrantes violaciones de sus derechos fundamentales. Entre ellas están:

1) Maltratos y torturas físicas y psicológicas: Aislamiento penitenciario durante más de 11 años; privación de sueño durante un largo período; hostigamiento y maltrato físico por guardias penitenciarios, funcionarios policiales y judiciales, juntándolo con presos con desequilibrio mental o de alta peligrosidad, que pudieron haberle causado lesiones o hasta su muerte.

2) Confinamiento en cárceles distantes de París, para procurar su aislamiento, tanto de sus abogados (para perjudicar su defensa en los juicios), como de los diplomáticos venezolanos (para dificultar cualquier apoyo del Estado venezolano). De igual manera se le trasladó desde dichas cárceles a los tribunales en París y de vuelta, en largos viajes en furgoneta (de más de 7 horas), en condiciones que le generaron penurias extremas.

Debido a los continuados abusos, sentención, «Carlos se vio obligado a realizar dos huelgas de hambre, para denunciar el régimen violador de sus más elementales derechos como privado de libertad».

En marzo del año 2.020, el autor (también historiador) aludido, publicó una primera entrega titulada “Carlos” se expresa ante el mundo. En ella denuncia que su familiar «…ha sido difamado de manera inmisericorde, mediante una muy bien financiada, elaborada, y divulgada campaña de desinformación en su contra, ejecutada por la gran maquinaria comunicacional construida y consolidada a nivel global por la hegemonía Imperialista-Sionista– para mostrar a Carlos como un terrorista o mercenario, bajo el infame mote de ‘El Chacal'».