VEA / Yonaski Moreno

Un ataque con drones realizado por Estados Unidos (EEUU) en las últimas jornadas de evacuación como respuesta a los atentados del Estado Islámico en Kabul, capital de Afganistán,  mató a 10 civiles, entre los que se encontraban siete (7) niñas y niños.

El ataque aéreo estadounidense se llevó a cabo el pasado domingo 29 de agosto, cerca del aeropuerto de Kabul. Entre las víctimas fatales había siete niños y niñas que jugaban dentro del automóvil de Zemarai Ahmadi, un ingeniero que trabajaba para una Organización No Gubernamental que busca erradicar la desnutrición en Afganistán.

Para el gobierno de EEUU el ataque fue contra presuntos extremistas, según declaró el portavoz del ejército estadounidense Bill Urban, quien aseguró que “impidió una amenaza inminente del Estado Islámico al aeropuerto”, reseñó Página 12.

El portal de noticias argentino accedió al desgarrador testimonio de Aimal Ahmadi, hermano de Zemarai, quien también perdió la vida por la explosión.

«Mi hermano y sus cuatro hijos murieron. He perdido a mi hija pequeña, a sobrinos y sobrinas», relató Ahmadi desde Khoja Boghr, un barrio densamente poblado en el noroeste de Kabul. Añadió que el vehículo quedó totalmente calcinado.

El pasado viernes 27 de agosto el presidente estadounidense Joe Biden, anunció que atacarían al Estado Islámico en Afganistán, por los atentados del jueves en el aeropuerto de Kabul. Las operaciones con drones comenzaron la noche del mismo viernes y según fuentes del Pentágono habrían alcanzado a dos de los líderes del Estado Islámico.

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