¡Hasta ellos lo admiten! Oficina de EEUU en Colombia denuncia brutalidad policial y violación de DDHH

VEA / Yuleidys Hernández Toledo

La represión que ejecuta el régimen de Iván Duque contra los manifestantes que se encuentran en las calles colombianas desde el 28 de abril es tan evidente, que, la Oficina en Washington para Asuntos Latinoamericanos, Wola, denunció la brutalidad policial, el uso desproporcionado de la fuerza por parte de la fuerza pública, y la violación de derechos humanos, al tiempo que exige al presidente de Estados Unidos, Joe Biden, una respuesta contundente.

A través de un pronunciamiento, Wola, se refirió a los 71 fallecidos ocurridos en el marco de la protesta e hizo énfasis a las 14 muertes que se registraron el viernes 28 de mayo en Cali, departamento del Valle del Cauca.

“La brutalidad policial, el uso desproporcionado de la fuerza por parte de la fuerza pública y los inquietantes videos que muestran a personas civiles disparando armas en presencia de la policía continúan circulando. Cali, la tercera ciudad más grande de Colombia, con un alto número de residentes afrodescendientes, ha sufrido hasta 46 homicidios, además de un ataque evidentemente racista contra una caravana indígena nasa que entró en la ciudad a principios de mayo para apoyar pacíficamente a los manifestantes”, denunció el organismo en su página web. 

En el documento también condenaron el despliegue de 7 mil soldados hacia Valle del Cauca y otros siete departamentos, que ordenó el pasado 28 de mayo Duque, pues advierten del “peligro de que las tropas recién desplegadas puedan agravar la situación y cometer aún más abusos contra los derechos humanos, es muy alto. Se trata de un despliegue muy arriesgado”.

Destacan que en este momento que vive Colombia se necesita “urgentemente una desescalada, no un mayor uso de la fuerza”. Además destacan el fracaso del diálogo entre el régimen de Duque y el Comité del Paro Nacional.

Condenan además que el régimen de Duque se niegue a reconocer  la gravedad de los abusos cometidos por su fuerza pública, al tiempo que rechazan que la administración neogranadina siga “estigmatizando, criminalizando y deslegitimando las protestas. En un ejemplo entre muchos, el ministro de Justicia dijo el 29 de mayo que la mayoría de los muertos en el contexto de las protestas en realidad ocurrieron en “peleas callejeras o intentos de robo”.

“La estigmatización de los manifestantes y las víctimas deja claro que el gobierno no tiene la intención de escuchar, a pesar de que un gran segmento de la población, afectado por la pandemia, ha caído en la pobreza. Al contrario, su prioridad es reprimir las protestas a toda costa, evitando que se produzcan más daños a la infraestructura, en lugar de abordar las preocupaciones legítimas”, remarco el organismo dedicado a la promoción de los derechos humanos en América.

Biden debe hablar con franqueza

En el texto Wola hizo mención a una carta que dirigieron el 14 de mayo, 55 miembros del Congreso estadounidense al secretario de Estado Antony Blinken, en donde pidieron al gobierno de Biden que denunciara los abusos que se están produciendo y suspendiera la asistencia directa a la policía de Colombia tras los abusos contra los derechos humanos. “Sin embargo, funcionarios del gobierno de Biden han emitido pronunciamientos ambiguos e insuficientes sobre las violaciones de derechos humanos que han ocurrido en medio de los disturbios”, condena la organización.

“Este silencio del gobierno estadounidense se da incluso en medio de una solicitud de asistencia extranjera de Colombia emitida el 28 de mayo para 2022, que incluye aproximadamente US$140 millones en nueva asistencia para la policía. WOLA reitera su llamado para que se suspendan todas las ventas de equipos antidisturbios de Estados Unidos a las fuerzas de seguridad de Colombia, y para que se suspenda la asistencia estadounidense en forma de financiación a la Policía Nacional de Colombia, debido a la alta probabilidad de que dicha asistencia pueda ser utilizada indebidamente mientras las tensiones siguen aumentando”, expresa la instancia.

Piden al régimen de EEUU adoptar una política más contundente ante la represión que vive Colombia.

“La estrecha asociación entre Estados Unidos y la fuerza pública colombiana forjada desde la década de 1980 hace inevitable que el comportamiento de esa fuerza se refleje en su contraparte estadounidense. Mientras continúe la escalada de violencia y la estigmatización, esa asociación supondrá una amenaza cada vez mayor para los intereses y la credibilidad de Estados Unidos en Colombia y en el resto de la región. Para el gobierno de Biden, el momento de hablar con franqueza sobre la situación en Colombia lleva mucho tiempo pendiente”, finaliza el texto.