Kim Jong Il, lider del pueblo
El texto es autoría de la embajada de la República Popular Democrática de Corea, publicado de forma gratuita en atención a la hermandad de Venezuela con ese país.
VEA / Embajada RPDC
En ocasión del 17 de diciembre, día de fallecimiento del eterno líder del pueblo coreano Kim Jong Il (1942-2011), la humanidad progresista del mundo recuerda con profunda emoción su vida consagrada al bienestar de su pueblo. Se podría afirmar que “El Pueblo” es la palabra que sintetiza su noble vida.
“¿SE SIENTE SATISFECHO EL PUEBLO?”: Siempre ha sido la primera pregunta que el líder coreano hacia a donde vaya y muy usual en su vida.
Tomó como norma de toda la reflexión y práctica la aspiración y demanda del pueblo y no vaciló jamás en hacer cosas provechosas para la población, por mucho que costara.
Es por eso que Kim Jong Il quien dedicó todo su ser a la creación de riquezas para el pueblo, usaba aquella pregunta en cualquier circunstancia. Si se informaba de un nuevo producto la primera pregunta que hacía era sobre la opinión de consumidores.
La satisfacción y felicidad del pueblo fue la razón de su existencia y su mayor deseo.
Preocupacion constante por el pueblo:
Kim Jong Il que poseía cualidades extraordinarias de un dirigente del pueblo, siempre pensaba en él aun durante visitas a países extranjeros.
Durante una visita que hizo a Rusia, el primer tema de su conversación era el referente a la vida de la población. En las visitas a fábricas, empresas, instituciones científicos, docentes, culturales y públicos, relacionaba todo lo que veía con la mejora de la vida de su amado pueblo, lo que dejó gran impresión a los acompañantes rusos. Más tarde, Pulikovsky, quien lo acompañó en todo el recorrido como representante plenipotenciario del presidente ruso en la zona federal del Lejano Oriente, escribió en sus memorias que había confirmado que todas las actividades del Presidente de Defensa Nacional Kim Jong Il se destinaban a un solo objetivo; el bienestar y prosperidad de su pueblo.
El tren con destino al pueblo:
Kim Jong Il tomó como la misión de su vida consagrar todo lo suyo al pueblo y encontraba la mayor alegría en dedicarse al bienestar del pueblo. Decía que las buenas noticias de la vida poblacional le quitaban todo el cansancio y fatiga. Trabajó día y noche.
Respecto al tren en que recorría todo el ancho y largo del país, dijo en una ocasión que el vagón que se sentía más cómodo que en la casa y conciliaba mejor el sueño.
En el último mes de su vida, vivió casi todos días en el tren recorriendo el norte del país aunque padecía de grave enfermedad por el cansancio acumulado. En aquel mismo tren con destino al pueblo firmó el último documento que también era relacionado con la vida del pueblo.
La noble conciencia de responsabilidad por el destino del pueblo, la obligación asumida para proporcionarle la felicidad y el amor más sincero y cálido por el pueblo han sido los motores que le hizo a Kim Jong Il dedicar toda la vida al bienestar de su pueblo.
