Néstor Rivero Pérez

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El 27 de agosto de 1955, hace 66 años, se publicó la primera edición del Libro Guinness de Récords auténtica enciclopedia anual que compila hechos, proezas y competiciones, que en los más variados géneros y disciplinas ha desplegado el ser humano y que despiertan gran curiosidad, así como singularidades de distinto orden mostradas por la naturaleza. El Guinness constituye la obra con derechos de autor más vendida de la historia.

La historia de un nombre

Con el nombre de este anuario se tributa a Arthur Guinness, empresario irlandés de finales del siglo XVIII y comienzos del XIX, creador de la cerveza porter, bebida oscura con base en la cebada malteada marrón. Y fue un hecho fortuito, ocurrido un día de 1951, el que determinó que la publicación tuviese como nombre “Guinness”. Se trata de que Hugh Beaver, aficionado a la caza deportiva y gerente de la empresa Guinness Brevery, en medio de una jornada de campo sugirió a sus acompañantes de caza responder cuestiones como la de “si el pájaro de caza más rápido de Europa era el chorlito dorado o el urogallo”. Y de seguidas concibió la posibilidad acerca de que “un libro que proporcionara la respuesta a este tipo de preguntas podría llegar a ser muy popular”. (Wikipedia)

Curiosidad actualizada

Como repositorio de información sobre competencia en las más variadas áreas el Libro de Récords constituye instrumento para despertar la curiosidad de niños, jóvenes y adultos con escasa disposición para la lectura de acuerdo a la inclinación temática. Así en 2010 se dieron los nombres de “Las 100 personas que más récords han batido en dicha década” (https://anikaentrelibros.com), así como los récords que sobrepasaron dicho último año sin ser batidos; o los récords superados durante cada uno de los 365 días del año, así como el 29 de febrero del año bisiesto. También se identifica en la obra tópicos como quién es el individuo con “las uñas más largas, la persona más longeva, el motor más rápido, o el mayor número de jarras de cervezas que se trasladaron en la historia” (www.nosabesnada.com).

Extravagancias

Con la primera lectura del Guinness una porción considerable de personas expresa asombro al conocer circunstancias y extravagancias contenidas en sus páginas, animándolas a incursionar de forma sistemática en algún campo del saber universal, acorde a su vocación e intereses particulares, profesión o hobbies. Así, el hecho de enterarse de que “el presentador Regis Philbin tiene el récord Guinness de más tiempo apareciendo en televisión con 16.100 horas” (Ibídem), probablemente aliente a algunos a considerar la posibilidad de ejercitarse como figura de medios, o en técnicas lengua y comunicación coloquial. Otro dato que muestra singularidad en los Guinness es el caso del pingüino Rocky. Como se sabe, el promedio de vida de los miembros de estas aves marinas, no voladoras, es de veinte años en su hábitat y en libertad. Sin embargo Rocky “vivió 29 años en el acuario Bergen ubicado en Noruega” (Ibídem), imponiendo en cautiverio un récord impresionante de longevidad dentro de la familia de los Spheniscidae.

Día internacional

Desde 2005 se celebra el 9 de noviembre de cada año como Día Internacional del Guinness World Records”. En 2008 un canal de televisión estadounidense “transmitió los cien mejores récords de todos los tiempos” (Wikipedia). Los ejemplares de dicho libro han sido objeto, desde sus primeras ediciones, del mayor número de hurtos en las bibliotecas de EEUU. En las últimas dos décadas esta celebración ha despertado a lo largo del mundo, el interés de numerosas personas por “sobrepasar sus propios récords”. Así, si alguien ha visitado cinco museos en su vida, ha habido quien se proponga ubicar y recorrer los pasillos del sexto, o el séptimo o el octavo según el grado de entusiasmo y empeño.

Sinóptico

1861

Pedro Gual vs la Federación

Este día Pedro Gual, presidente encargado de la República, emitió una alocución, mediante la cual ofrecía castigar con todo “el peso de la ley” a los federalistas, quienes, arma en mano, venían combatiendo contra el régimen conservador establecido por Julián Castro y Manuel Felipe de Tovar entre 1858 y 1861 y en el marco de una crisis económica que dejaba aflorar un régimen de propiedad adverso al derecho de masas campesinas para acceder a una parcela de tierra. A ello se sumaba el descontento político en las ciudades por la intolerancia que manifestaban los círculos conservadores. En su alocución del 27 de agosto de 1861, Gual sostiene “El peso de la ley será descargado con indoblegable justicia sobre los delincuentes”. Al equiparar a los federales levantados en armas, con malhechores, Gual desconocía el cuadro social que había resultado de los reclamos insatisfechos que por décadas venía formulando el Partido Liberal y su prédica de alternabilidad, de una mejor distribución de la tierra, de apoyo a los productores agrarios, y de la eliminación de la pena de muerte por causas políticas y prisión por deudas.

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