(I) Usan fotos de fallecidos: Influencers son denunciados por familiares adoloridos
A Diario Vea demostraron que gráficas publicadas en redes digitales no se corresponden con la temática manejada por estos sujetos, quienes los relacionan con el supuesto ataque de EEUU a un bote peñero durante la madrugada del 02 de septiembre. Fotos cortesía Jirka García e Internet.

VEA / Ildegar Gil
Unare, paradisíaca población del municipio Arismendi, estado Sucre, nunca estuvo entre los planes turísticos o laborales inmediatos de Félix José Marcano Álvarez, y su esposa, Jirka García. Si bien es cierto que Venezuela los vio nacer en el caliente oriental (ella de Monagas; de Anzoátegui, él), esa costa bañada por playas virginales, difícilmente significaría la posibilidad de alzarse con los márgenes de ingresos válidamente trazados en sus aspiraciones, por lo que la minería les lanzó un fogonazo de ilusiones que los llevó al estado Bolívar, apenas en el año 2024.
Tan ruda y exigente faena, cautivó sus anhelos. El sueño y el reto de respetables recursos los ancló en el histórico sur, que al menos por ahora, dejaba a Unare en segundo, último y lejano eslabón. De hecho: “No sabemos dónde queda eso”, señaló ella –el sábado 6 de septiembre- a Diario VEA, inicialmente a través de la plataforma Instagram. El resto del diálogo se desarrolló con guasap como base, para obtener un mejor desarrollo de los detalles a ofrecer.
Admitir el desconocimiento geográfico de la zona, está cargado de una poderosa razón. Si Félix José Marcano Álvarez estuviese con vida, seguramente poco le importaría saber que el pueblo tiene unos mil 500 habitantes y que las aguas del mar que bordea sus orillas, son limpias como el alma. Pero no: No es ese el caso. Lamentablemente, no lo es, porque Unare llega hoy a una conciencia que se está nutriendo con fuertes punzadas de amargura, dolor y –si se quiere- de impotencia.
El rostro de Cheo forma parte de una especie de álbum maléfico, que a través de redes digitales, especula sobre el evento en el que está involucrado Estados Unidos en primer lugar, potencia cuyo régimen asegura haber hundido un bote peñero el martes 2 de septiembre en horas de la madrugada. La acción, como fue dada a conocer al mundo por la Casa Blanca, fue asomada como un ataque al traslado de drogas que –presuntamente–, zarpando de Venezuela, capitaneaban 11 muchachos. El rostro de Félix José, junto a otros, fue colocado en cuentas de llamados influencers que –para variar– reinciden en la postura antiética de afirmar, negar, comentar y hasta enjuiciar escenarios, sin apelar a la más mínima sensatez por consultar fuentes, creíbles además.
Valga acotar que dicho «ataque» fue vapuleado por Venezuela desde el primer momento. Se trató de una artimaña concebida con Inteligencia Artifical made in USA, estableció el vicepresidente sectorial de Comunicación y Cultura, Freddy Ñáñez.
Sucedió el 20 de agosto
-De verdad que la gente es mala. Yo tengo todo, hasta los videos cuando estaban sacando a mi esposo donde se ahogó -relata Jirka, cuyos textos para este medio logran romper empleando íconos y estickers de abatimiento- la frialdad en el contacto con este redactor.
Narra que la verdad es una sola. “Mi negro”, como le llama aún, fue víctima de una inundación provocada por “un tapón de agua” que cedió en la mina El Amparo, localizada en El Manteco. Rondaban cerca de las 9:00 de la mañana, apenas una hora después de su incorporación a las labores donde ejercía como batero (la persona que “…lava la tierra”), afirma, y envía un video extraído de internet donde se visualiza a un hombre colando tierra mojada, sin que sus ojos se separen del tamiz que pueda deparar algún gramo de oro.

-Lo enterramos el 23. Se burlan del dolor ajeno; de las demás personas. Cuando vi la foto de mi esposo en esas publicaciones, imagínate. Estoy pasando mi dolor, porque ahorita mi esposo tiene apenas 17 días de muerto -transmitió vía audio.
Indignada y dolida, muy dolida, puntualiza que posee fotografías, que en caso de que se dude de su declaración, pueden echar por tierra cualquier malintencionada interpretación.

“Yo tengo fotos cuando me lo trajeron. Lo llevamos a la morgue de Upata (…) al otro día en la mañana le hicieron la autopsia. De allí lo llevaron a Puerto La Cruz, donde lo enterraron el sábado 23 de agosto en la mañana”, expresa, para amarrar su valiente intervención con un sollozante “tengo un sentimiento… nadie sabe el dolor que yo siento, para que estén haciendo esa maldad”.
Al hombre de 35 años, con quien cultivó la relación de pareja durante poco más de dos (2) años, lo recuerda insistentemente como “…un hombre trabajador. Era minero”.
-¿Tuvieron hijos?
-No. Conmigo no, pero tiene una hija de 18 años.
Dios tiene que hacer justicia
-¿Cómo se enteró de que estaban colocando la foto de su esposo en las redes?
-Por un video que me mandaron conocidos -especifica, antes de revelar que reaccionó usando al espacio Comentarios, ante el sujeto cuya cuenta está rotulada como lempro_oficial.
-¿Le reclamó?
-Ese señor me bloqueó.
-La pongo al tanto y no quiero causarle más dolor, pero esa foto de José y de las otras personas, las están colocando en varias cuentas.
-No les importa el dolor de los familiares.
-¿Qué opina usted de quienes están haciendo esas cosas?
-Que son unos abusadores. ¡Por Dios! No les importa el dolor ajeno. Dios tiene que hacer justicia. Son unos embusteros… mentirosos (…) para ganar fama en las redes. Por Dios, cómo hay gente tan mala.
De verdad no sé dónde queda
-¿Sabe dónde queda Unare?
-No. Nunca hemos ido por ahí. Ni sé dónde queda eso. Oye, de verdad, no sé dónde queda eso.
-Estado Sucre.
-No, no conozco eso. Ni idea.
-¿Usted sabe que dicen que asesinaron a unos muchachos de Unare que supuestamente iban en un peñero?
-Sí, yo lo vi en el video ese, donde pusieron la foto de mi esposo.
-¿Ahí fue cuando se enteró? ¿Antes no supo nada?
-Sí, ahí fue y, de verdad, me dio dolor, rabia, todo.
-¿Cuándo recibió el video?
-El día de ayer -responde, ubicando el “día de ayer”, el viernes 5 de septiembre. Es decir, tres (3) días después del suceso. Dicho en otras palabras, transcurridos 16 días del ahogamiento de Marcano Álvarez.
-Yo lo que quiero es que desmientan a esos mentirosos abusadores que se burlan del dolor ajeno. Que Dios haga justicia.
¿Será que no tienen familia y por ello actúan así?
-Eso pensé.