José Ignacio Abreu e Lima, prócer de Suramérica
El autor es historiador, docente y abogado.
Néstor Rivero Pérez
El 8 de marzo de 1869 falleció en Recife (Brasil) José Ignacio de Abreu e Lima, prócer de la Independencia de Venezuela y Nueva Granada e insigne defensor de Bolívar en los años postreros de este.
El héroe pernambucano, también periodista y escritor, fue el primero en el continente en difundir las ideas socialistas que para entonces se inspiraban en el utopista Charles Fourier.
Hijo de Ignacio Ribeiro de Abreu Lima, conocido como el Padre Roma -quien colgaría los hábitos para llevar vida seglar y contraer matrimonio- José Ignacio debió alejarse de Brasil, al develarse la participación de su padre en tentativas independentistas de dicho país en 1817 y sindicársele a él de intervenir en dicho movimiento, conocido como “Revolución Pernambucana”.
Abreu combatiente
Abreu e Lima llegó a Venezuela en 1818, procedente de EEUU. En Angostura se integró al plantel de redactores del Correo del Orinoco. Poco después el Libertador lo incorpora con su rango de capitán a un batallón.
Se distinguirá en la Campaña del Centro de 1818; en la del Llano y de Boyacá de 1819 y en la jornada de Carabobo del 24 de junio de 1821.
Allí resultará herido en el pecho. A las órdenes de José Antonio Páez interviene en operaciones para la toma de Puerto Cabello en 1823; y, en 1829, bajo el mando de Antonio José de Sucre, en la batalla del Portete de Tarqui.
Su ideario
Como muchos hombres que se conectan con la política en circunstancias de guerra o revolución, Abreu se abrió paso durante su juventud como militar. Y así le conoció el Libertador a partir de 1818. Sin embargo, también sabía el héroe caraqueño de los talentos de Abreu como hombre de pluma.
Así en 1829 Bolívar pide a Mariano Montilla, por entonces con altas responsabilidades en la Gran Colombia, que emplease al guerrero pernambucano en misión diplomática ante Europa, para contrarrestar las campañas denigrantes que patrocinaban los enemigos del Padre de la Patria en el viejo continente.
Uno de los adversarios más temibles de Bolívar en la época, por su prestigio entre los intelectuales era Benjamín Constant.
De allí que el héroe caraqueño pida al general Montilla, lo enviase a Europa: “Como es necesario repeler la mentira con la verdad, suplico a usted que mande a De Lima”.
El Libertador
Entre 1828 y 1832 Abreu publicó un conjunto de textos en periódicos y revistas bajo el título “El resumen histórico de la última dictadura del Libertador Simón Bolívar”, en defensa del héroe caraqueño.
Dichos escritos serán agrupados un siglo después, cuando el gobierno venezolano, en homenaje a la Independencia de Brasil los edite en forma de libro (http://www.minci.gob.ve).
Abreu estuvo en el séquito final del Libertador, hasta Santa Marta, junto a Mariano Montilla, José María Carreño, Daniel Florencio O’Leary y el sobrino Fernando Bolívar, entre otros pocos que rodearon su último lecho el 17 de diciembre de 1830, en San Pedro Alejandrino.
Brasil de nuevo
Desintegrada la Gran Colombia, Abreu, quien se identificó de modo muy claro con Bolívar, es expulsado por el partido santanderista y desconocidos sus grados militares.
Parte a EEUU y Europa, retornando luego a su país, Brasil, radicándose en Río de Janeiro.
En este período su vida pública se desenvuelve de modo un tanto accidentado, pues de ser reconocido como republicano y defensor de las ideas de Bolívar, pasa por un tiempo de apoyo a la monarquía constitucional en Brasil.
Sin embargo, en 1848 su familia se involucra en Pernambuco, en la antiabsolutista Revuelta Praieira, a tono con las revueltas de Europa en aquel año. A partir de 1850 se dedica a escribir y difunde el ideario socialista inspirado en Charles Fourier. Publicó en periódicos y fundará un consultorio homeopático de atención gratuita “para los pobres”.
José Ignacio Abreu e Lima fallecerá en 1869, defendiendo la libertad de cultos; contaba con 75 años de edad.
Sinóptico
Día Internacional de la Mujer
En 1910 la Internacional Socialista reunida en Copenhague, proclamó por iniciativa de Clara Zetkin, el Día de la Mujer.
Se defendían los derechos de la mujer y el sufragio femenino universal. Un hecho que sensibilizó al mundo acaecería el 25 de marzo de 1911, cuando más de 140 trabajadoras, muchas inmigrantes italianas y judías, murieron en el incendio de la fábrica Triangle de Nueva York.
El hecho repercutió en la legislación laboral de EEUU. En adelante el Día de la Mujer, asumirá la reforma de las condiciones laborales de la mujer.
“La igualdad y la diversidad en el mercado laboral brindan innumerables beneficios a los sectores público y privado. Múltiples estudios procedentes de todas partes del mundo demuestran que cuando se cuenta con tres o más mujeres en una junta directiva, y con más presencia femenina y una mayor diversidad en la alta gerencia, se obtiene un mejor rendimiento ya sea en términos de rentabilidad, precio de las acciones, o prevención de la bancarrota” (Fuente: https://blogs.iadb.org).
