La voz del Comandante Hugo Chávez la descubrió como buena organizadora

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Comenzó haciendo dulces y salsas para sus amigos y familiares logrando conquistar sus paladares. fOTOS cORTESÍA

VEA / Yonaski Moreno

Al hablar sobre su militancia en la Revolución Bolivariana, Norma Flores evoca el impulso brindado por el comandante Hugo Rafael Chávez Frías a las mujeres así como su interés y compromiso de que la Revolución fuera liderada por las féminas. La formación y experiencia obtenida en las filas del Partido Comunista de Venezuela (PCV) y luego en el Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) la han acompañado a lo largo de su vida y siguen con ella en el nuevo capítulo que escribe como emprendedora.

En una visita realizada a Diario VEA compartió que en agosto de 2004, a muy pocos días del Referéndum revocatorio, le fue encomendada una responsabilidad logística para las elecciones. En un evento realizado en el Teatro Municipal de Caracas con el Frente Francisco de Miranda, Norma Flores se negó a asumir tal responsabilidad, pero hubo una voz a la que no pudo decirle “no”, la del propio presidente Chávez.

Tenía miedo, confiesa. No quería decepcionar al Presidente en un momento de tanta importancia histórica y él era muy exigente, asegura. Pero, finalmente, aceptó. “Ahí me doy cuenta de que era muy buena organizadora”.

Otras labores dentro del Gobierno Bolivariano le brindaron la experiencia para salir adelante con su proyecto, registrado y constituido bajo el nombre de Inversiones Dulcería Criolla 22. En tal sentido, relató que trabajó con la Superintendencia Nacional para la Defensa de los Derechos Socioeconómicos (Sundde) y con el cuerpo de inspectores de la Presidencia, con quienes aprendió a evaluar la estructura de costos.

“Usé las herramientas que me habían dado en ese momento y creé la estructura de costo de cada uno de mis productos. Y descubro que era rentable y factible”.

Golpe al bloqueo

Su pensamiento viaja rápidamente a la época en que comenzó a plantearse la posibilidad de desarrollar su proyecto. Fue en 2020, en plena pandemia, que dio los primeros pasos. Comenzó haciendo dulces y salsas para sus amigos y familiares logrando conquistar sus paladares. Alguien preguntó “¿no quieres vender?” y aunque no tenía la seguridad, la idea se plantó con fuerza en su mente.

Pasaba por momentosdifíciles. “El bloqueo ha afectado los ingresos directos del funcionario público, por ende, perjudica toda la economía familiar”, resaltó. Vender sus productos fue un desahogo. Sus ingresos comenzaron a aumentar y con ello la convicción de que este era el camino a seguir, sin embargo, no fue sencillo.

El constante asedio del dólar paralelo y la imposibilidad de importar materia prima para abaratar costos son algunas de las dificultades que ha tenido que enfrentar Norma para impulsar su emprendimiento.

Como un ejemplo claro de los embates de la guerra económica contra Venezuela precisó que “el campo se ha visto afectado por el tema de los fertilizantes, y al aumentar todo ese gasto en material para proteger su cultivo, lo tienen que aumentar en su producto y cuando llega a nuestras manos el costo es muy elevado”.

Pese a estos escenarios, aseguró que los emprendedores pueden contribuir significativamente con la recuperación del país al “consolidar las estructuras económicas en otra fuente que no sea el petróleo, que no sea solamente la materia prima, el producto del campo, sino permitirnos trabajar y procesar productos en el país”.

Además, expuso que crear una Red de Emprendedores también puede impulsar esta actividad, con el apoyo de los mismos creadores y creadoras.

“Si nosotros tenemos productores del campo que traen sus frutas, que traen los vegetales, ¿por qué tenemos que ir a comprar a un supermercado, a un mercado? El productor puede ser nuestra fuente, abaratar el costo y romper la cadena de comercio y de esa forma solidificar el capital. Para eso debemos crear una red de confianza, de que no es que nos van a regalar su materia prima, sino que nos las van a vender a un precio accesible”, explicó.

En pleno crecimiento

Aunque fue en 2020 que comenzó a preparar salsas, mermeladas y antipastos, hace un año y medio decidió formalizar su emprendimiento. En octubre de 2022 cumplió su primera meta, registrando su marca Inversiones Dulcería Criolla 22, a través del proyecto Soy Mujer.

Eligió la dulcería criolla inspirada en su bisabuela y su abuela, quienes también tuvieron negocios de dulces. Las tradiciones familiares la acercaron a la cocina con la preparación de estos manjares, y con el “ensayo y error” ha perfeccionado sus recetas.

En sus inicios ofrecía a su clientela mermeladas de tres (3) sabores. Varios meses de trabajo de por medio la han llevado a ampliar su cartera de productos cuenta con 17 sabores dulces (mermeladas), 15 salados (salsas) y cuatro (4) variedades de antipasto.

Entre las metas que se plantea se encuentra aumentar su producción para poder abrir un espacio físico en el que pueda comercializar sus productos.

Soy Mujer

Norma Flores comparte con otras mujeres emprendedoras a través del programa Soy Mujer. Ahí, además de intercambiar experiencias y consejos, brindan promoción a los productos que las compañeras ofrecen.

“Ahí hay mujeres muy preparadas que han sido instructoras del Inces (Instituto Nacional de Capacitación y Educación Socialista), de academias. Ellas son las formadoras de las que no tenemos la experiencia”, indicó.

Soy Mujer fue creado en el año 2016 como parte de las políticas sociales implementadas por el Gobierno Bolivariano, a través del Ministerio para la Mujer y la Igualdad de Género a favor de las venezolanas. Este programa está dirigido a consolidar los proyectos productivos de las féminas, con el objetivo de que contribuyan al aparato productivo y combatir la guerra económica, refiere el Ministerio del Poder Popular para la Comunicación sobre el programa.

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