Rostro de un ataque brutal: Libro La Infancia  Bajo Asedio, desnuda impacto de las sanciones

0

La autora Anahí Arizmendi, asegura que el ataque estadounidense se configura con crímenes de lesa humanidad. Foto Cortesía M Rodríguez.

VEA / Carlos Batatin

La periodista Anahí Arizmendi, a través de su libro La Infancia  Bajo Asedio y el Impacto de las Medidas Coercitivas Unilaterales y los Derechos Humanos de los Niños, Niñas y Adolescentes, caso Venezuela 2015-2019, muestra cómo ha sido el impacto brutal contra los menores de edad y las poblaciones de los países atacados por las agresiones económicas estadounidenses y sus aliados.

En su opinión, el texto “es una reflexión sobre lo inhumano e inmoral de lo que significan esas medidas y la responsabilidad que tiene Estados Unidos”.

Hace un recorrido por el ámbito educativo, alimentación. Servicios públicos, vivienda y salud. En salud, por ejemplo, hace referencia a la denuncia de la Fundación Latinoamericana por los Derechos Humanos  y el Desarrollo Social (Fundalatin), sobre el fallecimiento de 53 niños por la suspensión de los programas  sociales de Citgo, el bloqueo a vacunas claves para la primera infancia, la disminución a la mitad de las operaciones gratuitas en el Hospital Cardiológico Infantil Latinoamericano Dr. Gilberto Rodríguez Ochoa y narra en forma detallada  las medidas contra los Clap y el derecho a la alimentación de la población infantil.

Este jueves 1 de junio, durante el  bautizo y  presentación del texto, en el Museo Bolivariano, explicó para Diario VEA que las agresiones imperiales obstaculizan los objetivos de desarrollo del milenio “y eso efectivamente afecta los derechos de los niños y familias venezolanas, tanto en  educación, salud, derechos sexuales y reproductivos”.

En la primera parte Arizmendi aborda el tema de cómo  las medidas coercitivas unilaterales (MCU) obstaculizan el derecho al desarrollo de la población venezolana, sobre todo, el referido  a los niños, niñas y adolescentes.

Profundiza en los diversos debates generados en la Organización de Naciones Unidas (ONU), sobre todo lo que implican las medidas coercitivas unilaterales, el porqué es un delito de lesa humanidad y  porqué son considerados  como  un castigo colectivo. También hace mención a las declaraciones del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia, (en inglés Unicef), y especifica los precedentes de los distintos relatores especiales de Naciones Unidas y otros organismos.

El segundo capítulo se centra  sobre las contradicciones entre las  medidas coercitivas y la Convención de los Derechos del Niño.  “Es decir; cómo esas acciones impuestas por el imperialismo son una amenaza a los derechos humanos de los niños, niñas y adolescentes, incluso, para la Doctrina y Principios de la Convención Internacional de los Derechos del Niño”.

En cada una de las páginas la periodista  ofrece ejemplos y describe paso a paso a través de estadísticas cómo las  medidas coercitivas han impactado a los niños, niñas y adolescentes en materia de salud, educación alimentación  y cuáles han sido las consecuencias en estos últimos años.

En el capítulo tercero, el lector podrá analizar toda una recopilación de las distintas medidas coercitivas relacionadas con el cerco y asfixia del año 2019, y cómo afectaron el sistema económico venezolano.

Al respecto comenta Arizmendi que “hay toda una reflexión sobre el uso político de los alimentos, cómo se transforma ese elemento en una medida de exterminio y cómo ha impactado en el niño en el índice de prevalencia alimentaria. Es decir, en la energía calórica que requiere su organismo”.

Después viene  la última parte “los niños bajo fuego”, en la cual se pone en evidencia el impacto de esas medidas en el tema de salud, educación, en servicios públicos y vivienda. “Es decir, lo que comprende el derecho a un nivel de vida adecuado».

En esa sección no solamente se desnuda  cómo esas medidas han ocasionado la muerte o han puesto en riesgo la vida de niños venezolanos sino de otros menores en el mundo, por ejemplo, Siria, Cuba Irán, o de todos aquellos que viven  en los países sancionados o mal llamados sancionados.

“El libro hace hincapié en  muchas cifras que demuestran cómo se han desarrollado esas agresiones, cómo ha sido el ataque contra nuestra industria petrolera. También se explica el hecho de cómo se afectó la inversión social al llegar los ingresos petroleros a cero”, indicó Arizmendi.

Asegura que su obra es como una especie de contrapeso para explicar el ataque de los Estados Unidos y cómo los venezolanos han logrado resistir  gracias a los distintos programas sociales, a las diferentes misiones, organización popular y la operatividad de los Clap. En cada caso ofrece un ejemplo.

Igualmente analiza la guerra no convencional contra el país y cómo las medidas coercitivas forman parte de esa estrategia continuada y sin tregua desde el Golpe de Estado contra el Comandante Chávez.

La investigación concluye explicando cómo el  reiterado ataque imperial estadounidense forma parte de acciones injerencistas que atentan contra el Estado social, de derecho y de justicia configurando crímenes de lesa humanidad.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *