VEA / Yuleidys Hernández Toledo

El jueves 24 de febrero, tras el pedido de ayuda de las repúblicas populares de Donbass, para repeler la agresión de las Fuerzas Armadas de Ucrania, el presidente de Rusia, Vladimir Putin, anunció que decidió «una operación militar especial».

Tres días antes, Rusia había reconocido la independencia y la soberanía de Donetsk y Lugansk. El anuncio lo hizo el presidente Vladimir Putin, quien firmó los decretos pertinentes. La medida generó disgusto en Ucrania y elevó la tensión entre Rusia y Occidente.

Desde 2014, el régimen estadounidense agita el conflicto entre Ucrania y Rusia. A continuación, ocho (8) claves para entender el origen de las tensiones entre ambos países.

Ucrania luego de la Unión Soviética

El origen de Rusia y Ucrania se sitúa hace más de 1.200 años en la enorme federación de tribus eslavas que dominó el noreste de Europa durante la Edad Media.

«Tanto los rusos como los ucranianos y los bielorrusos son los herederos de la antigua Rusia, que fue el estado más grande de Europa. Las tribus eslavas y otras en una vasta área, desde Ladoga, Novgorod, Pskov hasta Kiev y Chernigov, estaban unidas por un idioma (ahora lo llamamos ruso antiguo), lazos económicos, el poder de los príncipes de la dinastía Rurik. Y después del bautismo de Rusia, y una fe ortodoxa. La elección espiritual de San Vladimir, quien fue a la vez Novgorod y el gran príncipe de Kiev, y hoy determina en gran medida nuestra relación», explicaba el 12 de julio de 2021 el presidente Vladimir Putin en un artículo titulado ‘Sobre la unidad histórica de rusos y ucranianos’.

El 30 de diciembre de 1922, nació la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS) formada después de la Revolución de Octubre de 1917. Estaba conformada, entre otras por  Rusia, Ucrania y Bielorrusia. El 8 de diciembre de 1991 se firmó el llamado Acuerdo Belovezhskaya sobre el establecimiento de la Comunidad de Estados Independientes, que declaró que la URSS, como sujeto de derecho internacional y realidad geopolítica, dejaba de existir.

En el mencionado artículo, Putin explicaba que tras aquella disolución «las élites ucranianas decidieron justificar la independencia de su país a través de la negación de su pasado, sin embargo, con la excepción de la cuestión de las fronteras. Comenzaron a mitificar y reescribir la historia, a excluir todo lo que nos une de ella, a hablar sobre el período de la estadía de Ucrania en el Imperio Ruso y la URSS como ocupación. La tragedia de la colectivización, la hambruna de principios de la década de 1930, que nos es común, se presenta como el genocidio del pueblo ucraniano».

En el texto dice Putin que «la Ucrania moderna es enteramente una creación de la era soviética. Sabemos y recordamos que en gran medida se creó a expensas de la Rusia histórica. Basta comparar qué tierras se reunieron con el estado ruso en el siglo XVII y con qué territorios la RSS de Ucrania abandonó la Unión Soviética».

Golpe de Estado en Ucrania

En febrero de 2014, grupos radicales de Ucrania aupados por Estados Unidos (EE. UU.), y países europeos sellaron un golpe de Estado en Ucrania, luego de varios meses de protestas.

Los disturbios habían iniciado en noviembre de 2013 cuando el Consejo de Ministros de Ucrania emitió una orden de suspensión del proceso de preparación del Tratado de Asociación entre Ucrania y la Unión Europea basando su decisión en la necesidad de desarrollar las relaciones económicas y comerciales con las exrrepúblicas soviéticas y, de forma particular, con Rusia, recordó un año después Rusia Today.

El entonces primer ministro de Ucrania, Nikolai Azárov, alegó como motivo de la falta de consenso las exigencias del Fondo Monetario Internacional, entre las que figuraban el aumento de las tarifas de gas, la congelación de los salarios y los recortes en el presupuesto, agrega el mencionado medio.

La medida ocasionó que la plaza principal de Kiev, capital de Ucrania, Maidán, fuese ocupada por los partidarios de la eurointegración. El lugar se convertiría en los meses siguientes en el epicentro de la confrontación entre las fuerzas radicales y los policías, acciones que dejarían decenas de muertos y heridos.

Durante el mes de diciembre las protestas crecieron, tornándose cada vez más violentas. Los manifestantes ya no exigían solo la firma del acuerdo con la UE, sino también la renuncia del presidente y la dimisión del gobierno. Entretanto, el entonces presidente de EE. UU., Barack Obama, declaraba abiertamente su apoyo a los manifestantes ucranianos.

El 22 de febrero de 2014, la Rada Suprema (Parlamento) destituyó al entonces presidente ucraniano, Víctor Yanukóvich, nombró a Alexánder Turchínov como presidente interino y convocó elecciones anticipadas. Además, disolvió el Tribunal Constitucional y revocó la ley que consagraba el uso del ruso como lengua oficial en Crimea y otras regiones, rememora el ya citado medio ruso.

En su artículo, Putin recordaba que «mucho antes de 2014, Estados Unidos y los países de la UE presionaron sistemática y persistentemente a Ucrania para que redujera y limitara la cooperación económica con Rusia. Nosotros, como el mayor socio comercial y económico de Ucrania, propusimos discutir los problemas emergentes en el formato Ucrania-Rusia-UE. Pero cada vez nos decían que Rusia no tenía nada qué ver con eso, esgrimían, que el tema concernía solo a la UE y a Ucrania. Los países occidentales de facto han rechazado las repetidas ofertas rusas de diálogo».

Agregaba: «Paso a paso, Ucrania se vio envuelta en un peligroso juego geopolítico, cuyo objetivo era convertir a Ucrania en una barrera entre Europa y Rusia, en un punto de apoyo contra Rusia. (…) Tampoco se pensó en los intereses del pueblo ucraniano en febrero de 2014. El justificado descontento del pueblo, causado por los más agudos problemas socioeconómicos, errores e incoherencias de las autoridades de entonces, fue simplemente utilizado con cinismo. Los países occidentales interfirieron directamente en los asuntos internos de Ucrania y apoyaron el golpe. Los grupos nacionalistas radicales actuaron como su ariete. Sus lemas, ideología, rusofobia abiertamente agresiva en muchos aspectos, comenzaron a determinar la política estatal en Ucrania».

Descontento por el golpe

Tras el golpe de Estado de febrero de 2014, varias zonas del este y el sur de Ucrania no reconocieron la legitimidad del gobierno autoproclamado de Kiev y con multitudinarias protestas reivindicaron la federalización del país, recordó ese año RT. En las ciudades de Sebastopol, Simferópol y Odesa, ubicadas en el sur de Ucrania, así como en algunas del este (Járkov y Donetsk), miles de ciudadanos salieron a las calles para protestar contra los activistas del Euromaidán, agrega la mencionada fuente.

Crimea, conocida como la perla del mar Negro, se opuso al golpe de Estado. Ante estos hechos, el Parlamento de esa región anunció un referéndum regional sobre el futuro político. El evento se realizó el 16 de marzo de 2014 con observadores de 21 países, entre ellos Israel, Italia, Francia y otros, en el que se planteaban la adhesión a Rusia o seguir siendo parte de Ucrania. El 96,77 % de la votantes optó por la incorporación a Rusia, rememoró el 16 de marzo de 2021 Sputnik. Al día siguiente, el Parlamento proclama la independencia de Crimea como un Estado soberano, acto que Moscú reconoce de inmediato, agrega el medio.

El acuerdo correspondiente fue firmado el 18 de marzo, después de lo cual fue sometido a votación en la Duma y en el Consejo de la Federación. Asimismo, fue aprobada la ley constitucional federal para la formación de los dos nuevos sujetos de la Federación de Rusia, la República de Crimea y la ciudad federal de Sebastopol, recordaba RT en 2014.

Como era de esperarse, la Unión Europea y EE. UU. se negaron a reconocer el acuerdo de reunificación y aprobaron una serie de sanciones económicas contra Rusia. Un mes después del referéndum, exactamente el 25 de mayo, se celebraron en Ucrania elecciones presidenciales. El vencedor fue el multimillonario Piotr Poroshenko.

Artillería pesada contra  Donetsk y Lugansk

Luego del golpe de Estado en Ucrania contra el presidente constitucional ucraniano, Víktor Yanukóvich,  las protestas continuaban al este de ese país. Para aplacarlas, el gobierno instaurado en Kiev puso en marcha su «operación antiterrorista», desplegando artillería pesada para atacar zonas civiles en Donetsk y Lugansk, refería en 2014 RT. Donetsk y Lugansk, son dos áreas de la región del Donbass.

En medio de esa arremetida, partidarios del gobierno de Kiev, el 2 de mayo de 2014 promovieron la tragedia de Odesa. Ese día los nacionalistas incendiaron un campamento de manifestantes y luego prendieron fuego a la Casa de los Sindicatos, donde activistas antiKiev quedaron atrapados en su interior. En estas acciones al menos 50 personas perdieron la vida y otros 250 resultaron heridos, reseñó RT, en aquel entonces.

En medio de estos eventos, el 11 mayo de ese año, Tanto Lugansk como Donetsk celebraron un referendo independentista para separarse de Ucrania y declararse repúblicas populares. El 89,7 por ciento de los votantes apoyó esta opción. Un día después ambas regiones declararon su independencia, reseñó en aquel entonces el portal español La Razón.

Como era de esperarse, Kiev anunció que no reconocería la autodeterminación de Lugansk y Donetsk. Otro tanto hicieron la Unión Europea y Estados Unidos (EE. UU.), que desestimaron el referéndum, al cual tacharon de «ilegal».

En su artículo, al referirse a la reunificación de Crimea a Rusia y de la situación en Donbass, Putin dijo: «Los residentes de Crimea y Sebastopol han hecho su elección histórica. Y la gente en el sureste trató pacíficamente de defender su posición. Pero todos ellos, incluidos los niños, fueron registrados como separatistas y terroristas. Comenzaron a amenazar con la limpieza étnica y el uso de la fuerza militar. Y los residentes de Donetsk y Lugansk tomaron las armas para proteger sus hogares, su idioma, sus vidas. ¿Se han quedado con una opción diferente: después de los pogromos que arrasaron las ciudades de Ucrania, después del horror y la tragedia del 2 de mayo de 2014 en Odessa, donde los neonazis ucranianos quemaron vivas a personas, organizaron un nuevo Khatyn? Los seguidores de Bandera estaban listos para infligir la misma masacre en Crimea, Sebastopol, Donetsk y Lugansk. Todavía no abandonan tales planes. Están esperando su momento. Pero no esperarán mucho».

Agregó: «El golpe de Estado y las acciones posteriores de las autoridades de Kiev provocaron inevitablemente el enfrentamiento y la guerra civil»

Los acuerdos de Minsk

En medio del enfrentamiento armado que se generó tras el cambio de poder en Kiev, la capital, y la creación de las Repúblicas Populares de Donetsk y de Lugansk, el presidente de Rusia, Vladimir Putin, y el entonces mandatario de Ucrania, Piotr Poroshenko, presentaron paralelamente propuestas para encontrar una salida al enfrentamiento.

En ese contexto, el 5 de septiembre de 2014 los miembros del grupo de contacto, formado por representantes de Ucrania, Rusia y la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE), celebraron una reunión en Minsk (Bielorrusia) y acordaron un plan de solución del conflicto, ahora llamado ‘el Protocolo de Minsk’. Entre los puntos acordados estaba el alto al fuego, recordó en enero de este 2022. , RT.

Sin embargo, el documento no ayudó a poner fin a las hostilidades.  Para rebajar las tensiones, los miembros del Cuarteto de Normandía se reunieron en febrero de 2015 en Minsk. Tras horas de discusiones, acordaron un nuevo documento, el complejo de medidas de aplicación de los acuerdos de Minsk (conocido también como ‘Minsk II’), agrega la fuente.

El nuevo pacto, firmado por el grupo de contacto trilateral y los líderes de las repúblicas autoproclamadas, y que fue aprobado por una resolución del Consejo de Seguridad de la ONU, amplió el Protocolo de Minsk y se convirtió en el documento en cuyo marco se dan todos los pasos para superar el conflicto en el este de Ucrania. Este acuerdo de 13 puntos estipulaba el alto al fuego, rememoró este año RT.

Violación de los acuerdos de Minsk

En 2015, Rusia reiteró en diversas oportunidades que los acuerdos de Minsk fueron violados. El 3 de junio de ese año, el Estado Mayor General de Ucrania admitió que las fuerzas de seguridad emplearon contra la milicia de Donbass artillería pesada,  la cual había sido retirada anteriormente, de conformidad con los acuerdos. Como resultado de los ataques, 19 personas murieron y 90 resultaron heridas en la ciudad de Donetsk, refirió en esa oportunidad RT.

La guerra que lleva ocho (8) años ha dejado ya unos 14.000 muertos, según estimaciones de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), refería el 17 de febrero de 2022, el diario español El País.

«Según el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, el número total de víctimas relacionadas con el conflicto en Donbass ha superado las 13 mil personas, entre ellos están los ancianos y los niños. Pérdidas terribles e irreparables», decía Putin en su artículo publicado en 2021.

«Rusia ha hecho todo lo posible para detener el fratricidio«, agregaba el mandatario ruso en el texto y recordaba que para tratar una situación al enfrentamiento en Donbass se firmaron los acuerdos de Minsk, documentos que destacaban fueron violados por Kiev.

«En el curso de las negociaciones oficiales, especialmente después de ser «retirados» por los socios occidentales, los representantes de Ucrania declaran periódicamente su «pleno compromiso» con los acuerdos de Minsk, pero en realidad se guían por la posición de su «inaceptabilidad». No tenemos la intención de discutir seriamente ni el estatus especial de Donbass ni las garantías para las personas que viven aquí. Prefieren explotar la imagen de «víctima de agresión externa» y comerciar con rusofobia. Organiza sangrientas provocaciones en el Donbass. En una palabra, de ninguna manera atraen la atención de patrocinadores y propietarios externos«, reza el texto.

Agregaba Putin aquel 2021: «Aparentemente, y cada vez más convencido de esto: Kiev simplemente no necesita Donbass. ¿Por qué? Porque, en primer lugar, los habitantes de estas regiones jamás aceptarán el orden que intentaron y tratan de imponerles por la fuerza, el bloqueo, las amenazas. Y en segundo lugar, los resultados de Minsk-1 y Minsk-2, que brindan una oportunidad real de restaurar pacíficamente la integridad territorial de Ucrania al acordar directamente con la RPD y la LPR a través de Rusia, Alemania y Francia, contradicen toda la lógica de la “ proyecto anti-Rusia”. Y solo puede aferrarse al cultivo constante de la imagen de un enemigo interno y externo. Y agregaré: bajo el protectorado, el control de las potencias occidentales».

El martes 22 de febrero de 2022, Putin, en rueda de prensa señaló que los esfuerzos de las actuales autoridades de Kiev, gobernada por Volodímir Oleksándrovich Zelenski, han reducido a cero los Acuerdos de Minsk. Destacó que falleció mucha gente antes de que Rusia tomara la decisión de reconocer a las autoproclamadas Repúblicas Populares de Donetsk (RPD) y Lugansk (RPL), reseñó Sputnik.

«Si -por supuesto- ahora los Acuerdos de Minsk no existen, ¿para qué implementarlos si hemos reconocido la independencia de estas regiones?», dijo Putin en rueda de prensa, citó el mencionado medio. Agregó: «los Acuerdos de Minsk fueron sepultados mucho antes del reconocimiento del (21 de febrero) de las repúblicas de Donbás, y no fue por nosotros ni por los representantes de las repúblicas, sino por las actuales autoridades de Kiev».

En el texto, Putin alertó que «los autores occidentales del proyecto “anti-Rusia” están configurando el sistema político ucraniano de tal manera que los presidentes, diputados y ministros cambian, pero la orientación hacia la división con Rusia, hacia la enemistad con ella, permanece sin cambios».

Sanciones a Rusia

Desde el 2014, EE. UU. a través del Departamento del Tesoro, así como la Unión Europea, vienen aplicando un conjunto de sanciones contra Rusia, sus empresas y ciudadanos de ese país. De esta manera el bloque europeo y el régimen gringo han demostrado su apoyo a las acciones de Ucrania.

Las más recientes las impuso el martes 22 de febrero de 2022, EE. UU. a los bancos rusos Vnesheconombank (VEB) y al Promsvyazbank Public Joint Stock Company (PSB), así como a 42 de sus filiales. El Departamento del Tesoro también tomó acción contra cinco embarcaciones que son propiedad de PSB Lizing OOO, una subsidiaria designada de PSB. El organismo gringo anunció que el Banco Central de Rusia, el Ministerio de Finanzas y el Fondo Nacional de la Riqueza, fueron añadidos a una lista de sanciones menos severas de la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC, por su siglas en inglés), que no le prohíben brindar algunos servicios, reflejó Sputnik.

Ese mismo día el jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell, comunicó que la Unión Europea (UE) sancionó a 351 diputados rusos, 27 personas físicas y entidades jurídicas, reflejó el mencionado medio ruso.

El paquete de sanciones afecta el gasoducto Nord Stream 2, que conecta a Rusia con Alemania a través del mar Báltico.

Con las más recientes acciones, ya son 555 personas y 52 entidades las sancionadas por la UE desde marzo de 2014, reflejó el miércoles 23 de febrero el portal alemán https://www.dw.com/.

Ucrania y la OTAN

Después del golpe de Estado de 2014, el gobierno prooccidental instalado en Ucrania, manifestó su deseo de tramitar el ingreso del país a la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN).

Ucrania, que limita con Rusia y la Unión Europea, no es miembro de la OTAN, pero es un «país socio». Rusia en reiteradas oportunidades ha manifestado su desacuerdo en que Kiev se una a esta organización.

En febrero de este año, Putin volvió a argumentar que EE. UU. rompió una garantía que dio en 1990 de que la OTAN no se expandiría hacia el este tras la unificación de Alemania.  «Nos engañaron», aseveró, aludiendo a la incorporación de naciones como Polonia, Rumania y los países del Báltico, entre otros, refirió el 1° de ese mes RT.

Señaló que los documentos doctrinales de Ucrania constatan que el país quiere retomar la península rusa de Crimea, incluso por vía militar. El jefe del Estado recalcó que si Ucrania, que últimamente está siendo militarizada activamente por Occidente, se incorpora y lanza un ataque en Crimea, Rusia tendría que enfrentarse contra la OTAN. «Imaginémonos que Ucrania sea un miembro de la OTAN: esté plagada de armas con la instalación de sistemas ofensivos contemporáneos, al igual que Polonia y Rumania […] y empiece una operación militar en Crimea. Esto es territorio soberano de Rusia […] ¿Tenemos que entrar en guerra con el bloque de la OTAN? ¿Alguien ha pensado algo al respecto? Aparentemente no», agregó el medio.

La OTAN, una organización que nació al calor del inicio de la Guerra Fría, la conforman 29 países: Albania, Alemania, Bélgica, Bulgaria, Canadá, Croacia, Dinamarca, Eslovaquia, Eslovenia, España, Estados Unidos, Estonia, Francia, Grecia, Hungría, Islandia, Italia, Letonia, Luxemburgo, Macedonia del Norte, Montenegro, Noruega, Países Bajos, Polonia, Portugal, Reino Unido, República Checa, Rumanía y Turquía.

La NATO, como también se le conoce por sus siglas en inglés, ha mantenido una postura contra la extinta Unión Soviética y en la actualidad contra Rusia. De hecho, el primer secretario general de la OTAN, el británico Lord Hastings Lionel Ismay , diría: “La OTAN se creó para mantener fuera a los soviéticos, dentro a los estadounidenses y abajo a los alemanes”, refiere la propia organización en su web.

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