Vladimir Castillo Soto

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Una vez más se comprueba que cualquier gobierno o gobernante que se oponga a las políticas establecidas por el centro del poder imperial será atacado más temprano que tarde por los lacayos locales, por los países satélites (incluida la UE) y por la Hidra misma, EE.UU., quien define doctrinas y lineamientos que, según ellos, validan su superioridad, les permiten exigir la sumisión de todos y establecen que los que no obedezcan serán atacados, asediados, sancionados, bloqueados y/o vilipendiados hasta lograr el, tristemente famoso “cambio de régimen” por la vía que sea necesaria.

México tiene la desgracia de ser vecino de EE. UU., realidad que se refleja dolorosamente en la pérdida de más de la mitad de su territorio durante el siglo XIX. Pero el mal vecino no se detuvo allí, su intromisión en los asuntos internos de México ha sido constante, por ejemplo, durante la Revolución Mexicana, el embajador gringo Henry Lane Wilson conspiró abiertamente con el traidor Victoriano Huerta, hasta lograr la dimisión y posterior asesinato del presidente Madero y el vicepresidente Pino Suárez.

La injerencia imperialista continúa en Nuestra América y el mundo, hoy día México y el presidente Andrés Manuel López Obrador son uno de sus principales objetivos políticos.

La campaña interna en su contra se expresa en ataques incesantes desde la prensa tradicional, financiada por una oligarquía que ha visto disminuidos algunos de sus privilegios, la cual además es incentivada desde el exterior, por el poder imperial, para que se oponga y entorpezca permanentemente la gestión del presidente y su gobierno.

En tiempos muy recientes, la prensa independiente mexicana ha mostrado la intromisión del gobierno de EE. UU. en procesos internos mexicanos, varios de los cuales han sido denunciados por el propio presidente López Obrador. Y no es de dudar que, ante la tenacidad y la perseverancia de AMLO en mantener la soberanía e independencia de México en todos los frentes y escenarios, los ataques del imperialismo y sus lacayos arrecien.

Las formas y los medios de agresión en los procesos de desestabilización son variados, uno de los más usados por el imperio es la activación de la “sociedad civil” y/o “movimientos sociales”, comprometiendo en esto a sectores de oposición interna, jóvenes entrenados y bandas criminales de todo tipo. Hoy en México está la embajada más grande de EE. UU. Buena parte de su personal, centenares de ellos, pertenecen a agencias de seguridad e Inteligencia, los cuales son utilizados para promover, financiar y organizar la desestabilización del país, lo que ha sido una práctica común de las embajadas estadounidenses en países que de alguna manera se oponen a sus designios y órdenes. Lo hacen estableciendo contacto con funcionarios de la administración pública ubicados en ministerios claves tales como defensa, interior, seguridad, etc. También lo hacen activando y financiando a la oposición y a las ONGs y poniendo a trabajar a toda máquina a los grandes medios de comunicación, con el fin principal de crear las condiciones para destruir y destituir a AMLO y su gobierno.

Realizando la investigación para este artículo logré ver algo que creo importante mencionar: en un comentario a la publicación de la referencia al artículo “López Obrador califica de traición rechazo a reforma eléctrica”, de un diario venezolano en su perfil de Facebook, apareció un enlace, https://m.facebook.com/story.php… en el que aseguraban mostrar la lista con los nombres de los “empleados” de la embajada que se han venido encargando de todo lo antes planteado, este comentario fue eliminado rápidamente de ese hilo pero, “cuando el río suena, piedras trae”.

Al pueblo mexicano y a su Jefe de Estado les cobran el no olvidar el despojo de su territorio, el recordar y reclamar el reconocimiento de hechos históricos claros y precisos como el robo de continentes completos y sus riquezas, el asesinato de pueblos enteros junto con sus culturas e idiomas y la esclavización de millones de seres humanos, les cobran el creer en la independencia y soberanía de los pueblos, honrando y cumpliendo la Carta de las Naciones Unidas y creyendo que es necesario que el mundo sea multipolar.

No le pueden perdonar su admiración por Bolívar y el proyecto de unión e integración de nuestros pueblos ni el pensar en el reparto de tierras para campesinos e indígenas ni los otros postulados de la Cuarta Transformación ni su denuncia al maltrato de los inmigrantes en EE.UU., sobre todo a los niños y niñas. No le perdonan el oponerse a la imposición de sanciones y al bloqueo de Cuba, Venezuela y otros países que se han visto agredidos por este tipo de acciones unilaterales e ilegales, que lesionan profundamente a los ciudadanos de los países afectados.

La defensa de los intereses mexicanos, como por ejemplo, la nacionalización del litio y la lucha por re-nacionalizar la industria eléctrica así como la negativa de sumarse a “occidente” en sus sanciones contra Rusia por su operación militar en Ucrania, son acciones de AMLO que enfurecen a imperialistas y colonialistas, racistas y neoliberales.

Por último, su clara, firme y leal posición ante la exclusión de Cuba, Nicaragua y Venezuela de la Cumbre de las Américas, de junio próximo, abre aún más la brecha existente entre AMLO y el gobierno de EE. UU. e incrementa los riesgos en la agresión multifactorial que sufre desde que asumió su responsabilidad presidencial.

Sin duda alguna el presidente López Obrador sigue teniendo el respaldo de la gran mayoría del pueblo mexicano, el cual ha aprendido a resistir y combatir las brutales campañas en contra de su país. El presidente, su equipo, la militancia de Morena, y las otras fuerzas que le apoyan, deberán trabajar arduamente para mantener la movilización popular y que se amplíe y consolide cada vez más el respaldo del pueblo trabajador, porque los ataques  internos y externos se van a incrementar.

A lo largo de toda su vida política, el presidente López Obrador ha demostrado la fortaleza de sus convicciones, la tenacidad para continuar la lucha por un mundo mejor y la capacidad de superar los obstáculos. Quienes le conocen están seguros que, junto al pueblo mexicano y a los demás pueblos de la Patria Grande, será capaz de vencer los actuales y futuros ataques en contra de su Patria, de su Pueblo y de su Gobierno.

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