¡Increíble! Biden está “incómodo” con severidad de sanciones contra Venezuela
Así lo dijo Cynthia Arnson, directora del Programa Latinoamericano del Wilson Center en Washington. Foto Internet
VEA / Yuleidys Hernández Toledo
Cynthia Arnson, directora del Programa Latinoamericano del Wilson Center en Washington, aseguró que el régimen que lidera el presidente Joe Biden en Estados Unidos, se siente incómodo con la severidad de las medidas coercitivas unilaterales que mantiene ese país contra Venezuela.
Así lo dijo Arnson en una entrevista para la agencia estadounidense Bloomberg, en donde el medio asegura basada en declaraciones de un funcionario de la administración Biden que no identifica pero que dice que Estados Unidos está llevando a cabo una revisión de su política hacia Venezuela, examinando las sanciones para asegurarse de que estén en línea con sus objetivos y esperando ver pasos concretos del jefe de Estado constitucional, Nicolás Maduro.
En ese sentido la directora del Programa Latinoamericano del Wilson Center en Washington, indicó que “Está claro” que el Gobierno de Maduro está “tratando de obtener un alivio de las sanciones y que la administración de Biden se siente incómoda con la severidad de la política de sanciones”.
Arnson ha sido una de las voceras estadounidense que en los últimos años ha arremetido contra el Gobierno constitucional de Nicolás Maduro. El pasado 3 de marzo intervino ante el Subcomité de Relaciones Exteriores de la Cámara de Representantes sobre Hemisferio Occidental. El título de su testimonio fue «Un camino a seguir para Venezuela: los desafíos humanitarios, diplomáticos y de seguridad nacional que enfrenta la administración Biden».
En sus declaraciones del 3 de marzo la vocera gringa admitía que en los últimos cuatro años, la política de EEUU ha ido en contra del sector financiero, petrolero venezolano a través de las sanciones secundarias. “Estos han servido para paralizar una economía dependiente del petróleo durante más de 90 por ciento de los ingresos de exportación”.
Indicaba además que “las sanciones son un instrumento de diplomacia coercitiva que se utiliza para
castigar a los regímenes hostiles por sus acciones internas e internacionales. En el caso venezolano, la
lógica de las sanciones parece haber sido no solo castigar al régimen de Maduro. Independientemente de cómo se enmarque el objetivo de las sanciones, no han logrado producir el resultado deseado”. Así se lee en el documento con su intervención publicado en la página web del Programa Latinoamericano del Wilson Center.
En su intervención proponía en esa oportunidad que la administración Biden debía seguir con el argumento de solicitar “elecciones libres, justas y verificables”, al tiempo que planteaba un alivio de las sanciones “con objetivos prudentes a cambio de concesiones verificables: la liberación de presos políticos, una flexibilización de las restricciones a la ayuda humanitaria, la reforma del Consejo Nacional Electoral“.
También decía que “un ejemplo de alivio de sanciones podría consistir en permitir una mayor flexibilidad en la capacidad de Venezuela para importar gasolina a cambio de que el gobierno permita Programa Mundial de Alimentos para operar con neutralidad dentro del país“.
“El Programa Latinoamericano del Wilson Center brinda experiencia no partidista a una amplia comunidad de tomadores de decisiones en los Estados Unidos y América Latina sobre cuestiones críticas de política que enfrenta el Hemisferio”, así se define el organismo en su página web.
Joe Biden era el vicepresidente de EEUU en 2015 cuando el entonces presidente de EEUU impuso una serie de medidas coercitivas unilaterales contra Venezuela y declaró a la patria bolivariana como “una amenaza inusual y extraordinaria”.
El pasado 3 de marzo, Biden, extendió, por un año más, la declaratoria de «emergencia nacional» que considera a Venezuela como una supuesta «amenaza inusual y extraordinaria» para el imperio gringo.
Conversaciones entre EEUU y Venezuela
Según información publicada el pasado 11 de mayo por la agencia Bloomberg, figuras estadounidenses con buen acceso a la administración están hablando con Maduro y su círculo íntimo. Entre ellos se encuentran el presidente del Comité de Asuntos Exteriores de la Cámara, Gregory Meeks, el exgobernador de Nuevo México, Bill Richardson, y el director del Programa Mundial de Alimentos, David Beasley.
El medio admite que la postura pública de la administración sigue siendo la que perseguía Donald Trump: rechazo a Maduro y apoyo al golpista Juan Guaidó.
“Si bien la administración Biden todavía apoya a Guaidó, su fracaso en derrocar a Maduro más de dos años“ desde que se autoproclamo Presidente “ha provocado la comunicación entre Estados Unidos y Maduro“, agrega Bloomberg.