Gustavo Cisneros y su entramado golpista contra Hugo Chávez

VEA / Yuleidys Hernández Toledo

El empresario venezolano, presidente de la Junta Directiva del Grupo Cisneros, Gustavo Cisneros Rendiles falleció este viernes 29 de diciembre a los 78 años de edad. La información la dio a conocer el canal, del cual era dueño, Venevisión.

«Venevisión informa con profundo pesar el fallecimiento del Presidente de la Junta Directiva de Cisneros, Gustavo Cisneros Rendiles, un líder excepcional que trascendió lo empresarial, caracterizado por su visión estratégica y compromiso con la innovación», comunicó la planta televisiva en su cuenta en la Plataforma X.

En 2002, Venevisión, propiedad de Gustavo Cisneros, fue uno de los canales que estuvo al servicio del entramado mediático que acompañó el golpe de Estado contra el presidente constitucional Hugo Chávez. Fue desde esa planta televisiva que el periodista Napoleón Bravo, dijo el 12 de abril del citado año: «Tenemos nuevo presidente»; «vendiendo» como cierta y sin mostrar prueba alguna la supuesta renuncia del Líder de la Revolución Bolivariana a la Presidencia. Fue su canal uno de los soportes comunicacionales que etiquetó como «Pistoleros de Puente Llaguno» a quienes el 11 de abril defendían el proceso revolucionario de la arremetida derechista orquestada desde EEUU.

En reiteradas oportunidades el Comandante Eterno denunció las campañas mediáticas contra la Revolución Bolivariana impulsadas desde Venevisión, propiedad de Gustavo Cisneros. Varios de los señalamientos del Comandante Eterno pueden ser leídos en la web Todo Chávez.

El periodista Ernesto Villegas en su libro Abril, golpe adentro hace referencia al encuentro entre el exalcalde metropolitano Alfredo Peña y el entonces embajador de EEUU Charles Shapiro, ambos involucrados en el golpe de Estado de 2002 el 10 de abril, un día previo al golpe. También hace alusión al almuerzo que fue ofrecido un día después, es decir, durante el golpe al exfuncionario gringo, en una casa propiedad de Cisneros.

“Peña y Shapiro volverán a verse las caras al día siguiente, jueves 11 de abril, en la casa de Gustavo Cisneros, propietario de Venevisión, quien ofreció un almuerzo en honor al embajador estadounidense”, refiere el citado texto, el cual dice que al encuentro en la quinta en el Country Club asistieron el entonces presidente de la Conferencia Episcopal, Baltazar Porras, directivos de los canales de televisión y políticos.

«En sus Memorias de un obispo, Baltazar Porras, arzobispo de Mérida y para entonces presidente de la Conferencia Episcopal, cuenta que el cardenal Ignacio Velasco estaba invitado, pero lo llamó para pedirle que lo representara en el agasajo a Shapiro (…). La cita fue a las 11:00 am. A esa hora, miles de personas caminaban bajo el sol en la marcha «en solidaridad con los despedidos de Pdvsa», decían, de Parque del Este a Chuao, luego desviada hacia Miraflores (…). A la quinta en el Country Club asistieron, además de Porras, líderes judíos y evangélicos, así como directivos de los canales de TV y políticos, entre otros Peña y Luis Miquilena, quien acababa de romper con Chávez y horas después aparecería en rueda de prensa desde Venevisión culpándolo del desenlace sangriento de la marcha. Shapiro se hizo acompañar por dos o tres asistentes», cita el libro.

En el texto Villegas también refiere la reunión que sostuvieron los directivos de los medios, el 13 de abril de 2002, con el dictador Pedro Carmona Estanga. «Miguel Henrique Otero y Marcel Granier hablaron por los medios. Prosigue José Gregorio Vásquez: —Particularmente Granier hizo una excelente exposición sobre los errores cometidos y la búsqueda de soluciones. Carmona asentía. Gustavo Cisneros tomó luego la palabra para pedirle al Presidente que dejara en manos de todos ellos la gestión comunicacional del Gobierno. Carmona aceptó. Por consenso decidieron que fuese Alberto Federico Ravell el encargado de hacer las postulaciones (…)», cita el libro en su página 209.

Recuerda, entre las notas del autor, que luego del cambio de Víctor Ferreres en la presidencia de Venevisión, y luego de la reunión en 2004 entre Chávez y Cisneros, auspiciada por el expresidente estadounidense Jimmy Carter en 2004, trajo como consecuencia «un vuelco en la postura editorial de la televisora frente al Gobierno. Venevisión volvió a una programación centrada en el entretenimiento, redujo el número de sus programas de opinión, y a ellos volvieron a ser invitados personeros del Gobierno y del movimiento bolivariano (…)».

Villegas recuerda «en 2011, durante una rueda de prensa, Chávez aprovechó una pregunta de una periodista de Venevisión, Vanessa Sánchez, para recordar a Cisneros su papel en 2002 y advertirle sobre las consecuencias de repetirlo: «Ojalá canales como (ese) donde tú trabajas, que se prestaron para el golpe… Lo sabemos, nunca se me olvida el día que Cisneros llegó después del golpe a hablar conmigo. Y recuerdo que me dijo: “me puse corbata porque vengo a reconocerlo como mi Presidente”. Bueno, está bien, pues. Pero yo sé que él participó, y activamente, en todo lo que fue el golpe de Estado. Ojalá haya rectificado de verdad y para siempre, él y todos los que con él trabajan ahí, porque si no les caería el látigo Chávez. Ojalá que no. Y (también le caería) a cualquiera que se preste, ¿para qué? para darle la bienvenida a una invasión o convocar a golpes de Estado y tratar de buscar generales tipo Plaza Altamira» (Cadena nacional desde el Palacio de Miraflores. Caracas, 29/09/2011)».