¡Amores prohibidos! Investigan a Luis Almagro por romance secreto en la OEA

VEA / Carlos Batatin

Ante la presunta violación al Código de Ética de la Organización de Estados Americanos, el secretario general de la OEA Luis Almagro, es investigado por un supuesto romance con una de las empleadas  de nacionalidad mexicana de unos 20 años menor que él.

A Almagro, tras ser sometido a una investigación interna, se le señala de mantener una relación íntima con una subordinada, cuyo noviazgo ha causado molestia en algunos de los 600 empleados de ese organismo internacional, con sede en la ciudad de Washington.

De acuerdo con  un boletín de la agencia de noticias AP, reseñado  en el portal www.actualidad.rt, el secretario general de la OEA  ha mantenido esa relación por varios años, la cual “es un secreto a voces dentro de la organización por tener que trabajar con la presunta amante del jefe «.

Según la versión  de varios funcionarios, a Luis Almagro, “lo vieron besándose junto a una piscina cuando se realizaba la Asamblea General de la OEA en Medellín en 2019; otro dijo que los vio tomados de la mano en su oficina a mediados de 2020”.

Otro exfuncionario argumentó que,  la relación que mantiene el máximo representante de la OEA, fue la causante del divorcio de Almagro con su segunda pareja.

Refiere  la página www.actualidad.rt.com, que un  vocero de la OEA negó que el titular de esa organización fuera el supervisor directo de la mujer con la que mantiene la relación, puesto que trabaja desde 2019 en la Secretaría para el Fortalecimiento de la Democracia; sin embargo, “en varias publicaciones del bloque regional, incluyendo las redes sociales, se la ha descrito como «asesora» o «jefa de asesores» del secretario general”.

Violación de la ética

De acuerdo al Código de Ética de esa instancia internacional las relaciones interpersonales, incluyendo las románticas, en el lugar de trabajo, podrían comprometer a los trabajadores, interferir y afectar la capacidad del individuo de ejecutar con éxito las tareas de su puesto.

También resalta la citada normativa que, aunque no pretende regir la conducta privada de los funcionarios, lo hará cuando perjudique la imagen general de la organización. “El Código compromete a los trabajadores a asegurarse de que estas no interfieran con su trabajo ni con el trabajo de sus colegas; asimismo, que «no afecte la atmósfera profesional en el lugar de trabajo» y que «no provoque incomodidad o haga sentir en desventaja a nadie».