VEA/ Carlos Batatin

La lluvia registrada este miércoles 31 de marzo en Caracas luego del mediodía  no fue obstáculo para que se cumpliera a cabalidad el  recorrido de 151 kilómetros de la imagen del  Nazareno  de San Pablo por las avenidas, calles y barriadas del área metropolitana.

Quienes quisieron solicitar sus favores, orar por los enfermos o sentir su presencia, solo tenían que asomarse por la ventana  o balcón, porque el Nazareno desde las 9:00  de la mañana, salió de la Basílica Santa Teresa para visitar a todos aquellos que por causa de la pandemia del Covid-19 no pudieron acudir ante él para rezar juntos ni pagar sus promesas.

Su santa figura de brilloso pino fue  trasladada en el mismo vehículo utilizado por Juan Pablo II (cuando visitó Venezuela), el cual emprendió el trayecto de ocho tramos por las diferentes parroquias capitalinas donde están presentes los 43 templos que conforman la Arquidiócesis de Caracas, a fin de  garantizar que los feligreses participaran  en la actividad litúrgica desde sus hogares  para prevenir la propagación de la COVID-19.

El  miércoles 8 de abril de 2020, ante la presencia de coronavirus en Venezuela, fue un hecho inédito para la población venezolana presenciar al Nazareno en las calles y no en su iglesia. Ese día, al igual que este Miércoles Santo, se llenó de pueblo durante todo el  recorrió convirtiéndose una  vez más en un símbolo de esperanza ante los embates de coronavirus.

Durante la transmisión del trayecto por Venezolana de Televisión, se pudo observar  la forma cariñosa y esperanzada como era recibido en cada parada hecha en las iglesias y centros de salud. Aunque en esos lugares, se detenía por escasos minutos, fue el momento oportuno para los fieles pidieran por la sanación de los enfermos u ofrecer una oración en su nombre.

Por su parte, el padre Numa Molina, quien participó en un programa especial de VTV con motivo a la realización de ese recorrido,  consideró que  “es el momento para que nuestra fe se crezca y entendamos que, desde cualquier lugar donde nos encontremos, podemos seguir siendo hombres y mujeres de fe. No hace falta ir a un templo para orar, la oración tiene el mismo valor en cualquier lugar donde estemos”.

Aunque después de un año era la segunda vez que salía de la basílica, desde las ventanas de casas y edificios estaban esperándolo para saludarlo nuevamente. Por ejemplo, en la avenida Sucre, entre las estaciones de Agua Salud y Gato Negro del Metro de Caracas, decenas de personas vestidas con ropa morada lo aguardaron portando un rosario entre sus manos.  

Luego de la avenida Sucre, acompañado por funcionarios y funcionarias de Seguridad Ciudadana, el Papamóvil, según con la ruta establecida, pasó  a la 1:35 por las calles de Caricuao. A diez para las dos estaba en las inmediaciones de Ruíz Pineda. 25 minutos después llegó a San Juan Pablo II en Montalbán. En todos esos lugares la imagen del Nazareno recibió muestras de fe, de devoción y fervor.

Posteriormente, se desplazó a lo largo de la  parroquia El Paraíso y a las 3:19 pm, le dieron la bienvenida los residentes de  Puente de Hierro y Roca Tarpella.

De esa forma, la jornada que se inició en horas de la mañana, fue recorriendo los 151 kilómetros, incluyendo algunos municipios del estado Miranda, entre ellos, Baruta – Las Mercedes; Sucre -Petare-La California.

Igualmente, fue llevado al municipio Chacao, a la Iglesia Parroquial San José de Chacao y a la Nunciatura Apostólica. Posteriormente, se dirigió al séptimo tramo hacia la Iglesia Parroquial San Pedro Apóstol y finalizó  en la Iglesia San Agustín. Desde allí cumplió su octava etapa al retornar  a la Basílica Santa Teresa.

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